Artículo
La participación en un foro electrónico: motivos, auditorios y posicionamientos[*]


Francesc Núñez Mosteo

Profesor de los Estudios de Humanidades y Filología (UOC)
fnunez@uoc.edu



Anna Gálvez Mozo

Profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación (UOC)
agalvez@uoc.edu



Agnès Vayreda Duran

Profesora de los Estudios de Humanidades y Filología (UOC)
avayreda@uoc.edu


Resumen:

Este artículo forma parte de una investigación más amplia sobre la sociabilidad en un foro virtual, llevada a cabo por el grupo GIRCOM (Grupo Interdisciplinario de Investigación en Comunidades Virtuales de la UOC). Resumidamente queremos resaltar algunas de las características más relevantes de la participación en un foro electrónico: en primer lugar, proponemos una aproximación al foro como espacio de relación social y no como una mera herramienta de comunicación electrónica. En segundo lugar, indicamos algunos de los motivos y las claves que nos permiten entender la participación en un foro electrónico. Por último, analizamos las principales dinámicas de interacción y relación social (posicionamientos) que articulan la vida del foro.




1. Introducción

Hace aproximadamente un par de años nos propusimos estudiar un espacio de comunicación virtual, con la misma voluntad de conocimiento con la que nos podríamos acercar a cualquier espacio de comunicación y acción social. Nos interesamos por lo que hacían algunos estudiantes de la UOC cuando participaban en uno de los varios foros virtuales de esta universidad, el foro de los Estudios de Humanidades y Filología, y tratamos de definir lo que caracterizaba esta relativamente nueva forma de sociabilidad.

Como científicos y científicas sociales, nos interesaba el sentido que los individuos daban a su participación en el foro. Indagamos cuáles eran los usos y apropiaciones que los participantes hacían de este tipo de espacio, cuáles eran los motivos de su participación, qué reglas de funcionamiento se generaban y desde dónde se negociaban posiciones y estatus. Para ello observamos (observación participante) el foro durante más de un año, analizamos los mensajes recibidos durante un periodo de seis meses y preguntamos a los participantes (entrevistas) cómo fue su experiencia.

En este artículo expondremos algunos de los resultados a los que hemos llegado a partir del estudio del foro de los Estudios de Humanidades y Filología de la UOC. Aunque se trata de un foro particular, con características propias, buena parte de las conclusiones pueden ser aplicables para la comprensión de la participación en los espacios de comunicación electrónica en general.

Nuestra comprensión del foro como si se tratase de una microsociedad sintetiza buena parte de los resultados de la investigación. La clasificación de los tipos de participación y motivos aducidos por los protagonistas para formar parte del foro, así como el análisis de las audiencias y de los diferentes posicionamientos que pueden encontrarse dentro de un foro, tal y como brevemente expondremos, nos permite fundamentar la comprensión del foro como un espacio social y justificar la perspectiva adoptada.


2. ¿Qué es un foro?

Si hay una palabra que ha hecho fortuna en los entornos virtuales, ésa es foro. Pero, ¿qué es un foro? La respuesta parece sencilla, casi obvia. Utilizando como analogía la realidad presencial, podríamos definirlo en términos de un espacio y un momento para la discusión. Así, en un buen número de entornos virtuales hay una opción (un botón) que nos permite acceder a tal espacio y momento: el foro es un conjunto de posibilidades de interacción facilitadas por un software determinado. No obstante, esta caracterización es puramente funcional e instrumental, enfatiza la finalidad del foro y el papel relevante que desempeña en su definición la dimensión tecnológica, pero se soslaya completamente la acción que sobreviene en su interior, los actos de significado, el contenido y los fenómenos de sentido que, de hecho, lo constituyen como espacio simbólico, es decir, como condición de producción de sociabilidad.

Volvamos, pues, a nuestra pregunta: ¿qué es un foro? Evidentemente una porción de tecnología, un espacio de encuentro, un momento para la discusión y la interacción, lo hemos dicho ya, pero también, y esto es lo que deseamos argumentar en este escrito, una situación. Una situación, tal y como M. Delgado (1999) utiliza el término, es una sociedad dotada de leyes estructurales inmanentes que marcan la producción de su organización. Esto es, una (micro)sociedad autocentrada, autoorganizada al margen de cualquier contexto que no sea el que ella misma genera, lo cual no implica la ausencia completa de relaciones con el exterior, tan sólo significa que permite su análisis más allá de los límites estructurales que éstos imponen.

Así definido, el foro se puede considerar un microcosmos, con normas, reglas de funcionamiento propias, en el que se negocian posiciones, estatus, funciones, etc. De ningún modo es un simple contenedor de mensajes, una mera emergencia técnica, un concepto o el simple telón de fondo de un juego de relaciones. Un foro virtual es un microambiente, un juego de acontecimientos que puntúan el nacimiento de fenómenos de sociabilidad. Es, por decirlo en otras palabras, un elemento básico de la vida social en los entornos virtuales.


3. El foro y la participación

La condición mínima de apertura del foro es la participación; con ella se inicia la relación social. Foro y entramados sociales forman una suerte de continuum indiferenciado: el foro proporciona normas, recursos, potencialidades implicadas en la participación y, a su vez, ésta reproduce las propiedades del foro, mantiene sus normas, fortalece sus recursos y amplía sus potencialidades. El foro es así, medio y resultado, proceso y producto. Indiscutiblemente, la participación está limitada por la dimensión estructural del foro, pero son las participaciones concretas las que generan las propiedades estructurales y definitorias. En suma, la participación es al mismo tiempo la producción y la reproducción del foro.

Del mismo modo, es imposible identificar la participación con los mensajes que se emiten en este espacio, con las diferentes intervenciones que se realizan o con el seguimiento de las temáticas que aparecen. Ésta sería una manera muy pobre, limitada y simplificada de definir la participación, la cual va más allá, trasciende estos elementos, a la vez que los aglutina y los relaciona en un todo con sentido. Así, entenderemos la participación como el proceso por el que las intervenciones se relacionan y producen un sentido que sobrepasa la simple sucesión de mensajes. Participación es el efecto total que se genera al ponerse en relación los mensajes, los textos, los emoticonos, el contexto, la audiencia, los auditorios y la larga lista de elementos que forman este compuesto. Veamos, con cierto detalle, el recorrido que nos permite comprender el sentido del complejo proceso al que nos referimos como participación.

El recorrido por los botones Comunidad>Foro>Humanidades y Filología del Campus Virtual de la UOC abre las puertas al foro de los Estudios de Humanidades y Filología a cualquier persona que esté conectada y tenga acceso al Campus. Una vez allí es posible leer y enviar mensajes al foro sin más restricción que la de hacer un uso correcto del medio, a lo que todo miembro de la Universidad se ha comprometido.

Sin embargo, como es natural, no todos los usuarios potenciales participan en el foro y, puesto que no hay otro requisito que el de ser miembro de la UOC para poder participar en él, la única propiedad que distingue a los participantes de los no participantes es el hecho de acceder al foro, aunque sólo sea para mirar la lista de mensajes recibidos. ¿Quiénes y cuántos son los que participan en el foro? ¿Qué les mueve a ello? ¿A quiénes podemos considerar como parte integrante del foro de los Estudios de Humanidades y Filología?

Teniendo en cuenta las características del acceso al foro (y a la mayoría de los foros que encontramos en la Red), la única distinción que nos es lícito hacer respecto al tipo de participación es la siguiente:

Participación activa

Participación pasiva

Por participación activa entendemos la de aquella persona que además de acceder al foro y abrir/leer algunos mensajes también envía como mínimo uno. En el caso del foro estudiado se trataba de un grupo de 105 autores con una diferencia en los niveles de producción muy grande. A tenor de esta diferencia de producción nos permitimos agrupar a los participantes activos en tres categorías:

1. Participantes habituales

2. Participantes frecuentes

3. Participantes esporádicos

En nuestro foro, los participantes habituales eran cinco estudiantes que conformaban el núcleo duro del foro, una especie de "padres y madres espirituales" –así eran calificados por otros participantes– que producían la mayor parte de los mensajes, iniciaban los debates, articulaban las conversaciones, sancionaban las intervenciones y marcaban el tono general del foro. Para estar incluido en esta categoría también es importante la distribución en el tiempo de la participación. Un autor habitual no sólo tiene que haber escrito una determinada cantidad de mensajes (en nuestro caso más de cuarenta), sino que debe haberlos enviado al foro a lo largo del tiempo, de forma progresiva.

Junto con los habituales había un grupo de participantes frecuentes (treinta y dos personas), buenos seguidores del foro, pero que enviaban mensajes ocasionalmente, en función de los temas o de su disponibilidad de tiempo. En este caso, hemos considerado como frecuentes a las personas que enviaron más de dos mensajes y menos de cuarenta. Su participación también se mantuvo a lo largo del periodo estudiado, lo que nos permite mantener la regularidad como una característica.

Uno de estos participantes nos justificaba así su participación:
"Al principio sólo me limitaba a leer y, bueno, había intervenciones que eran cachondas, otras que eran más serias, se provocaban ciertas polémicas sobre el tema, y poco a poco vas entrando, hasta el punto que al final los mensajes me los leía absolutamente todos y, de vez en cuando, aunque no me entusiasmaba, hacía algunas intervenciones. A veces sobre los temas que se tratan o cosas que no tienen nada que ver... haces tu comentario sobre lo que se te ocurre y ya está..." (Entr. Oriol)

El grupo de los participantes esporádicos que enviaban uno o dos mensajes en un momento determinado y ninguno más (al menos durante el tiempo que duró nuestra observación) estaba formado por sesenta y ocho participantes. No obstante, hay que tener presente que en determinados momentos del flujo comunicativo su participación fue muy importante porque entraban en diálogo o en conflicto con los habituales y porque eran la punta visible de la audiencia silenciosa que sancionaba las acciones que estaban teniendo lugar.

Por participación pasiva[1] entendemos la de todas aquellas personas que conectan al foro y se limitan a leer alguno o todos los mensajes, pero cuya aportación es mucho más difícil de valorar. No es nuestra intención argumentar las características que se han de cumplir para considerar a alguien como participante activo o pasivo, y nos basta con resaltar la influencia de la que denominamos participación pasiva.

En el caso del foro estudiado, hay que destacar que el sistema de mensajería permite conocer el historial del mensaje, es decir, nos permite saber quiénes han sido las personas que han abierto o leído los mensajes y en qué momento lo han hecho. Esta audiencia pasiva estaba formada por unas trescientas personas que actuaban de receptores-lectores de los mensajes. A ellos habría que sumar un grupo fluctuante de ocasionales procedentes de la audiencia potencial formada por todos y todas los/las integrantes de la UOC.

Si tenemos en cuenta que la acción social no se agota en el acto que la hace actual, sino que hay una larga cadena desde el proyecto hasta sus consecuencias, resulta evidente que esta audiencia silenciosa no sólo toma cuerpo en el rastro que deja en el historial de los mensajes, sino que también está presente en la intención de los emisores. Así, por ejemplo, esta audiencia se convierte muchas veces en el público a quien va dirigido el mensaje –los participantes activos nos confesaron en las entrevistas que habían "espiado" el historial del mensaje para comprobar quién y cuánta gente leía los mensajes que enviaban–, actúa como árbitro en las discusiones –aplaudiendo o censurando en mensajes privados las intervenciones públicas y, a veces, pasando a estar presentes y a ser activos esporádicos– o actúa como signo del éxito de los mensajes y del foro.

Más aún, la participación pasiva es muy importante cuando se trata de estimular la participación activa porque es ésta la que, al menos en el caso de nuestro foro, concede el reconocimiento y el prestigio a los participantes activos, lo que es (aunque aquí no podamos argumentarlo)[2] uno de los principales capitales que recompensan la participación y estructuran los foros en la medida que espacios sociales. También, como veremos, esta forma de participación es clave en la comprensión y conceptualización del foro.


Por qué se participa en el foro

Mucho se ha escrito sobre la naturaleza de la relación y de la participación en los espacios de comunicación electrónica, de sus diferencias respecto de las relaciones cara a cara o de sus efectos, pero poco sobre las múltiples razones que llevan a la participación. Si queremos comprender algunas de las razones de la participación en estos nuevos espacios sociales es preciso indagar los motivos de participación aducidos por los participantes, sin ignorar, claro está, los que no son explicitados.

La lista de razones expuestas por los participantes en el foro de los Estudios de Humanidades y Filología de la UOC puede resumirse muy brevemente:

"Pasarlo bien": entretenimiento, diversión, tiempo libre

Acción terapéutica

Compañía

Sentimiento de compromiso: hacer el foro que funcione, que haya "vidilla"



"Pasarlo bien"

En el foro se participa para pasarlo bien, para divertirse, para encontrar un momento de descanso, de placer y de satisfacción frente a las tareas académicas y el trabajo cotidiano. Éste es, entre todos los motivos expresados, el que destaca por su unanimidad, aunque venga manifestado de muchas maneras. He aquí algunos ejemplos de ello:

"(Procura que los mensajes) no sean demasiado largos, ni demasiado profundos, porque se trata de un entretenimiento." (Entr. Oriol)

"Tenía una clarísima intención de no buscar un enfrentamiento personal, sino una auténtica diversión; lo que quería era divertirme, me pareció que era más divertido, ¿no?" (Entr. Montserrat)

"Yo pienso que (el foro) es un momento de ocio, ¿no?... Por eso mismo, porque los hago inmediatos, ¿no? [los mensajes] No son algo reflexivo, no, no, no son unos mensajes que yo reflexione como para hacerlos..." (Entr. Bea)

"...estamos ahí para divertirnos, y ya está." (Entr. Joan)

"Hay temas de debate que no son bonitos... te aburres y dices: ¡a la porra el foro!" (Entr. Joan)

La percepción y uso del foro como un espacio lúdico, de diversión y entretenimiento, de relajación frente al trabajo cotidiano no sorprende en absoluto. Este uso es coherente con la concepción del foro como espacio público de interacción social, es decir, como un lugar de acción política (en el sentido de vida pública) y también como un espacio de diversión y de entretenimiento, lejos del mundo del trabajo y las obligaciones laborales, allí donde el individuo moderno busca su satisfacción y realización personal. El foro se convierte así en un espacio de libertad para relacionarse con sus iguales. La participación como acción terapéutica

Participar en el foro ayuda a liberar tensiones, a deshacer el malhumor, a descargar obsesiones personales, a dar rienda suelta a la imaginación (y en algunos casos a experimentar con los sentimientos o con la identidad personal). En este tipo de cuestiones consiste el efecto terapéutico de la participación en estos espacios electrónicos. Algunos de nuestros entrevistados manifiestan abiertamente haberlo descubierto.[3]

"El foro permite expulsar las manías personales y las obsesiones sin esperar una respuesta, y es muy cómodo [se ríe]. Echas el rollo, y si no le interesa a alguien, puede no leerlo." (Entr. Montserrat)

"Soledad, angustia, nerviosismo... expulsarlo en el foro." (Entr. Montserrat)

"Yo lo necesito para desconectar... " [habla como de emociones controladas desde casa "sin necesidad de ir al bar de verdad"] (Entr. Bea)

Compañía

No podemos olvidar, aunque sea una obviedad, que el foro, que es un espacio de interacción social, conecta individuos a través de un ordenador. A pesar de la ausencia del cuerpo, el otro siempre está presente en la comunicación electrónica.

"(Tienes la) ...sensación de que no estás tu solo con una máquina, sino que hay más gente." (Entr. Bea)

"Escribes un mensaje y empieza gente a contestarte, me sorprendió, no me lo creía." (Entr. Joan)

"Tocar temas entretenidos... y conocer gente nueva aunque sea virtualmente, ¿eh?" (Entr. Oriol)

Leer o enviar mensajes es el acto comunicativo básico en un foro virtual. Aunque no esté presente la comunicación no verbal del cuerpo –propia de una relación cara a cara– o falte la intensidad de las modulaciones de voz –propias de la comunicación telefónica–, la comunicación electrónica no queda reducida al contenido que pueden transmitir las palabras escritas. La presentación en pantalla a través de los mensajes escritos puede estar cargada de recursos de gran fuerza expresiva y que los interlocutores de estos espacios cada vez utilizan con mayor habilidad (imágenes adjuntas –fijas o en movimiento–, tipos de letra, emoticonos, enlaces, disposición del mensaje, etc.). De esta manera, la presencia del autor del mensaje aumenta, como la posibilidad de simpatizar con sus interlocutores.

Además, como expresaba uno de los entrevistados, la sensación de no estar solo con una máquina era una razón de peso para conectar con el foro. Éste les ofrece la posibilidad de una relación porque en el foro, en la medida que es un espacio de acción social, pasan cosas. Encontrar mensajes por leer, o la espera de un mensaje, suscita todo un mundo de emociones que hacen atractiva la conexión.

Sí hay que destacar que, aunque el foro es un espacio donde es posible cultivar la amistad y establecer nuevas relaciones, ninguno de los entrevistados ha insinuado la posibilidad de sustituir las relaciones cara a cara por las relaciones que se establecen en el foro. Al menos por estas latitudes, estamos muy lejos de que los espacios de relación electrónica puedan suplir los de relación cara a cara.


Compromiso

El sentimiento de pertenencia al foro ("el mío") es otro elemento clave para promover la participación. La conciencia de que sólo si hay actividad tiene sentido participar, porque entonces es cuando es divertido y vale la pena entrar, empuja a los que se sienten protagonistas del foro a entrar en él y a enviar mensajes.

Pese a este sentimiento de pertenencia y de obligación moral para que en el foro haya vida, nadie está dispuesto a que esta obligación resulte enojosa. La entrada y la salida del foro queda abierta y nadie está obligado a continuar en él si no se satisfacen las expectativas que se tenían, o si disminuye la calidad del servicio que ofrecía. Si los motivos por los que vale la pena entrar al foro de los Estudios de Humanidades y Filología de la UOC, tanto para participantes activos como pasivos, dejan de valer, la participación decae. Cuando en algunos momentos, no relacionados con el flujo académico, la participación parecía ir a menos, siempre había, en un primer momento, quien tomaba la palabra e intentaba alentar a la participación, pero la salida se imponía como actitud general.

No podemos entrar a fondo en las causas de la desaparición de la vida social de un foro, pero sí queremos apuntar la importancia de la racionalidad económica aplicada al uso del tiempo libre como elemento clave a la hora de entender la participación en un espacio de esta naturaleza, para entender la asiduidad o la desaparición de sus miembros. La libertad individual de participar en el foro o de dejar de hacerlo si éste pierde interés es uno de los "derechos" más unánimemente reconocidos por los participantes, sin menoscabo, insistimos, de la lealtad de muchos participantes hacia el foro.


4. El foro y los auditorios

En el apartado anterior nos hemos ocupado de las razones por las que se participa en el foro; a continuación veremos que los participantes pasivos son fundamentales en su comprensión y conceptualización. Los que participan activamente son conscientes de esta participación pasiva y modelan sus discursos en función de esta presencia silenciosa, que en los foros de la UOC queda patente a través del botón Información. Este botón proporciona la lista de personas que han leído un mensaje y constituye un elemento importante porque hace evidente la existencia de un receptor.

"Lo he aprendido a hacer poco a poco [usar el botón de información de un mensaje], pero sólo lo utilizo para ver si lo ha leído alguien, de los amigos, pero no exactamente de los amigos, a ver, no de los amigos que participan en el foro, sino compañeros o profesores, que a veces sé que van allí... Pero esto lo he aprendido a hacer hace poco y no lo utilizo para ver si el mensaje tiene éxito o no, porque más o menos cuando la lista crece a partir de dos pantallas, es igual, pasan de nombres..." (Entr. Joan)

La audiencia silenciosa, al hacerse presente en el historial del mensaje, puede también estar presente en la intención del emisor, hacerse visible a la hora de arbitrar discusiones o indicar el éxito de un mensaje (número de lecturas y respuestas).

Como venimos señalando, la participación se presenta como un elemento clave para definir y entender el foro en la medida que efecto total y espacio simbólico. La principal razón es que ésta es un acto que implica siempre a un otro, real o imaginario, particular o generalizado. La participación requiere la constitución de una alteridad, que involucrará de manera necesaria en su propia definición. Por tanto, si hablar de foros requiere hablar de participación, referirse a ésta supone automáticamente referirse a auditorios.

Cuando hablamos de auditorio no nos referimos únicamente a los lectores y las lectoras de un mensaje, de los que hablábamos más arriba y que aparecen cuando hacemos clic en el icono i (Información) del Campus. Éstos/as serían la audiencia del foro, la medida objetiva de ese auditorio, el historial, las listas de estudiantes. Es decir, es el registro objetivo, la contabilización real de lectores de mensajes.

Más allá de esta concepción simple y estática nos interesa la construcción del auditorio como una de las formas por las que se define, constriñe y canaliza la participación en el foro. El auditorio se construye en las participaciones; es algo que el que habla predefine, construye en la participación y en la relación que se establece entre los participantes, va más allá de la audiencia "real". Es ese "otro generalizado" que se performa en los mensajes.

Perelman (1989) define el auditorio, desde el punto de vista retórico, como el conjunto de aquellos sujetos en quienes el orador quiere influir con su argumentación. Nuestra concepción de auditorio tiene en cuenta lo que apunta este autor, pero pretende ir más allá, se orienta al análisis del papel que éste desempeña en los procesos de participación que se generan en el foro.

A partir del análisis del foro hemos clasificado los auditorios en función de tres coordenadas. La primera hace referencia a la ubicación del auditorio; en este sentido hablamos de auditorios difusos frente a auditorios situados. La segunda tiene que ver con la pertenencia; en concreto, la clasificación se realiza en función de auditorios incluyentes y auditorios excluyentes. Finalmente, la tercera coordenada se relaciona con la finalidad y nos permite hablar de auditorios instrumentales y lúdicos. En el siguiente apartado detallaremos en qué consisten y cómo operan tales tipologías de auditorios.

4.1. Tipología de auditorios

a) Auditorio difuso frente a auditorio situado

Esta tensión se asienta en la ubicación que se le proporciona al auditorio en el desarrollo de las argumentaciones.

Cuando hablamos de auditorio difuso nos referimos a una ubicación indeterminada y borrosa. Es decir, se construye un auditorio que no aparece claramente enclavado en ningún contexto, grupo o situación determinada; más bien se encuentra diluido en una formulación que lo abarca todo. Suele presentarse bajo la forma de enunciaciones universalistas.
"...y Francia todavía no ha firmado la declaración internacional sobre lenguas minoritarias porque, sencillamente, en Francia las lenguas minoritarias, oficialmente, son inexistentes. Égalité." (Vicent)

Como vemos en el ejemplo, la función que desempeña este auditorio en la participación es doble. Por una parte, los efectos que provoca pueden abrir y expandir las posibilidades de interlocución con cualquiera que quiera integrarse en la discusión; por otra parte, y por su carácter borroso, puede desencadenar un efecto de interlocución innecesaria o inoperante, ya que la enunciación no necesita, ni demanda, respuesta alguna. Suele presentarse bajo la forma de afirmaciones retóricas que buscan únicamente dejar constancia de algún hecho, circunstancia u opinión.

Por el contrario, el auditorio situado se construye a partir de una completa ubicación y contextualización en un ámbito o grupo concreto. Tal ubicación suele aparecer bajo la forma de un grupo o colectivo claramente identificable, o como respuesta a un único interlocutor.

"Hoy he ido a la manifestación contra Pinochet en Barcelona. Y no he visto a ninguno de vosotros. Era una hora prudente, alrededor de las 8 de la tarde. La verdad es que estoy muy triste por no haberos visto, ni tan sólo a uno de vosotros..." (Marc)

En este caso, la función del auditorio en la participación es la de cerrar las posibilidades de interlocución a un grupo o colectivo muy restringido. La dinámica que persigue consiste en reclamar una respuesta, una aclaración sobre algún hecho o situación de aquellos que son interpelados.


b) Auditorio incluyente frente a auditorio excluyente


Esta segunda tensión se despliega gracias a un eje de pertenencia que establece el enunciador respecto al auditorio que construye.

En el auditorio incluyente la persona que habla forma parte del grupo o colectivo al que se dirige. Con este auditorio el enunciador construye un lazo de unión, comparte un sentimiento de pertenencia grupal que abarca normas de conducta, de moral, costumbres, tradiciones, etc.

"Este tipo de etapas históricas oscuras nos hacen reír cuando afectan a unos vecinos que no son precisamente famosos por su modestia. Nos gusta demostrar que la grandeur no es más que una pequeñez. Y argumentos no nos faltan."

La función que cumple este tipo de auditorio en la dinámica participativa es la de manifestar una comunión, una unidad entre los participantes. El efecto que se genera se fundamenta en el hecho de compartir posiciones, puntos de vista, historia o normas. El sentimiento de pertenencia que se origina toma sentido a partir de la explicitación de ciertos denominadores comunes.

En el auditorio excluyente la persona que habla mantiene una relación de exclusión y separación con respecto al auditorio construido.

"...me la suda tanto si vais o no a la manifestación de Pinochet, a favor o en contra... Me la suda tanto que guste o no lo que digo. Que os lo leáis o que os dejéis la banderita roja... Lo que también me la suda es lo que yo he dicho, digo y diré. Ni siquiera espero que a vosotros os pase lo mismo." (Marc)

Esta tipología cumple el papel de marcar una diferencia, establecer una distancia con respecto a un colectivo concreto. Se genera una separación entre un "yo" o un "nosotros" y los "otros". La consecuencia es que se erigen unas fronteras claras y definidas respecto a esa alteridad.


c) Auditorio instrumental frente a auditorio lúdico

La tercera tensión toma sentido en función de la finalidad con la que el enunciador construye el auditorio.

El auditorio instrumental se construye con un fin determinado. Es utilizado con algún motivo y para conseguir un propósito concreto, es decir, establece una relación o ecuación explícita entre el medio y el fin.

"Bien, habéis cogido el sentido. Ciertamente, la elección de la palabra puede haber sido desafortunada, y lamento los malentendidos y pido perdón a quien pueda haberse ofendido. Pero he utilizado una palabra de sobras conocida y empleada en todas partes para llegar más lejos en mi mensaje. Seguro que todos vosotros decís cosas peores, ¿o no? No es una excusa, ni siquiera pienso que sea una excusa válida."

A través de la construcción de este auditorio se busca generar unas determinadas consecuencias en la marcha de la participación futura. Su función es la de movilizar y provocar una determinada dinámica que se puede concretar en la disculpa de los otros, el perdón, la explicitación de acuerdo-desacuerdo, etc.

El auditorio lúdico no tiene ningún fin instrumental claro más allá de servir a la participación, al ocio, en definitiva al "pasémoslo bien". En este caso, el medio es el fin y el fin, el medio; lo que se persigue es la satisfacción misma.

"Os adjunto un documento extenso y ya clásico, que algunos ya conoceréis, sobre el tratado de los marrones. Yo no sé de dónde saca el tiempo la gente para redactar cosas de este estilo... pero no hay duda de que tiene mérito imaginativo. En fin, que si no queréis comeros marrones, este documento os será de gran utilidad. Sed buenos y no os enmarronéis." (Àlex)

La función del auditorio lúdico es contribuir al simple placer de participar e interactuar. No se busca otro fin que el de hacer disfrutar con la propia contribución a la dinámica participativa.

A partir del análisis de los auditorios en el foro hemos constatado el papel estructurador y productivo que éstos desempeñan en los procesos de participación que se desarrollan en él. Es decir, el auditorio puede entenderse como un elemento mediador, como un conectador y generador de líneas de participación, a la vez que genera dinámicas participativas, las aglutina y las enlaza, de modo que configura el foro como un espacio coherente e inteligible en el sentido de que proporciona claves para entender el valor simbólico y el sentido que adquieren las participaciones y la interacción en su seno.



5. El foro y los posicionamientos

Si a través de la noción de auditorio es posible analizar cómo el que participa en un foro virtual define a otro que escucha, una alteridad, con la noción de posicionamiento es posible analizar cómo el participante se define a sí mismo y cómo define el objeto del que enuncia algo. Esta noción nos ofrece una dimensión complementaria de la de auditorio.

El concepto de posicionamiento (Davies y Harré, 1990) nos sirve para enfatizar los aspectos dinámicos de las interacciones que tienen lugar en el foro, así como para destacar la importancia de las prácticas discursivas a través de las cuales los y las participantes se posicionan y configuran el entramado social del foro.

En el análisis que hemos realizado de los posicionamientos en el foro virtual hemos encontrado que se articulan en función de diferentes categorías. Cada categoría nos muestra una dimensión determinada del posicionamiento en cuestión, y el conjunto de las categorías, en cada caso, nos ofrece la dimensionalidad completa del mismo. A continuación pasamos a detallar este análisis.


a) Mantenimiento de la actividad

Dentro del posicionamiento denominado "Mantenimiento de la actividad" hemos identificado tres categorías. La primera es la "exposición de relatos", en la que se construyen una serie de relatos o narraciones, unos más elaborados que otros, que actúan como intervenciones gratuitas que se lanzan al foro para decir lo que se piensa utilizando una narración metafórica. Las "notas informativas" es la segunda de las categorías de este posicionamiento, la cual está formada por todas las intervenciones que utilizan el foro para lanzar cualquier tipo de informaciones, relacionadas o no con la Universidad. La tercera categoría es la "resonancia", en la que se recogen los diferentes temas, se reformulan y se vuelven a lanzar a la comunidad-foro con nuevas aportaciones. Al introducir "novedades" en los temas resulta evidente que éstos no han muerto, están vivos y en movimiento, y que tienen que seguir en activo. A continuación reproducimos un fragmento de un mensaje que ejemplifica la actuación de este posicionamiento en el foro.

"Es decir, a ver si lo he entendido bien: que la venganza es como una vichyssoise que tienes que esperar sentado en la puerta de tu casa. O, en plan moderno, es como aquellas pizzas que pides a domicilio. Llamas por teléfono, y preguntas: '¿Es aquí donde las venganzas?', 'Sí, diga', 'Es para mi jefe...', '¿Quiere una normal, una grande o una familiar?', 'Hombre... una grande ya me va bien', 'De acuerdo. ¿Hecha, poco hecha, muy hecha? ¿Algún extra?', 'Hecha, hecha. Aquello de las piernas rotas que sale en el catálogo', 'Si quiere, puede pedir el pack especial estilo siciliano, con piernas rotas, paliza, puño americano, ejecutado por expertos profesionales...', 'Oh, vale, de acuerdo. ¿Acepta Visa?', 'Claro que sí: Visa, Mastercard, American Express, tarjeta monedero de la UOC. ¿Qué dirección, por favor?' ¿Alguien tiene el teléfono de esta gente?"

b) Socioemocionales

Los socioemocionales constituyen posicionamientos en el discurso que tienen el objetivo de velar por las buenas relaciones entre los miembros del foro. Dentro de este posicionamiento hemos identificado cuatro categorías: la reforzadora, la armonizadora, la integradora y la evaluadora.

La primera de ellas, la "reforzadora", lo que hace es recompensar de forma positiva las intervenciones de los compañeros y compañeras que participan en el foro. Se caracterizan por dar acuerdo y afecto desde una vertiente emocional. La categoría que llamamos "armonizadora" tiene la función de hacer en un momento dado de mediador/a en los conflictos entre las personas participantes, de ponerlas de acuerdo y minimizar los puntos de conflicto entre ellas. La categoría "integradora" relaciona las diferentes personas que participan en el foro, las reúne a todas dentro de un mismo mensaje en la forma de un todo relacionado. La categoría "evaluadora" tiene en cuenta los aspectos positivos y negativos de la dinámica participativa en el foro; lo que busca es hacer patente que se siguen con interés las diferentes aportaciones en el foro. En el siguiente ejemplo se pone de manifiesto cómo actúa el posicionamiento socioemocional:

"He sobrevivido a las PEC y al ritmo laboral. Estoy aquí de nuevo. Qué trabajazo, leyendo, leyendo... me encanta. Estáis francamente animales. Ninguna crítica, es una mera observación. Lo sabéis seguro... me gustáis.
Primero quería contestar a Enric, para decirle que tenía razón. Luego no entendía la reacción de Antonio, pero unos mensajes después no me parecía mal y en cambio me desconcertaba Enric.
Lola me encantaba, le hubiese lanzado la segunda piedra. El resto, estupendos. Pensaba en un conocido serbio y por lo visto no era la única. Ay, cómo me lo paso de bien con vosotros. Sinceros, hipócritas... humanos. ¡Eh, humanos! Habéis leído lo del Museo de la Ciencia. No me lo puedo perder, yo precisamente.
Y ahora, pienso... es un decir sin pretensiones, así como una actividad de bajo nivel. Ya os diré mañana... se me hace tarde.
Continuad divirtiéndoos.
P.D.: Nunca es demasiado largo, Maria.
Ya hay nuevos mensajes. Frenético."


c) Denuncia social

El posicionamiento de denuncia social se articula en torno a tres categorías: la erudición, la experiencia y la adhesión espontánea. La primera categoría se sostiene sobre intervenciones que intentan con sus argumentaciones sentar cátedra con lo que dicen. El efecto es el de poner las bases a partir de las cuales después se hablará. Utilizan determinadas tácticas: datos históricos, conocimientos muy concretos y específicos, señales sólo conocidas por los expertos y expertas...

Las participaciones que se incluyen dentro de la categoría "experiencia" actúan de elemento de seguimiento y apoyo de las eruditas. Dan sostén recurriendo a vivencias personales para dar apoyo a las condiciones que ya han puesto los mensajes de erudición.

La "adhesión espontánea" constituye la tercera de las categorías que determina el posicionamiento de denuncia social. En las intervenciones de esta categoría se produce una adhesión a la queja o denuncia de forma "exaltada", entusiasta, espontánea y poco elaborada.

La erudición, la experiencia y la adhesión espontánea son las tres categorías que determinan y dan forma al posicionamiento de denuncia social. Este posicionamiento construye el foro como un espacio de reivindicación de justicia social, de queja por la inferioridad de las minorías, o por otro tipo de cuestiones susceptibles de denuncia o de recibir algún tipo de aclaración histórica y conceptual. En el mensaje que reproducimos a continuación se puede observar la categoría "erudición" de este posicionamiento:

"Cierto, la etapa entre 1940 y 1944 es una de aquellas etapas históricas por la que nuestros vecinos miran de pasar de puntillas. Por una parte, los colaboracionistas no eran pocos. Por otra, hasta finales de 1943, la Resistencia era más un conjunto de bandidos que se peleaban entre ellos que otra cosa. Francia ocupada escondiendo historias muy oscuras, es verdad... Pero, ¡vaya!, etapas oscuras y que provocan vergüenza todo el mundo ha tenido, hasta nosotros. Es decir: tened cuidado. Como dijo uno, quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. ¡Cloc! ¡Ay! ¿Quién ha sido?"

d) Normativizadores

Los posicionamientos normativizadores se manifiestan bajo diferentes formas: reguladoras de moral y reguladoras de actuaciones. En estas categorías se gestionan comportamientos o intervenciones éticas. El discurso toma la forma de lección moral, se definen y clarifican las confusiones más comunes referidas a lo que es o no es ético y moral. Se suele concluir lo que se dice con fórmulas universales que han de funcionar al margen de la situación en la que se den. En definitiva, lo que se pretende es crear un modelo de moralidad y de ética. En el ejemplo que se muestra a continuación quedan patentes las características de este posicionamiento.

"Aquello del cerdo y san Martín y que Dios tiene una maza que pega pero no amenaza (ésta era la versión que yo había oído en casa), en la práctica, como habréis advertido por muy jóvenes que seáis, no funciona. La maza golpea a quien menos culpa tiene y los cerdos, muchas veces, si reciben, acostumbra a ser cuando ya son inofensivos y jubilados, o casi. Respecto a Francia, no es lo mismo la grandeur y el chovinismo que el pueblo francés, no es lo mismo la violencia en Euskadi que el pueblo vasco, no es lo mismo el pueblo judío perseguido que el sionismo, no es lo mismo el nazismo que el pueblo alemán, no es lo mismo el españolismo que los españoles –que yo creo que también son una nación, más o menos, aunque este concepto puede ser etéreo y variante, según los vientos que soplen–, y no es lo mismo el pueblo catalán que el pujolismo y Torras i Bages. A pesar de todo, la política consigue hacerlo creer y, a veces, que se identifiquen incluso en el subconsciente de los inocentes –pero incoherentes– gobernantes. Que el destino nos libere de venganzas frías o calientes y que san Martín llegue cuando haya de llegar y no al cabo de treinta años."


6. Conclusiones

La observación participante llevada a cabo durante más de un año y el análisis de los mensajes enviados al foro de los Estudios de Humanidades y Filología de la UOC durante seis meses nos permite resaltar tres aspectos de la sociabilidad de los espacios virtuales, que son, a la vez, respuestas a las preguntas que suscitaron la investigación y puntos de partida de nuevos interrogantes.

En primer lugar, la relativa novedad de un foro electrónico en nuestras universidades nos llevó a interesarnos y a preguntarnos por las características de las relaciones que allí tenían lugar y, entre otros muchos interrogantes abiertos, por la naturaleza del espacio social que la nueva "herramienta" de comunicación generaba.

En el caso del foro de los Estudios de Humanidades y Filología de la UOC, y pese a la (relativa) simplicidad técnica del mecanismo de comunicación electrónica, podemos concluir que la interacción entre los participantes dio lugar a un espacio de interacción social que, en este caso, reunía las características de las comunidades virtuales, tal y como desde H. Rheingold (1993) han venido definiéndose.

La constatación de que del foro electrónico de los Estudios de Humanidades y Filología de la UOC surgió una comunidad virtual no permite extrapolar que todos aquellos espacios electrónicos etiquetados como foro (y que funcionan de formas bien distintas) han de dar lugar al surgimiento de una comunidad virtual o de una microsociedad.

En segundo lugar, hemos podido constatar que la participación en un foro electrónico no puede reducirse al envío de mensajes y a su lectura, y que las que hemos denominado audiencias silenciosas, aun sin ser activas, son fundamentales para entender los procesos de participación. Entre las causas de la participación manifestadas individualmente por algunos de los participantes, destaca la necesidad de facilitar la interacción social, porque sin ella ninguno de los intereses particulares puede verse realizado y, en ese caso, la salida del foro sería la acción más previsible incluso entre los más leales.

En tercer lugar, hemos visto cómo el proceso de interacción entre los participantes –presentes o silenciosos, insistimos una vez más– se caracteriza ante todo por su dinamismo y versatilidad. Hemos utilizado la noción de posicionamiento para aprehender dichas dinámicas interactivas, porque nos permite dar cuenta de dicho dinamismo y, sobre todo, por el énfasis que esta noción pone en las practicas discursivas como elementos que construyen y articulan los procesos de interacción. El conjunto de posicionamientos identificado en nuestro foro lo configuran como un universo simbólico de significación, en el que los diferentes participantes negocian dentro de dicho espacio su identidad tanto individual como grupal, se posicionan los unos en relación con los otros en función de un determinado "orden moral" de derechos y obligaciones que emerge, siempre, en un contexto determinado. Es decir, estos posicionamientos sólo son inteligibles dentro de la lógica concreta que se vertebra en ese momento y lugar concretos.


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[Fecha de publicación: abril de 2003]


SUMARIO
1.Introducción
2.¿Qué es un foro?
3.El foro y la participación
4.El foro y los auditorios
4.1.Tipología de auditorios
5.El foro y los posicionamientos
6.Conclusiones


Nota*:

Publicado en el número 47 de la revista REDcientífica. Ciencia, tecnología y pensamiento (<http://www.redcientifica.com/doc/doc200211290001.html>, ISSN: 1597-0223).
Queremos agradecer la colaboración del resto de miembros del equipo en la revisión de este artículo: Elisenda Ardèvol, Blanca Callén e Isaac González. También agradecemos a Cátedra Telefónica/IN3-UOC el apoyo económico al grupo de investigación.
Nota1:

Sobre la conveniencia de considerar a esta audiencia silenciosa como una forma de participación, véase Vayreda, A., Núñez, F., Miralles, L. (2001).
Nota2:

Vayreda, A.; Ardèvol, E.; Miralles, L.; Aibar, E.; Núñez, F.; Gàlvez, A. (2000). La sociabilitat al Campus Virtual. Una aproximació a l'estudi de les comunicacions, interaccions i relacions dels estudiants de la UOC. Informe de una investigación del Grupo Interdisciplinario de Investigación en Comunidades Virtuales de la UOC (GIRCOM). Se puede leer un resumen de este informe en la página web del grupo.
Nota3:

En relación con lo que aquí denominamos efecto terapeútico de la participación, remitimos a la lectura de los artículos de S. Turkle citados en la bibliografía y al artículo de F. Núñez "Internet, fábrica de sueños. Claves para la comprensión de la participación en foros y chats", citado también en la bibliografía.