8/11/16 · Estudios de Ciencias de la Salud

La mitad de los adultos diabéticos no saben que lo son

Cada seis segundos una persona muere en el mundo debido a la diabetes, según el Atlas que hizo la Federación Internacional de Diabetes el año pasado. Actualmentehay 415 millones de diabéticos y de estos un 50% no están diagnosticados, la gran mayoría de los cuales son adultos. En España afecta al 13,8% de la población, es decir, a más de 5 millones de personas; pero se calcula que más de 2 millones todavía no lo saben. Son cifras del estudio di@bet.es.
Foto: Thomas Kelley / Unsplash

Foto: Thomas Kelley / Unsplash

Cada vez hay más personas en el mundo que sufren diabetes. La Federación Internacional de Diabetes (IDF) calcula que en 2040, una de cada diez personas adultas la padecerá. Pero muchos, prácticamente la mitad, no lo saben porque no están diagnosticados. La diabetes es una alteración en el metabolismo de la glucosa que durante años puede ser silenciosa, por lo que un enfermo puede estar mucho tiempo sin tener manifestaciones clínicas evidentes. Por eso se considera a la diabetes la pandemia silenciosa del siglo XXI.

No tratar la diabetes puede tener consecuencias importantes porque el cuerpo está soportando niveles altos de azúcar en la sangre durante demasiado tiempo. El retraso en el descubrimiento de la diabetes implica que cuando se diagnostica, el 50% de los enfermos ya tiene algún tipo de complicación, como por ejemplo enfermedades cardiovasculares, ceguera, insuficiencia renal o amputación de extremidades inferiores. A todo ello hay que añadir que «los diabéticos tienen más riesgo de desarrollar cáncer y demencia, así como de sufrir infecciones», señala Pilar García Lorda, directora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.


La obesidad, principal factor de riesgo

García Lorda, que es doctora en Medicina y Cirugía, asegura que «el 70 % de los casos de diabetes en adultos se podrían prevenir o al menos retrasar con la adopción de estilos de vida saludables», es decir, tomando conciencia de la importancia de una buena alimentación y de hacer ejercicio físico. La profesora del máster de Nutrición y Salud de la UOC, Anna Bach, también está convencida de que la alimentación juega un papel importantísimo: «la dieta mediterránea puede ayudar a reducir y curar los síntomas de la diabetes tipo 2», conocida como diabetes del adulto, que es la más frecuente y está estrechamente ligada a la obesidad, hasta el punto de que se habla de «diabesidad». El 50% de los afectados por diabetes tienen sobrepeso u obesidad.

Si tenemos en cuenta que España es uno de los países que tiene más obesidad infantil ‒un 18,2 % de los niños son obesos‒, la doctora García Lorda alerta de que las cifras hacen temer un futuro poco esperanzador en cuanto a la diabetes. Y añade: «el impacto es brutal, primero por las personas afectadas pero también desde el punto de vista macroeconómico, porque los sistemas sanitarios no podrán asumir los costes».

Según el estudio SECCAID, el coste directo total anual de la diabetes en 2012 fue de 5.809 millones de euros, una cifra que representaba el 8,2% del gasto sanitario total español. El estudio concluye que los costes de la diabetes representan una proporción muy elevada del total del gasto sanitario y reclama introducir estrategias y medidas para mejorar la eficiencia en el control y el tratamiento de la enfermedad y así evitar al máximo complicaciones.

El sobrepeso y la obesidad son dos de los principales factores de riesgo de sufrir diabetes, pero existen otros más. También son factores de riesgo los antecedentes familiares de diabetes, el exceso de sedentarismo, una dieta poco saludable, la edad avanzada o haber tenido niveles altos de azúcar en algún momento, ya sea durante el embarazo o durante alguna enfermedad. La International Diabetes Federation (IDF) aconseja un test en línea de detección de riesgo como primera medida para intentar diagnosticar.


Nuevas tecnologías que facilitan la vida

La diabetes es una enfermedad crónica y por lo tanto, una vez diagnosticada, los enfermos tienen que adaptar su vida a la nueva situación. El gran reto del paciente es ser constante y seguir las recomendaciones que le dan los profesionales, unas recomendaciones que normalmente implican un cambio radical de su estilo de vida. Para la dietista Anna Bach «el manejo de la diabetes está en gran parte en manos del propio diabético». En este punto las nuevas tecnologías, especialmente los dispositivos móviles como teléfonos, tabletas o dispositivos de monitorización, se perfilan como una herramienta prometedora.

Hay todo tipo de aplicaciones: se estima que en la actualidad existen más de 1.200. Desde apps orientadas a la promoción de hábitos saludables a otras que permiten llevar el registro y la monitorización de datos personales, pasando por redes sociales de apoyo hasta dispositivos más complejos, como por ejemplo lentes de visión que permiten el registro continuo de glucosa. Según Francesc Saigí, director del programa de Telemedicina y director académico del máster universitario de Telemedicina de la UOC, «se ha demostrado que con estas tecnologías, los pacientes asumen una mayor responsabilidad por su propia salud cuando pueden ver sus propios datos». De esta manera se consigue involucrarlos en su cura y mejorar la colaboración con el sistema de salud. Ahora bien, no todos los enfermos se ven con ánimo de utilizarlas. Los que sufren diabetes tipo 1, que es la llamada infantil, están mucho más dispuestos, en cambio a los que sufren la tipo 2 les cuesta más porque suelen ser mayores y están menos familiarizados con la tecnología. En estos casos, asegura Saigi, funcionan mejor los recordatorios de medicamentos.

Expertos UOC

Contacto de prensa

También te puede interesar

Más leídos