22/9/16 · Institucional

«En la UOC apostamos por tender a grados de tres años»

Carles Sigalés ,

La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) arranca el curso con cerca de 40.000 estudiantes y con la puesta en marcha, por primera vez, de un grado de tres años –el de Diseño y Creación Digitales– y de estudios de formación profesional. El vicerrector de Docencia y Aprendizaje, Carles Sigalés, desgrana las claves de un nuevo curso que también tiene en el punto de mira la internacionalización y la investigación.

La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) arranca el curso con cerca de 40.000 estudiantes y con la puesta en marcha, por primera vez, de un grado de tres años –el de Diseño y Creación Digitales– y de estudios de formación profesional. El vicerrector de Docencia y Aprendizaje, Carles Sigalés, desgrana las claves de un nuevo curso que también tiene en el punto de mira la internacionalización y la investigación.

Este curso se incorporan los grados de tres años al sistema universitario y la UOC ofrecerá uno de ellos. ¿La UOC seguirá apostando por la fórmula 3+2 (3 años de grado y 2 de máster)?

Este septiembre empezamos el nuevo grado de Diseño, que más allá de tener 180 créditos, seguirá una metodología de trabajo por proyectos que intenta superar las divisiones entre disciplinas. El trabajo interdisciplinario es clave en el desarrollo de las competencias.

En el caso de la UOC, apostamos por tender a grados de 180 créditos porque permite hacer un mejor intercambio de estudiantes y programas, pensando en la internacionalización. Sin embargo, no haremos un dogma de ello. Estaremos pendientes de lo que hace nuestro sistema universitario, que en Cataluña apuesta mucho más por flexibilizar la duración que en España.

La UOC comparte actualmente dieciocho programas con otras universidades. ¿Seguirá potenciándose esta colaboración?

Sí, porque una de las cosas que han ayudado a la integración y la aceptación de la UOC dentro del sistema universitario catalán es que el nivel de colaboración ha crecido. Tenemos dieciocho programas conjuntos, grados y másteres, con otras universidades: el grado de Antropología y Evolución Humana con la Universitat Rovira i Virgili; el de Historia, Geografía e Historia del Arte con la Universidad de Lleida; el de Gestión y Administración Pública con la Universidad de Barcelona; de Traducción, Interpretación y Lenguas Aplicadas con la Universidad de Vic... Y en el ámbito de los másteres, colaboramos con todas las universidades públicas y con alguna de las privadas.

Nuestra presencia ayuda a hacer el sistema más eficiente y permite que las universidades tengan más presencia de estudiantes en territorios con menos población y oferta.

Aparte del 3+2, la otra novedad del curso es la alianza con los Jesuitas para ofrecer estudios de formación profesional. ¿Por qué se apuesta por estudios no universitarios?

Somos una universidad que forma personas a lo largo de la vida, de modo que hay una formación oficial, más allá de los grados y los másteres, que vale la pena explorar; experiencias de formación profesional que también son educación superior.

Además, de cara al futuro, estas fronteras estarán cada vez más diluidas en la medida en que la universidad forme a los estudiantes para competencias y haga ofertas más personalizadas y adaptadas a las necesidades concretas. La UOC presta servicios a segmentos de población que tienen más dificultad para acceder a la formación presencial superior, y eso se tiene que poner en valor. Somos una universidad inclusiva, en el sentido de que damos servicio a un sector de la población que tradicionalmente ha quedado fuera de la experiencia universitaria.

¿Esta alianza también tiene que ver con el hecho de que los Jesuitas apuesten por una revolución educativa?

Este es el otro elemento estratégico: la evolución del modelo educativo. El nuestro tiene algunas particularidades (está centrado en perfiles de formación universitaria y de formación superior, de personas con una base de conocimiento adquirido importante, de perfil adulto...), pero en los rasgos fundamentales los procesos de aprendizaje formal tienen una base común que puede compartirse con todas las etapas del sistema educativo.

En este sentido, las experiencias que han sido útiles en educación primaria y secundaria también lo pueden ser en la universidad, salvando las diferencias, y la Fundación Jesuitas Educación está inmersa en un proceso de renovación y mejora de los proyectos educativos que ha hecho que nos acerquemos a ella.

Además, este acuerdo también tiene que ver con nuestra participación en el proyecto Escola Nova 21, un programa que realizamos con la Fundación Jaume Bofill, el Centro UNESCO y La Caixa, que está pensado para hacer avanzar el sistema educativo de primaria y secundaria, y al que nos hemos sumado porque, como universidad, también nos ayuda a revisar y hacer evolucionar nuestro modelo. En este programa nos encargamos de la parte de la investigación, que nos sirve para revisar los fundamentos de lo que quiere decir educar en la sociedad del conocimiento en el siglo XXI.

La internacionalización también es una de las claves de los próximos años...

La internacionalización es la vía por la que vendrá nuestro crecimiento. Cataluña es nuestro hábitat natural, pero tenemos que ampliar horizontes e ir a buscar más estudiantes del resto de España y del mundo, y también profesores y colaboradores de diversos perfiles, y tener una red cada vez más amplia de universidades colaboradoras. En el futuro no habrá universidades de excelencia estrictamente locales, porque se empobrecerán, y no en sentido económico sino académico.

Sin embargo, ¿se puede crecer sin renunciar a la calidad?

La pregunta la haría al revés: ¿se puede mantener la calidad sin crecer? Puede parecer un contrasentido: si creces muy deprisa y no eres capaz de articular respuestas adecuadas a ese crecimiento, puedes sufrir una caída de la calidad (porque no tienes suficientes profesores, porque el apoyo tecnológico que da servicio a los estudiantes no se aguanta, porque se incrementan las quejas de los estudiantes...). Pero nuestra universidad solo es viable si trabaja con volúmenes grandes. Las economías de escala nos funcionan.

Se está trabajando en un plan específico para combatir el abandono. ¿Qué puede adelantar sobre ello?

De momento lo que podemos decir es que se está trabajando transversalmente. Desde el Vicerrectorado de Docencia y Aprendizaje estimulamos e impulsamos algunas acciones. Técnicamente, no consideramos que un estudiante haya abandonado hasta que hace cuatro semestres que no se matricula, ya que nuestros estudiantes a menudo van y vienen. Pero sabemos que, si un estudiante abandona un semestre, hay una probabilidad muy alta de que no vuelva.

El problema principal lo tenemos los dos primeros semestres y, aunque también es un problema de las universidades en general, afecta especialmente a las universidades no presenciales.

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