11/5/16

Escoger escuela de verano o colonias: ¿qué hay que saber?

De idiomas, de música, de danza, deportivos, tradicionales, artísticos... los tipos de escuela de verano o de colonias que hay en el mercado son muy diferentes. Estos días los padres deben elegir cuál es la mejor opción para sus hijos una vez terminen el curso escolar. Pero, ¿en qué se deben fijar a la hora de elegir? Segundo Moyano, director del Grado en Educación Social de la UOC, y Montserrat Martínez, profesora colaboradora de los estudios de Psicología i Educación, analizan los aspectos que se debe tener en cuenta.
Chicos haciendo una clase teórica de surf en una escuela de verano.<br />Foto: Miguel Navaza flickr/CCO

Chicos haciendo una clase teórica de surf en una escuela de verano.
Foto: Miguel Navaza flickr/CCO

La edad en que deben comenzar a ir a la escuela de verano o de colonias

Según los expertos, no se puede hablar «de edades idóneas» para ir a una escuela de verano o a unas colonias. «Lo que hay que procurar es que los objetivos y los contenidos se adapten a las edades de los niños y a sus intereses», explica Moyano. Martínez, sin embargo, apunta que los niños pueden empezar a acudir a la escuela de verano desde los 3-4 años, porque eso les ayuda a compartir ratos de ocio con compañeros de su edad. «Ir a la escuela de verano del colegio ayudará a un niño de P5 a sentirse más seguro el próximo curso, cuando empiece primaria, ya que se relacionará con los niños que se encontrará más adelante», ejemplifica Martínez. En cuanto a las colonias de verano, la psicóloga cree que a los 5-6 años el niño puede estar preparado para ir y dormir fuera de casa unos cuantos días. «Cada niño, sin embargo, es diferente, siempre hay que pensar en la madurez de la criatura», puntualiza.

Motivos que se deben priorizar a la hora de elegir escuela de verano o colonias

Lo que hay que priorizar es que se hagan actividades que gusten al niño. «Cada criatura tiene sus gustos y habilidades, y actualmente hay una gran variedad de centros y colonias que pueden motivar», dice Martínez. Tanto ella como Moyano destacan que lo más importante es que el niño se divierta. Moyano es crítico con las escuelas o colonias dedicadas a aprendizajes muy específicos. «El niño debe jugar, pasear, hablar con otros niños, conocer lugares escondidos, vivir aventuras, saltarse un poco las normas... No tiene sentido que acuda a una escuela de verano o participe en unas colonias donde haga lo mismo que durante el curso escolar. Esto me parece simplemente una obsesión de los padres o no entender que el tiempo libre es otra cosa», afirma.

Cómo actuar si un niño o niña no quiere ir

Es habitual que los niños les cueste dormir fuera de casa porque se alejan de sus vínculos, coinciden en señalar Moyano y Martínez. Ahora bien, una manera de romper ese miedo y que el niño se muestre más receptivo es hacerle «invitaciones progresivas» a poder dormir fuera de casa durante el curso, en casa de familiares o amigos. «A veces los límites de la protección excesiva son muy finos», apunta Moyano.

Cómo se debe preparar a los hijos para ir de colonias o la escuela de verano

Ambos expertos coinciden en que no hay que insistir demasiado. Martínez asegura que hay que motivarlos y explicarles que puede ser divertido. «Lo que sí es necesario es hacerles partícipes de la actividad que llevarán a cabo ayudando a preparar la mochila o las cosas para ir de excursión», ejemplifica. Moyano añade que «de vez en cuando» hay que recordarles, en caso de que se marchen de colonias, a dónde irán, a cuántas horas estarán de casa, cuántas noches dormirán fuera. «Hay que incentivar su interés», señala.

Cómo lo viven los niños

«Depende del niño», dejan claro los expertos. En general, sin embargo, es una mezcla de emociones: aventura, descubrimiento, miedo, añoranza, exaltación, desazón, conocimiento de los demás... «Las reacciones son variables, pero en general los niños disfrutan sobre todo si se van unos días a lugares distintos de donde residen habitualmente», explica Moyano. Martínez apunta que los niños viven la escuela de verano con más normalidad. «Como no duermen fuera, para ellos es un momento para jugar», añade.

El papel de los padres cuando se van de colonias

Cuando sus hijos se van de colonias, hay padres que se angustian, algunos los echan de menos mucho y otros no tanto. «Depende mucho de si los hijos son más más miedosos, más inseguros...», matiza Martínez. En todo caso, según Moyano, lo tienen que vivir con normalidad. Para ello solo tienen que recordar cómo se sentían ellos cuando se iban de colonias. «Los días que están fuera, además, los padres pueden aprovechar la oportunidad para hacer actividades que no pueden llevar a cabo con los niños», añade Martínez.

Expertos UOC

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