3/7/17 · Estudios de Economía y Negocios

Inteligencia analítica e idiomas, las competencias más buscadas por los directivos

Desde el 2014, la falta de habilidades TIC entre los trabajadores también ha sido una de las principales preocupaciones para los CEO de las empresas
Foto: Rawpixel / Unsplash (CC)

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Desde hace unos años las empresas se encuentran inmersas en un proceso de digitalización que está redefiniendo el mercado laboral. ¿Estamos preparados para la transformación digital de las empresas? ¿Qué necesidades tiene el mercado de trabajo? ¿Cuáles son las competencias más buscadas? ¿Los universitarios salen del mundo académico suficientemente preparados? Expertos de la UOC lo analizan.

Las encuestas de Society for Information Management (SIM) y de Gartner —ambas, organizaciones de referencia de ámbito internacional— señalan la falta de talento en el campo de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) como una de las principales carencias para llevar a cabo la transformación digital de las empresas. Lo demuestra el hecho de que, en los tres últimos años, esta falta de competencias TIC ha sido una de las principales preocupaciones de los responsables de gestión de información, conocidos también como CIO (chief information officer). Según las dos encuestas, las competencias técnicas más difíciles de encontrar y más importantes para las empresas son la inteligencia analítica, la inteligencia de negocio y las relacionadas con los macrodatos (big data) y la ciberseguridad.

Pero, ¿en qué consiste exactamente la transformación digital de las empresas? José Ramón Rodríguez, profesor de tecnología de negocio (Business Technology) de la UOC, la define como «el proceso por el que las organizaciones cambian de forma significativa sus procesos de negocio, la relación con su personal, clientes, proveedores y socios, y modifican o crean productos y servicios mediante el uso intensivo de la información y de las TIC». Consiste, pues, en sacar el máximo provecho de las tecnologías que se han desarrollado en los últimos años, es decir, de todo el mundo de las redes sociales, de los móviles y las pantallas, de la nube, del internet de las cosas y de los macrodatos.


¿Cuáles son las competencias más demanadas?

La OCDE y el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP) han establecido una serie de competencias en las que deberían formarse los estudiantes de cara al futuro, puesto que cada vez habrá más procesos más automatizados. Se trata de competencias interpersonales, como las habilidades comunicativas, los idiomas, la resolución de problemas y las TIC.

El profesor José Ramón Rodríguez reconoce que perfiles técnicos como los ingenieros, en general, tienen carencias en algunas de estas competencias interpersonales y de comunicación, las llamadas habilidades sociales (soft skills). Y Motellón, que actualmente hace un estudio sobre qué competencias valoran más las empresas en los estudiantes recién salidos de la universidad, asegura que las competencias menos desarrolladas por los estudiantes son los idiomas y las TIC, además del liderazgo.

El estudio de la AQU Empleabilidad y competencias de los recién graduados asegura que la principal dificultad que tienen las empresas y las instituciones para contratar graduados recientes es la falta de solicitantes con las competencias necesarias. Según el Eurobarómetro 2010, el 47 % de las empresas —el 36 % en España— tiene esta dificultad.

Según la profesora, las competencias más valoradas por el gran grueso del sector productivo catalán y español —donde predominan las microempresas y las pymes— son el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la generación de nuevas ideas. Y lo que menos pide este sector son idiomas, formación teórica y liderazgo. Sin embargo, las empresas más competitivas, que son más innovadoras, reclaman especialmente competencias instrumentales como TIC e idiomas, además de trabajo en equipo.

Pero tanto José Ramón Rodríguez como Elisabet Motellón creen que la renovación generacional, la entrada de los milenistas en el mundo laboral, puede contribuir a que a medio plazo esta situación cambie, es decir, que los estudiantes terminen la universidad con más competencias TIC. Y no solo eso, sino que además tengan más conocimiento de idiomas, gracias a la nueva normativa por la que no se puede obtener el título de graduado si no se acredita el conocimiento de una tercera lengua con un nivel equivalente al B2 del Marco común europeo de referencia para las lenguas.


Empoderamiento técnico

Para el profesor está muy claro que las empresas que quieren sobrevivir deben hacer esta transformación de una manera u otra. Hasta hace relativamente poco, explica Rodríguez, las dificultades principales para desarrollar todas estas nuevas tecnologías tenían que ver con la falta de presupuesto y la falta de voluntad de los directivos, pero en los últimos años se han ido incorporando masivamente y han ido sustituyendo la informática clásica, gracias a que no tienen un coste desorbitado y que, por tanto, están al alcance de muchas más empresas. Esto, según el profesor, «ha supuesto un montón de cambios en la forma de trabajar de las empresas, y para sacar provecho de ello hace falta talento técnico que lo integre en la empresa y lo haga funcionar, pero también un empoderamiento técnico por parte del resto de la organización y de los propios directivos». Así, actualmente es «la falta de talento, la falta de competencias TIC en el mercado, la principal barrera para diseñar y ejecutar la transformación digital de las empresas y organizaciones de cualquier tipo», asegura.

Es por ello por lo que año tras año una de las máximas preocupaciones y uno de los componentes más importantes de la agenda del responsable de gestión de información es precisamente la investigación y el desarrollo de talento. «El CIO necesita cuidar de su gente y sus proveedores y alinearlos con un mensaje de cambio, pero a la vez ha de reclutar, desarrollar y retener, dentro y fuera de la empresa, nuevas capacidades, tanto técnicas como no técnicas, que son necesarias para la transformación digital y que escasean en el mercado», añade Rodríguez. Faltan técnicos de diferentes disciplinas: inteligencia analítica, inteligencia de negocio, ciberseguridad, arquitectura de la información, desarrollo de programas, etc.

¿Y por qué esta falta de perfiles técnicos? Rodríguez apunta a que durante muchos años en las universidades las carreras técnicas no han sido carreras de éxito, y reconoce que posiblemente no han sido muy atractivas porque los sueldos eran muy bajos.

Elisabet Motellón, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, explica que la digitalización de procesos está reduciendo la demanda de tareas rutinarias, fundamentalmente manuales pero también otras más cualificadas que no son manuales. Como resultado de la digitalización, según datos de la OCDE, España está entre los países con mayor porcentaje de ocupaciones susceptibles de automatización. Ahora bien, esta menor robotización de las empresas españolas, dice la profesora, «no podemos imputarla a la falta de habilidades en el uso de las TIC de los trabajadores, o por lo menos no exclusivamente, porque, de ser así, las empresas harían una inversión más intensa en la formación de sus trabajadores, en línea con las economías más avanzadas de nuestro entorno».

Expertos UOC

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