1/9/16 · Estudios de Economía y Negocios

El 40% de los empleados dejaría la empresa donde trabaja

«Después del verano parece que las ganas de renovarse y cambiar de empresa o de trabajo aumentan», afirma Gina Aran, profesora del máster de Gestión y dirección de recursos humanos de la UOC. Esto pasa porque el parón vacacional proporciona «tiempo para pensar y proyectarse hacia el próximo curso». De hecho, un 40 % de los trabajadores dejaría la empresa donde trabaja. Entre las razones principales destacan que el 41 % está insatisfecho con el equilibrio entre la vida familiar y laboral y que el 31 % está en desacuerdo con su nivel salarial. El 30 % de los empleados afirma que su motivación laboral disminuye en relación con el curso anterior, según datos del estudio Bienestar y motivación de los trabajadores en Europa 2015.

¿Cómo podemos detectar cuándo tenemos que dar el salto y cambiar de trabajo? Para la experta en recursos humanos de la UOC Gina Aran hay varios signos de alerta, que clasifica en cinco grupos:

  1. Motivación. Cuando el trabajo ya no motiva. El empleado no se siente útil, no ve el sentido de su tarea ni la finalidad de lo que hace o no se siente valorado profesionalmente.

  2. Cultura y valores. Cuando se duda de la ética de la empresa. El trabajador no se siente identificado con los principios y valores de la compañía.

  3. Relaciones. Cuando las relaciones interpersonales con varios compañeros del equipo resultan nefastas y frustrantes.

  4. Situación personal. Cuando los hábitos y el contexto vital del trabajador han cambiado sustancialmente y se hace difícil compaginar la vida personal con la profesional.

  5. Salario. Cuando el trabajador considera que no está remunerado adecuadamente para sobrevivir o cuando siente que solo trabaja por dinero.


Burnout: el estrés laboral crónico

Cuando todos los semáforos están en rojo, es señal de que algo no va bien. Si la insatisfacción en el trabajo es muy alta, se puede sufrir el síndrome de agotamiento profesional (burnout), «un tipo de estrés laboral crónico». Se caracteriza por el agotamiento físico y mental, y algunas de sus consecuencias son la desmotivación, la actitud irritable, el deterioro cognitivo, un rendimiento menor o los dolores musculares, entre otras, según señala Aran. Añade que «desempeñar tareas repetitivas, no sentirse útil o estar pendiente de terceros» son situaciones laborales de riesgo que, mal llevadas, pueden derivar en agotamiento.


¿Penaliza cambiar de trabajo a menudo?

«Si enriquece nuestro conocimiento y competencia, no», explica Aran. Es necesario que haya una coherencia en la trayectoria profesional y que los cambios hayan sido una decisión personal que se corresponda con un cambio de ciclo profesional o personal, añade.

El perfil del profesional movido e inquieto que es capaz de asumir nuevos retos se abre camino en las empresas. Cada vez hay más compañías que consideran que cambiar de trabajo cada pocos años es «un valor añadido de los trabajadores», que han podido «enriquecerse con las diferentes experiencias», y que eso «redundará en beneficio de la empresa». Hay generaciones más acostumbradas a estos cambios que las anteriores, explica Aran, como los millennials. «Tienen más agudizada la necesidad de realización personal y profesional en el trabajo, buscan trabajar en lo vocacional». El 90 % de los jóvenes de la generación Y o millennials no tiene intención de quedarse más de cinco años en el mismo puesto de trabajo.


Una nueva tendencia: los job hoppers o saltadores de trabajos

«El job hopping o job jumping es una práctica que consiste en cambiar de trabajo cada pocos años», explica Aran. «Es característico de quienes buscan nuevas motivaciones y retos constantemente. Es difícil fidelizar a estas personas a medio plazo, pero aportan muchas ideas y experiencias y tienen una gran capacidad de adaptación», señala la experta.

A menudo, este tipo de trabajadores acaban volviendo a las empresas de las que se marcharon y, cuando lo hacen, vuelven aportando mucho más valor a la empresa. Aran alerta de que «conviene, a pesar de saber que se marcharán, fidelizarlos». Esta es una tendencia que se está abriendo paso en las empresas, ya que «mantenerse en un puesto de trabajo durante años comienza a verse como algo negativo». En cualquier caso, Aran recuerda que «no hay una fecha exacta: es el trabajador quien debe plantearse cuándo cree que el ciclo se ha agotado y necesita un cambio laboral».

Expertos UOC

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