12/4/18 · Investigación

Desplazarse en bicicleta reduce un 40 % el riesgo de muerte prematura

Los expertos afirman que crece la concienciación contra la contaminación y a favor de la salud a la hora de desplazarse
Foto: UOC

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Todas las personas que van en bicicleta al trabajo reducen en un 41 % el riesgo de morir en el trayecto. También se reduce un 52 % la posibilidad de muerte por enfermedad cardíaca y un 40 % la de muerte por cáncer. Así lo asegura un estudio de la Universidad de Glasgow, publicado en mayo pasado en el British Medical Journal, en el que se indica que se reduce un 46 % la posibilidad de desarrollar enfermedades del corazón y un 45 % la de desarrollar cáncer. Se trata de un estudio elaborado con 264.377 personas, de una edad media de cincuenta y tres años, con un seguimiento durante cinco años. El 19 de abril se celebra el Día Mundial de la Bicicleta y cada año que pasa los ciudadanos son más conscientes de los beneficios que tiene su uso para la salud. «Respirar este veneno causado por la contaminación no es sostenible y la gente lo sabe», apunta el autor de La revolución silenciosa. La bicicleta como motor del cambio en el siglo xxi (Editorial UOC), Daniel Cabezas, que considera que «deberíamos estar agradecidos cada vez que vemos a un ciclista» en la ciudad.


Cada año 250 personas mueren en Barcelona debido a la contaminación

Para Cabezas, todas las personas que utilizan la bicicleta «hacen un favor a toda la sociedad porque se mueven sin contaminar». Los datos le dan la razón: un mínimo de 250 personas mueren cada año en Barcelona porque se superan los límites de contaminación que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un estudio de 2017 de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). El informe también indica que la contaminación causa casi 1.500 ingresos hospitalarios anuales. «Tenemos un grave problema de contaminación que irá en aumento», insiste Cabezas, que lamenta que los coches estén «por todas partes». En este sentido, recuerda que no se trata de ser «cochófobo», pero sí de admitir que se hace del automóvil un «uso abusivo».

Como ejemplo, el experto afirma que el coche ocupa la mayor parte de la vía pública de una ciudad. Concretamente, en Barcelona y Madrid, el 80 % de la contaminación está generado por el tráfico rodado. «Hemos revertido la jerarquía urbana», denuncia el autor del libro, que alerta de que el vehículo privado es «el protagonista de nuestras ciudades». Precisamente, Cabezas considera que, para cambiar esta situación, Barcelona «hace años que apuesta por la bici» y que Madrid, aunque lo hace de manera más «tímida», también tiene ganas de bicicleta. Como ejemplo, Cabezas recuerda que en Madrid se están llevando a cabo acciones como las áreas de prioridad residencial y que en Barcelona tienen lugar iniciativas como las supermanzanas, entre otras. Pero habrá que ver si finalmente será posible llegar a 2019 habiendo triplicado los kilómetros de carriles bici —tal como se comprometió a hacer Ada Colau cuando asumió la alcaldía en 2015. «Estamos en un punto prometedor, pero siempre nos parecerá insuficiente», reivindica Cabezas, que asegura que si se mira diez años atrás se ve que «hemos avanzado más que en los treinta anteriores».

Aunque son ampliamente conocidos los beneficios para la salud que aporta el uso de la bici, uno de los mantras utilizados en su contra es que respirar aire contaminado desde la bicicleta es más perjudicial que respirarlo desde el coche. La investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y doctora en Ciencias Ambientales Laura Calvet Mir desmiente que sea así y reivindica que la solución para reducir la contaminación requiere necesariamente que haya «más bicis». «Cada vez hay una mayor concienciación de parte de la ciudadanía, pero tenemos que saber promocionarla más», reivindica Calvet, que también cree que debemos ser «corresponsables». Para la experta el «simple hecho de moverte, caminar o ir en bici implica un aumento del metabolismo» y recuerda que «el sedentarismo es uno de los principales problemas de salud pública mundiales».

Lo mismo opina el profesor colaborador de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC Alex Vidal, que asegura que moverse en bicicleta es «muy útil» para gente con sobrepeso.

Aparte de las bicicletas, Vidal recuerda que también están adquiriendo mucho relieve los patinetes y todo tipo de vehículos eléctricos. «Los otros vehículos también están muy de moda, pero la bici siempre tienes que moverla tú», recuerda el nutricionista, que añade que, en cuanto a salud, por muchas nuevas tecnologías que aparezcan, «la bici siempre será más aconsejable que cualquier otra». Ante el aumento del uso de la bici, Vidal celebra que haya un crecimiento de la «concienciación contra la contaminación», pero también a favor de una «vida sana». «La gente ya sabe que hay que evitar el sedentarismo y que la bici es una manera de combatirlo», concluye.

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