7/2/18 · Institucional

«Hay que dar visibilidad a mujeres que trabajan en los sectores de la ciencia y la tecnología»

Foto: UOC

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Mireia Calvo , ganadora del Premi Dona TIC Revelació y profesora colaboradora del máster universitario de Ciencia de Datos (<em>Data Science</em>)

 

Acaba de recibir el Premi Dona TIC Revelació, organizado por Tertulia Digital y la Generalitat de Cataluña. Ingeniera superior de Telecomunicaciones, con un máster de Ingeniería Biomédica y un doctorado europeo de Procesamiento de Señales y Telecomunicaciones, Mireia Calvo ya ha conseguido cinco becas durante su carrera profesional y acaba de doctorarse.

 

 

Acaba de recibir el Premi Dona TIC Revelació, organizado por Tertulia Digital y la Generalitat de Cataluña. Ingeniera superior de Telecomunicaciones, con un máster de Ingeniería Biomédica y un doctorado europeo de Procesamiento de Señales y Telecomunicaciones, Mireia Calvo ya ha conseguido cinco becas durante su carrera profesional y acaba de doctorarse.

 

¿Qué significa recibir el Premi Dona TIC Revelació?

Teniendo en cuenta mi corta carrera profesional, este premio supone un claro impulso para seguir creciendo como ingeniera y como investigadora. En mi caso, significa una motivación para continuar buscando soluciones de gran impacto para la sociedad en el campo de la ingeniería biomédica, dando respuesta a problemas médicos que la medicina no es capaz de resolver por sí sola y que, por lo tanto, debido a su complejidad, necesitan las herramientas que la ingeniería les proporciona.

¿Por qué te mereces este reconocimiento?

Un rasgo positivo que me caracteriza es mi motivación para aprender y superarme. Por ello, con el fin de aplicar los conocimientos adquiridos en ingeniería de telecomunicaciones a la medicina, mientras cursaba un máster de Ingeniería Biomédica empecé a trabajar en el sector. En primer lugar, como investigadora en el departamento de I+D de salud electrónica de BDigital (actualmente Eurecat), donde colaboré en un proyecto con financiación nacional; más adelante, como ingeniera biomédica en la sección de arritmias del Hospital Clínic de Barcelona, donde participé en varios proyectos, algunos de los cuales internacionales. Esto me proporcionó un fondo y una experiencia que me permitieron obtener hasta cinco becas, entre ellas una de posgrado de la Obra Social «la Caixa», gracias a la cual hice mis estudios de doctorado en Francia.

¿Cuál ha sido el tema de tu tesis?

El objetivo de la tesis era entender mejor una enfermedad que provoca muerte súbita cardíaca en personas con un corazón aparentemente normal, llamada síndrome de Brugada. La tesis propone una herramienta innovadora que combina métodos en procesamiento de señales, modelización y aprendizaje capaz de detectar automáticamente los pacientes con el síndrome que tienen un elevado riesgo de sufrir muerte súbita. La incorporación de esta herramienta en la práctica clínica mejoraría la selección de pacientes que necesitan la implantación preventiva de desfibriladores cardíacos y, por lo tanto, supondría un gran impacto social y económico.

¿Por qué todavía no es fácil encontrar a chicas en carreras técnicas como la tuya?

Un factor muy importante es la falta de referentes. El hecho de encontrar todavía a pocas mujeres en sectores técnicos hace que pocas chicas se planteen esta opción cuando deciden los estudios superiores que quieren cursar.

¿Está cambiando, esto, en los últimos años?

Sí. A medida que más mujeres accedemos a estas titulaciones, las hacemos visibles a niñas de nuestro entorno, que ven la posibilidad de dedicarse al sector de las TIC en un futuro.

¿Qué medidas deberían adoptarse para potenciar las vocaciones tecnológicas entre las chicas más jóvenes y romper este patrón?

Siguiendo con la idea de la falta de referentes, creo que para luchar contra los estereotipos que asocian la tecnología con el género masculino se necesitan iniciativas como los premios Dona TIC o Wisibilízalas, de la Universidad Pompeu Fabra, ya que dan visibilidad a mujeres que trabajan de forma exitosa en los sectores de la ciencia y la tecnología.

¿Las cuotas son una buena idea?

No. Personalmente, creo que no se trata de «forzar» la igualdad entre hombres y mujeres dejando acceder a más chicas a las titulaciones técnicas. Esto no nos hará más competitivas. Actualmente, pienso que la única diferencia entre hombres y mujeres es su motivación para dedicarse a sectores técnicos, ya que reciben la misma educación en la escuela y, por lo tanto, están igual de preparados para acceder a este tipo de titulaciones. Creo que no se trata de ofrecer facilidades a las mujeres, ya que no las necesitan; lo que falta es encontrar la forma de motivarlas e incentivarlas a desarrollar sus capacidades también en estos sectores.

Como profesora colaboradora de la UOC, ¿qué dirías a las estudiantes que estén planteándose empezar una formación técnica?

Que las carreras técnicas son el futuro. El mundo es cada vez más digital, y estudiar una titulación técnica les proporcionará las herramientas básicas necesarias para resolver cualquier problema que se les presente, sea cual sea el sector de su interés.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo aquí?

Lo mejor de ser profesora de la UOC es que me permite transmitir no solo mi conocimiento sino también mi motivación por la ciencia y la tecnología a las nuevas generaciones. Me apasiona proporcionar conocimiento y nuevas herramientas a mis alumnos, pero lo que encuentro aún más enriquecedor de la docencia es poderlos motivar para que sigan formándose más allá de nuestro intercambio durante los estudios. Creo fuertemente en el impacto que un profesor puede tener en la sociedad por medio de sus alumnos.

 

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