2/3/18 · Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicaciones

Las dificultades de la implantación del 5G en España

La falta de infraestructura y la poca apuesta de las administraciones retardará el proceso de transición y los beneficios de esta tecnología
Foto: <a target="_blank" href="https://unsplash.com/search/photos/telecommunication?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Echo Grid / Unsplash (CC)</a>

La presente edición del Mobile World Congress de Barcelona ha sido el escenario de la presentación de la tecnología 5G, la evolución de la conectividad inalámbrica a internet. Empresas como Seat o SK Telecom han presentado prototipos de vehículos autónomos y Huawei ha revelado cómo será el primer router doméstico que funcionará a velocidad 5G. El horizonte del encendido de esta tecnología en Europa es el 2020, pero la multitud de cambios en el aspecto radioeléctrico, de legislación y de infraestructura para que funcione hace que la implantación del 5G en España sea todo un reto.


¿Qué es el 5G?

Una innovación que debe permitir tres grandes mejoras:

- Aumento de la velocidad de conexión: se prevé que el 5G pueda ofrecer velocidades de conexión cien veces más rápidas que las actuales, lo que permitirá la descarga de datos (películas, música, emisión en directo, documentos) a una velocidad mucho más elevada.

- Reducción de la latencia: el tiempo con el que se envía un paquete de datos por internet y se recibe la respuesta se reducirá de forma drástica, ya que llegará a ser de tan solo un milisegundo. Esto permitirá llevar a cabo operaciones telemáticas prácticamente al instante, lo que puede favorecer la conducción de vehículos o las intervenciones quirúrgicas a distancia.

- Más dispositivos conectados a la vez: el 5G, además, debe facilitar que cada vez haya más usuarios y objetos conectados a la red al mismo tiempo, sin interrupciones de señal y a una velocidad elevada. Así, teléfonos, electrodomésticos, vehículos, relojes, semáforos, etc. podrán estar conectados y transmitir datos constantemente.

«El nuevo escenario es el internet de las cosas: todos los aparatos conectados a la red tanto en casa como en la calle», explica el director del máster universitario de Desarrollo de Aplicaciones para Dispositivos Móviles de la UOC, Carles Garrigues. «Para cubrir esta demanda necesitamos la evolución hacia esta quinta generación», añade. Sin embargo, todavía existen varios pasos pendientes para que España pueda acoger esta tecnología como se hace en el resto de países. Carles Garrigues los explica a continuación.


Mover los canales de la TDT

2020 es el año en el que se prevé encender el 5G, momento en el cual la tecnología empezará a funcionar para dar servicio real a los usuarios. Este también será el momento en el que la TDT deberá moverse fuera de los 700 MHz para dejar espacio para el 5G, que necesita mucho ancho de banda para funcionar. Así, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital deberá afrontar una nueva reforma del espacio radioeléctrico y las operadoras tendrán que invertir para renovar sus canales.

«Durante la primera mitad de 2018 tendríamos que ver la licitación de licencias de uso del espectro radioeléctrico», explica Garrigues, que añade que es posible que las primeras licencias se den para bandas entre los 1,5 y 3,6 GHz, «y más adelante habrá que licitar también la banda de los 700 MHz».


Definir el estándar del 5G

Hasta ahora, las compañías que han desarrollado esta tecnología lo han hecho con sus propios criterios y sin un estándar consensuado. «Para finales de 2018 está prevista la publicación del estándar 5G Standalone, que definirá cómo es una red con tecnología totalmente 5G», explica Garrigues, que considera que operadoras y entes reguladores deberían ponerse de acuerdo durante este primer tramo de año para cumplir con los plazos.


Invertir en infraestructura

Durante 2019 está previsto el despliegue masivo de infraestructura 5G. Esto significa que las operadoras tendrán que hacer la inversión más fuerte que se requiere para poder dar cobertura a buena parte del territorio: renovación y colocación de antenas, definición de los servicios que ofrecerán con el 5G, políticas comerciales, etc. Las operadoras y las administraciones deberán volver a ponerse de acuerdo para pactar cómo se hará esta inversión, qué costes asumirá cada uno y cuáles serán los plazos de ejecución.


Consolidar las pruebas piloto

Finalmente, para sacar provecho de esta nueva red, las administraciones públicas «deben dar un paso más y consolidar las distintas pruebas piloto que hemos ido viendo en nuestras ciudades con vistas a desarrollar ciudades más inteligentes», explica Garrigues. La gestión de la movilidad, el alumbrado público, la seguridad ciudadana y los recursos hídricos son aspectos que podrán «desarrollarse de forma masiva gracias a esta red 5G, pero los ayuntamientos han ido poco más allá de proyectos iniciales y pruebas sin mucha continuidad», afirma el experto.

Expertos UOC

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