25/7/16 · Estudios de Ciencias de la Salud

El estrés hace perder memoria y el deporte la mantiene en forma

¿Por qué perdemos memoria cuando nos hacemos mayores? ¿Qué podemos hacer para evitarlo? Profesores de Psicología de la UOC dicen que el estrés es un mal enemigo y que el deporte es un buen aliado. «El estrés lesiona las neuronas» y las deja más vulnerables, hasta el punto de que pueden acabar muriendo, explica el neurocientífico Diego Redolar. En cambio, «mantenerse físicamente activo», practicando actividades adaptadas a cada edad, «puede estimular las funciones de atención y de memoria», dice la psicóloga experta en este ámbito Modesta Pousada.
Profesores de Psicología dan consejos a las personas mayores para mantener una mente ágil y joven.<br />Foto: Flickr / ANSES (CC)

Profesores de Psicología dan consejos a las personas mayores para mantener una mente ágil y joven.
Foto: Flickr / ANSES (CC)

«Todos los episodios estresantes que han tenido lugar en nuestras vidas pueden aumentar la probabilidad de que suframos problemas de memoria durante el envejecimiento», afirma Redolar. ¿Cómo? Estudios científicos han encontrado que «las hormonas del estrés dañan las neuronas y eso las deja en un estado de máxima vulnerabilidad». Durante el envejecimiento es bastante habitual que se den «cambios en la cantidad de flujo sanguíneo que llega al cerebro, dado que el sistema vascular también envejece. Estos cambios en condiciones neuronales normales podrían pasar inadvertidos; pero, si nos topamos con neuronas vulnerables, pueden resultar letales», alerta el profesor de la UOC.


Juegos de mesa y leer, entre las actividades recomendadas

Hay muchas actividades cotidianas que podemos hacer para «estimular las funciones de atención y de memoria: jugar a algún juego de mesa (cartas, dominó...), leer, asumir un reto nuevo (como por ejemplo aprender a utilizar internet, empezar a estudiar un idioma o cultivar un huerto), mantenerse físicamente activo –adaptando el tipo de actividad a las características y la edad– y cuidar las relaciones sociales», explica Modesta Pousada. Todas ellas ayudarán a mantener la mente y el cuerpo «en forma».

Redolar añade: «El ejercicio no solo es ventajoso para fomentar el nacimiento de nuevas neuronas, sino que también ayuda a mantener un equilibrio y un entorno óptimo en nuestro cerebro».


Nivel educativo y otros factores que condicionan la memoria

Hay una serie de factores que están relacionados con el rendimiento de nuestra memoria: «el nivel educativo, el estado de salud general o el estado de ánimo», explica Pousada. Existen estudios científicos que han demostrado que «persones de un nivel educativo menor tienden a experimentar un declive de memoria mayor que las de nivel educativo superior», comenta la psicóloga de la UOC.


Los recuerdos que explican las personas mayores no siempre son fieles a la realidad

No recuerdan qué han comido, pero en cambio explican con todo detalle vivencias del pasado. ¿Por qué les pasa esto? Pousada dice que estos recuerdos personales del pasado tienen unas características muy particulares: «por una parte, son muy selectivos y habitualmente corresponden a episodios con una fuerte carga emocional y, por la otra, pueden haber sido reelaborados y modificados a lo largo del tiempo, de modo que el recuerdo actual mantenga solo una similitud vaga con el episodio original».


Las TIC, un gran aliciente

«Las TIC pueden ser un instrumento muy útil para la gente mayor», constata Pousada. Y pone algunos ejemplos: «un abuelo puede querer aprender a hablar con sus nietos por Skype si viven lejos de casa, u organizar un viaje a partir de la información que encuentre en la red o apuntarse a la UOC porque le encanta la historia y no ha podido estudiarla nunca».


¿Cómo envejece la mente?

«Los recuerdos los guardamos en el almacén cerebral, la corteza, mientras que para poder formarlos, consolidarlos y archivarlos en este almacén como memoria necesitamos una estructura, el hipocampo», explica Redolar. A medida que envejecemos «el hipocampo experimenta una degeneración importante». Y añade: «la pérdida de memoria asociada al envejecimiento se debe a la pérdida de neuronas en esta estructura. Por eso se va perdiendo la capacidad de consolidar y almacenar los hechos nuevos como memoria en la corteza y se mantiene la capacidad de acceder a los recuerdos que tenemos afianzados desde hace tiempo en nuestro almacén», concluye el neurocientífico.

Expertos UOC

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