30/5/16 · Estudios de Ciencias de la Información y Comunicación

Los jóvenes eligen Snapchat porque los padres no están

En un instituto de Florida se grabó un vídeo de contenido sexual que se difundió por Snapchat; Kim Kardashian hizo un snap para mostrar su prueba de embarazo y algunos de los candidatos a las presidenciales de los Estados Unidos hacen campaña mediante esta aplicación. No es el primero ni el último caso en que una acción comienza y termina en Snapchat. Cada día se visualizan diez billones de vídeos mediante esta aplicación. Snapchat ya es la red preferida entre los adolescentes por delante de Facebook o Instagram y, a su vez, es la gran desconocida para la mayoría de adultos. Los motivos: «Es de difícil acceso, poco intuitiva, tiene un funcionamiento bastante diferente y los adultos se pierden», explica Mireia Montaña, profesora de Ciencias de la Comunicación y la Información de la UOC. Esto hace que con Snapchat «los padres lo tengan más difícil para ver qué hacen sus hijos» y, al mismo tiempo, para los hijos, «que los padres no estén presentes en esta aplicación es un aliciente más para utilizarla», afirma la experta.
Flickr: Maurizio Pesce / (CC)

Flickr: Maurizio Pesce / (CC)

«Esta aplicación les permite alejarse de quien no pertenece a su generación», explica Montaña. «Muchos adolescentes se sienten vigilados cuando deben aceptar a sus padres como “amigos” de Facebook; en cambio, en Snapchat se sienten más libres para mostrarse tal y como son», afirma. Las estadísticas muestran este descenso: en el año 2014, el 80% de los jóvenes de 12 a 24 años utilizaba Facebook; en 2016 ha caído hasta el 68%. Según una investigación de Global Web Index, el 45% de estos navegantes jóvenes afirman que se aburren en Facebook y consideran que la red ya no es tan «fresca» como antes. En este tiempo, Snapchat se ha posicionado por el 72 % de los adolescentes como su red preferida.

La caducidad de la información en Snapchat es vista como un problema por los adultos, pero para los jóvenes es «un aliciente para mostrar contenidos más atrevidos», afirma Sílvia Martínez, directora del máster en Social Media Management de la UOC. Martínez añade que «se sienten amparados por la fugacidad de los contenidos y esto les genera una falsa sensación de seguridad», lo que provoca que muchos jóvenes acaben compartiendo contenidos de tipo sexual o sensual, afirman las expertas. Los contenidos se envían mediante snaps o historias, los primeros «se borran después de ser visualizados o expiran una vez ha pasado el tiempo que el emisor decide» y los otros «forman parte del perfil del usuario pero tienen una duración máxima de 24 horas». Existe, sin embargo, la posibilidad de hacer capturas de pantalla, un peligro más de esta red en la que ya se han dado casos de extorsión por medio de la red, el sexting.


¿Qué hace mi hijo en Snapchat?

Intentar controlar lo que pasa en Snapchat no es fácil. Primero, porque los padres «deben saber qué alias tienen sus hijos para poder encontrarlos y, después, porque, a diferencia de otras redes, el contenido desaparece sin dejar rastro», explica Montaña.

A los adolescentes les gusta «la multitud de servicios en línea de la aplicación, la centralidad de la imagen por encima del texto, la agilidad y la fugacidad de los contenidos, los efectos, los dibujos, los textos y las animaciones incluidas en las imágenes», atributos que hacen de esta aplicación un espacio de comunicación donde los jóvenes se sienten cómodos, explica Martínez. «La fotografía y el vídeo actualmente son elementos capitales en las interacciones, y tanto los medios de comunicación como otras redes sociales han ido incluyendo este tipo de funcionalidades». Para los medios, «la utilidad Discover permite mostrar contenido en vídeo, texto y foto»; algunos medios de comunicación tan importantes como la BBC o National Geographic ya están presentes.

Los datos hablan por sí solos: Snapchat en poco más de un año ha duplicado sus usuarios, a diario se visualizan diez billones de vídeos, se envían cuatrocientos millones de imágenes y los usuarios se pasan en ella entre veinticinco y treinta minutos al día. Según el estudio de la Universidad de Michigan, la funcionalidad de Snapchat, la espontaneidad de la interacción, genera felicidad entre los usuarios, a diferencia de la sensación de tristeza que les produce, por ejemplo, Facebook. Snapchat ya cuenta con ciento diez millones de usuarios, y se ha convertido en la red social preferida por el 72 % de los jóvenes, muy por encima de Facebook, Instagram o WhatsApp.


Si los jóvenes están, las marcas también

Snapchat permite a las marcas llegar a los millennials, un público que no mira la televisión. Ya son muchas las grandes marcas que aprovechan las características de esta aplicación para trabajar «una comunicación nada intrusiva y orgánica, y conseguir de este modo un contenido más gratificante para los milénicos», afirma Montaña.

El usuario interactúa constantemente con «contenido patrocinado mediante geofiltros y autofotos (selfies) patrocinadas, es decir, filtros con animaciones relacionadas con la geolocalización del usuario (si, por ejemplo, está en un Starbucks, aparecen tazas de café, o bien, si está en un McDonalds, filtros de patatas fritas, etc.). Este tipo de recursos permite «identificar dónde se encuentran los amigos y cuál es su actividad y, a su vez, acercar y crear una publicidad muy personalizada y que genera compromiso con el usuario». Snapchat ha representado «una revolución y un cambio de paradigma en cuanto al marketing móvil», concluyen las expertas.

Expertos UOC

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