16/05/2012 Madrid
La jornada empezó planteando qué tienen en común los graduados de la UOC, con la pregunta ¿Cómo somos?. La conclusión a la que llegaron los graduados que intervinieron en este debate, entre los que se encontraban Leandro Codarín y Guillermo Sanz, apuntaba a que «somos personas con inquietud, constantes y con un elevado espíritu de superación. Personas instaladas en el cambio, que son capaces de sacar provecho de todas las competencias transversales», aseguraron. «En la UOC el protagonista es el alumno».
Varios graduados confirmaron que la formación permanente es para muchos de ellos una realidad inseparable de su carrera profesional.
Por resumir en una frase las conclusiones del debate ¿Cómo somos?, el graduado UOC se identifica como una persona responsable, inquieta, comprometida, que sabe trabajar en red, es innovador y es capaz de enfrentarse a sus miedos y a sus temores para seguir avanzando.
¿Cómo nos ven?
La segunda parte de la Jornada Alumni, titulada ¿Cómo nos ven?, contó con la participación de importantes empresas del territorio nacional como la Fundación Tomás Pascual, representada por Miguel Ángel Velázquez, director del Centro de Investigación en Valores Sociales y Empresariales; José Antonio Carazo, director de Capital Humano y Revista de Comunicación y responsable de relaciones institucionales del Departamento de Formación de Wolters Kluver, y Jordi Serrano, director de RRHH de Everis y presidente de la Fundació Factor Humà.
Velázquez, del CIVSEM de la Fundación Tomás Pascual, compartió con los graduados y asistentes su experiencia. La empresa atravesaba un momento de transformación cultural que implicaba tanto a la alta dirección de la compañía como a los mandos intermedios. Se buscaba un tipo de formación que diera cobertura al problema de la deslocalización geográfica y que pudiera potenciar el contacto entre los empleados de distintos lugares. «Fue un reto» –afirma Velázquez– «porque hasta ese momento toda la formación había sido presencial. Lo que en principio parecía un inconveniente se convirtió en una experiencia muy positiva porque muchos empleados tuvieron su primer contacto con la tecnología. Este programa contribuyó a cambiar la cultura corporativa y a detectar los empleados que eran más innovadores, más flexibles y más perseverantes. El programa de formación aportó mucho más de lo que se buscaba, enriqueció a la empresa sacando a la luz personas excelentes y comprometidas».
Carazo, en representación de Wolters Kluver, afirmó que «su compañía valora a las personas que tienen una clara orientación de negocio basada en la aptitud hacia el aprendizaje y el hambre por crecer personalmente». Carazo destacó la importancia del espíritu crítico como algo esencial para poder avanzar y mantener una línea constante de formación que permita no perder el tren del progreso.
Por su parte, Jordi Serrano, director de RRHH de Everis y presidente de la Fundació Factor Humà, aseguró que «la UOC encaja en el modelo social actual y ofrece la formación continua necesaria para poder seguir caminando en un modelo virtual». Serrano apostó por una formación más allá del trabajo y que contribuya al desarrollo global de las personas.
¿Qué hacemos?
Jorge Bronet dio paso al tercer bloque de la jornada, ¿Qué podemos y queremos hacer como Alumni?. La opinión generalizada de los graduados que participaron (Gloria González, Jesús Alquézar, Lucía Suárez) en este debate fue destacar la importancia de crear vínculos directos, establecer objetivos reales y ser capaces de gestionar gran cantidad de información. Como posible punto de mejora se comentó la posibilidad de descentralización para generar cercanía y contacto con los estudiantes.
El acto finalizó con la intervención de la rectora, Imma Tubella, que resumió las principales características de los estudiantes de la UOC y recogió las propuestas ofrecidas por los presentes: «La UOC pretende difundir sus valores y convertirlos en referente social. Los graduados son los mejores embajadores de esta universidad».