Número 38 (noviembre de 2014)

Cine y sueños

Jordi Sánchez-Navarro

Alfred Hitchcock dejó numerosas frases para la posteridad, no en vano es considerado uno de los grandes maestros de la historia del cine. Su influencia puede rastrearse en todo el cine posterior y sus perlas de sabiduría se citan con reverencia. Sobre su relación con el público de sus películas, Hitchcock intentaba aplicar un principio muy claro: al público, decía, “dale placer, el mismo que obtiene cuando despierta de una pesadilla”.

Hitchcock no fue el único cineasta que vinculó en sus reflexiones cine y sueño. Otro creador genial e influyente, Luis Buñuel, afirmó que “el cine es un sueño dirigido”. Dirigido por un director, se entiende. Y eso es lo que él hizo durante toda su carrera: dirigir sueños. Y Hitchock y Buñuel no estuvieron solos en esa aventura. Multitud de cineastas han dirigido sus pensamientos a reflexionar sobre las relaciones entre cine y sueños, que son más ricas, complejas e ingobernables de lo que tópicos como “el cine, máquina de sueños” o “la pantalla como ventana al inconsciente” pueden ilustrar. De las escenas oníricas canónicas –como el clásico sueño diseñado por Salvador Dalí para Recuerda… (Spellbound, Alfred Hitchcock, 1945)– a películas enteras trazadas a partir de la lógica esquiva de las pesadillas, pasando por esos ilustres ejemplos de filmes que integran los sueños en la esencia del relato, lo onírico impregna el cine de maneras distintas y muy productivas.

 

La edición de 2014 del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges tuvo como leitmotiv ese tema tan sugerente: las relaciones entre el cine y los sueños. Y para ilustrarlo convenientemente, el Festival encargó a la periodista cinematográfica y crítica Desirée de Fez y a quien firma estas líneas un libro sobre el tema. Al principio nos planteamos la posibilidad de hacer una serie de estudios con escritores invitados, pero en seguida vimos que un tema así requería un planteamiento más original. Por fascinante y a la vez escurridizo, el asunto no parecía fácil de abordar a partir del modelo convencional del libro compuesto de una colección de ensayos independientes. Pero eso no era todo, había algo más que nos pedía un formato distinto: nuestras ganas de aproximarnos al tema con la misma libertad con la que algunos cineastas han recurrido al sueño en sus filmes. Además, durante la fase de definición del proyecto, pudimos comprobar que lo mejor de todo el proceso había sido precisamente hablar entre nosotros de los sueños en las películas. A partir de ese momento, todo surgió de un modo bastante natural: el libro estaría compuesto por conversaciones con cineastas y escritores con los que hablaríamos sobre los sueños de otros. Y una lista de películas sobre las que queríamos hablar nos llevó a la lista de compañeros de conversación. Al final, invitamos a una quincena de personas a conversar sobre una serie de películas tocadas por el sueño, a perderse en quince títulos de distintas épocas –del clásico mudo El moderno Sherlock Holmes (Sherlock Jr., Buster Keaton, 1924) a la colosal Origen (Inception, Christopher Nolan, 2010)– que incluyeran escenas oníricas o estuvieran hechas de sueños.

 

El título del libro, “Pantalla rasgada”, surgió cuando nos dimos cuenta, tras recordar entre nosotros algunos momentos de las conversaciones en que habíamos hablado sobre psicoanálisis y surrealismo, que lo que habíamos estado haciendo era “rasgar el velo de la realidad” para acceder a otras capas. Y en nuestro caso la realidad era la pantalla. Y no solo la pantalla de cine, sino las múltiples pantallas en las que, nos guste más o menos, se consume el cine en la actualidad. Ese título, que remite inequívocamente a prácticas surrealistas y al desvelado del inconsciente del cine, se convirtió en el lema de todos esos onironautas, cineastas, escritores y críticos de cine perfectos para adentrarse en los sueños de otros, que fueron, inevitablemente, quince personas a las que admiramos mucho. Se apuntaron al desafío los directores Jaume Balagueró, J.A. Bayona, Rodrigo Cortés, Claudia Llosa, Eugenio Mira, Carlo Padial y Nacho Vigalondo; los escritores Javier Calvo y Marc Pastor; los críticos Fausto Fernández, Jordi Batlle Caminal y Quim Casas; Montse Ribé y David Martí, de la empresa de efectos especiales de maquillaje DDT; el guionista Sergio G. Sánchez y el propio Ángel Sala, director del Festival de Sitges, con el que habíamos perfilado la idea del libro. Con ellos y ellas conversamos a la deriva, abandonados a nuestras propias ensoñaciones.

 

Exploramos con el crítico y escritor Jordi Batlle Caminal El moderno Sherlock Holmes (Sherlock Jr., Buster Keaton, 1924), con toda probabilidad, la primera película que explora –y explota– la perfecta comunión entre cine y sueños. Con Ángel Sala navegamos por los paisajes oníricos de Sueño de amor eterno (Peter Ibbetson, Henry Hathaway, 1935), en la que los sueños son el escenario del drama sentimental, de la pasión sin barreras, del amor más allá de la muerte. Con el guionista Sergio G. Sánchez conversamos sobra la huida a la fantasía, la huida hacia delante que representa el sueño en El mago de Oz (The Wizard of Oz, Victor Fleming, 1939). Con el crítico Fausto Fernández conversamos sobre psicoanálisis y cine y sobre la inabarcable influencia de Hitchcock en el cine posterior a él a propósito de Recuerda… (Spellbound, Alfred Hitchcock, 1945). Y otros críticos, escritores y cineastas hablan sobre otras películas y otros mundos oníricos en “Pantalla rasgada”, publicado por Arkadin Ediciones.

 

Pero no todo es deriva y especulación. Los críticos Fausto Fernández, Jordi Batlle Caminal y Quim Casas ofrecen reflexiones sobre la función del crítico, la cinefilia y el rigor en el análisis del cine. Los novelistas Marc Pastor y Javier Calvo hablan de los mecanismos de la ficción y la construcción de las narraciones. Los cineastas como Jaume Balagueró, J.A. Bayona, Nacho Vigalondo… ofrecen sus visiones e ideas sobre el compromiso con la creación cinematográfica. Todos los creadores que conversan en “Pantalla rasgada” hacen buena con sus palabras la máxima de otro genio cuya influencia puede comprobarse a lo largo y ancho de toda la historia el cine: el poeta estadounidense Edgar Allan Poe. Decía Poe que “aquellos que sueñan de día conocen cosas que se escapan a los que solo sueñan de noche”.

 

Cita recomendada

SÁNCHEZ-NAVARRO, Jordi. Cine y sueños. COMeIN [en línea], noviembre 2014, núm. 38. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n38.1472

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