Inteligencia al servicio del turismo

Oriol Miralbell Izard (1956-2018). Profesor universitario. Funcionario de la Administración pública catalana.

Oriol Miralbell Izard (1956-2018). Profesor universitario. Funcionario de la Administración pública catalana.

07/05/2018

Cuando Oriol se incorporó a la UOC, a los miembros del programa de Turismo de la universidad nos planteó la siguiente reflexión: somos un país líder en cifras macroeconómicas internacionales vinculadas al turismo, pero en cambio no lo somos en conocimiento-investigación del sector. Tenemos que avanzar en este ámbito, nos decía, para aportar herramientas que faciliten al máximo la gestión eficiente de los destinos y organizaciones turísticas y garantizar que su actividad repercuta de manera óptima en el territorio y sus residentes. Era el año 2005 y Oriol acababa de hacer un cambio profesional relevante en su carrera persiguiendo este objetivo. Después de una larga y fructífera trayectoria en la Administración pública turística catalana, decidió dedicarse en exclusiva a la actividad académica, a las vertientes de docencia, investigación y divulgación desde la UOC.

Su relación con el turismo empezó cuando era muy joven, casi de manera vocacional. Tenía una facilidad por los idiomas (podía impartir clases en un inglés, un alemán, un francés y un italiano excelentes) que, junto con sus habilidades comunicativas y conocimientos, le permitió durante los veranos de estudiante trabajar en campings de la Costa Brava y posteriormente como guía para grupos de extranjeros por los principales destinos del Mediterráneo. La apuesta profesional definitiva por el sector la hizo en el ámbito de la función pública catalana, donde ejerció como jefe de sección de Difusión y Documentación de la Dirección General de Turismo de la Generalitat (1989-2005), responsable de los servicios telemáticos de información turística y coordinador de la Red de Oficinas de Turismo de Cataluña (que tanto dinamizó). En estos años llegó a ser uno de los expertos referentes en la aplicación de las tecnologías de la información en las organizaciones, siendo pionero en el diseño de los primeros portales de destinos en internet, experiencia que lo llevó a ser presidente del capítulo español de la IFITT, la asociación internacional referente del ámbito. El máster que cursó de gestión de la información en la norteamericana Universidad de Syracuse, con mucho de esfuerzo personal (de él y de su mujer, Marta), lo ayudó a conseguir sus objetivos.

Su constante inquietud por ampliar conocimientos lo llevó a estar siempre vinculado a la formación universitaria, caso de la UAB como profesor asociado. Pero su incorporación a la UOC como profesor propio supuso un nuevo reto, no exento de riesgos. Dejaba la que para muchos podía ser una posición de funcionario acomodado (para él no era así porque se dedicaba intensamente a la función pública, plenamente consciente de su relevancia en la sociedad actual) para adentrarse en el mundo de la academia y en una universidad muy joven nacida en el entorno digital que tanto lo seducía. En sus años en la UOC (de 2005 a 2016), donde se incorporó al programa de Turismo, estuvo adscrito a los Estudios de Economía y Empresa, y durante un periodo también a los Estudios de Ciencias de la Información. En el ámbito de la investigación ha formado parte también durante un largo periodo del Grupo de Investigación sobre Análisis Territorial y Estudios Turísticos de la URV. Su bagaje profesional ha enriquecido las materias en las que ejerció la docencia en la UOC y también su última etapa como profesor en el Campus de Turismo, Hostelería y Gastronomía del CETT (UB). En la UOC acreditó que aquella capacidad para hablar idiomas se extendía hacia otros ámbitos, como las matemáticas y la estadística. Presentó una tesis referente en el ámbito sobre el análisis de las redes sociales en la que demostró una vez más su capacidad a la hora de desarrollarla con una metodología cuantitativa nueva para él, de la que acabó siendo un experto.

Como pasa con la gente sabia, Oriol no perdió nunca la curiosidad y las ganas de aprender. En sus últimos días, después de largos meses de enfermedad, seguía activo en las redes sociales comentando los más diversos temas de la actualidad: historia, política, filosofía, música (una de sus aficiones, de la que también tenía estudios), fútbol... y su evolución personal. Y seguía leyendo las novedades editoriales de ensayos y novelas. Era un conversador apasionado, didáctico y de memoria enciclopédica, vital. Y lo fue hasta el final, cuando dio una lección de aceptación de la muerte. «No tengo derecho a quejarme», explicaba: «soy un privilegiado, he podido dedicarme siempre a trabajos de los que he disfrutado». Aquellos días se sentía muy bien acompañado por su círculo familiar y de amistades más cercano, y especialmente orgulloso de Marta (su mujer) y Francesc (su hijo), en todo momento a su lado. Su mente no descansaba nunca de plantear proyectos, muchas veces utópicos, pero siempre inspiradores y avanzados a su tiempo. Cuando vio que las iniciativas que proyectaba para los próximos años (vitales y profesionales) ya no podría llevarlas a cabo, lo aceptó, y en forma de balance muy positivo comentó respecto a los académicos: «No hemos conseguido todavía ser líderes en conocimiento-investigación, pero hemos avanzado mucho en estos años». Con su recuerdo y guía, seguiremos avanzando.

Joan Miquel Gomis, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC