Un estudio de la UOC demuestra los vínculos del cooperativismo en Barcelona con el 15M

El trabajo –obra de Ricard Espelt (investigador en el Internet Interdisciplinary Institute), Ismael Peña-López (profesor de la Escuela de Derecho y Ciencias Políticas) y Enrique Rodríguez (profesor de Fundamentos de estadística)– se presentó en el Congreso Internacional de Internet, Derecho y Política: «construyendo un espacio digital europeo», que tuvo lugar el 7 y 8 de julio en Barcelona organizado por los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC.

El estudio («Activismo desde el consumo cooperativo de productos agroalimentarios: ¿economía alternativa o tecnopolítica?») se ha centrado en el análisis de las cooperativas de productos agroalimentarios de Barcelona, con la participación de las sesenta organizaciones que existen en la ciudad. Además de cuestionarios a las cooperativas, también se han hecho cuarenta y cuatro entrevistas a los grupos participantes.

El trabajo ha analizado la relación entre los grupos de consumo agroalimentario y el 15M en la constitución de nuevas organizaciones o el reforzamiento de las ya existentes en la ciudad. Para ello, han estudiado el modelo de toma de decisiones en asamblea, el peso de las tecnologías de la información en el funcionamiento de las cooperativas y, finalmente, la relación entre el compromiso social y político que estos grupos manifiestan y su vinculación con los movimientos de activismo social y político.

Alta afinidad

Según el estudio, en un 56 % de los casos las cooperativas y grupos de consumo analizados –incluidos dentro de lo que se conoce como economía social y solidaria– tienen un grado importante de compromiso social y político, una conexión que se demuestra con la alta afinidad ideológica con el movimiento 15M, en un 78 % de los casos, y con el alto grado de implicación de las personas que forman parte de los grupos, en un 69 % de los casos. A pesar de todo, en el plano grupal el grado de implicación es bajo, con un 27 %, a diferencia de lo que ocurre en el plano individual.

Los investigadores han detectado que el proceso de aparición de los grupos y cooperativas de consumo modernas, iniciado en los años noventa, tiene el pico máximo en 2011, cuando se produjo el movimiento 15M, con la aparición de trece nuevas organizaciones en la ciudad. «En cualquier caso –se afirma en el estudio–, los grupos y cooperativas de consumo entrevistados y creados este año reconocen al movimiento como catalizador para las personas que lo integran en su condición de activistas».

Activismo a título individual

Según Ismael Peña-López, «a pesar de que es evidente que los datos muestran un crecimiento de grupos durante 2011, la relación con el movimiento 15M se produce a modo de activismo individual. Es sorprendente, pues, el “clima” o atmósfera que generó el 15M para la articulación de grupos. Por lo tanto, este movimiento extendió el hecho activista más allá de sus límites relacionales directos».

Un crecimiento, pues, que, tal y como apunta el estudio, se genera en paralelo al aumento de la desafección con la política representativa en España y la reconfiguración de los espacios de participación. Según los autores, las respuestas durante las entrevistas permiten afirmar que «la creación de nuevos grupos de consumo, en algunos casos, puede vincularse directamente con la influencia del 15M».