Empezar la escuela a los cuatro años mejora el rendimiento de los niños prematuros

Hasta ahora solo podían empezar más tarde P.3 los niños prematuros que tenían un informe médico, la aprobación de la Generalitat y habían pasado por una guardería. A partir de este curso, pues, este último requisito ya no es necesario si se cumplen los otros.

Según Moyano, pasar por una guardería no debería ser condicionante, puesto que los estímulos pueden venir otras instancias, como por ejemplo las familias. «El paso del niño por una guardería infantil no tiene por qué influir necesariamente en su capacidad de aprendizaje», asegura.

Para Reinoso, el entorno educativo proporciona estímulos ricos y variados, posibilita el juego, la acción espontánea, favorece el aprendizaje compartido y la adquisición de hábitos. «Todo esto tiene un impacto altamente positivo en el desarrollo afectivo, social, cognitivo y motor de los niños», añade.

Ahora bien, no todos los niños avanzan al mismo ritmo. «Por eso es clave que el sistema educativo esté capacitado y sea lo suficientemente flexible para acogerlos a todos y favorecer su óptimo desarrollo», matiza. En caso contrario, es muy probable que algunos encuentren barreras de aprendizaje que se podrían evitar.

Una exigencia contrapoducte

Hay tres tipos de nacimientos prematuros: los tardíos, que han nacido entre las 32 y las 37 semanas; los muy prematuros, entre las 28 y las 32 semanas, y los extremamente prematuros, antes de las 28 semanas. Nacer antes de tiempo puede provocar al bebé hemorragias cerebrales durante el parto o inmediatamente después que pueden desencadenar en dificultades de aprendizaje, retraso en la adquisición del lenguaje, déficit de atención o dislexia. En este sentido, Reinoso destaca que obligar a los prematuros a empezar la escolarización a los tres años podría suponer «una exigencia» por encima de «sus posibilidades» que podría resultar «contraproducente y estresante».

Los estudios lo corroboran. Según un estudio de la Universidad de Bristol, empezar la escuela antes de tiempo aumenta significativamente las posibilidades de que los niños prematuros tengan peores notas, porque se encuentran en una situación de desventaja, lo que se puede cambiar, añade el estudio, dejando que empiecen las clases cuando estén preparados, aunque sea un año más tarde que los demás.

Hay que recordar que en España la educación infantil (hasta los seis años) no es obligatoria, a pesar de que, como afirma Moyano, se «recomienda», se tiene «derecho», «se incentiva» y, por múltiples factores, se incentiva que la mayoría de los niños empiece su escolarización a los tres años. Entre estos factores se encuentran el valor que la sociedad da al aprendizaje o las necesidades creadas en torno a la conciliación laboral y familiar.