6/12/16 · Investigación

La proliferación del coche eléctrico en las smart cities tendrá un gran impacto energético

Las ciudades inteligentes (smart cities) Y las empresas del sector logístico deberán afrontar retos importantes ante la proliferación de los coches eléctricos. Y uno de estos retos es, paradójicamente, la cantidad de energía eléctrica que sería necesaria para alimentar una flota importante de estos vehículos limpios y sostenibles. Ante las recientes noticias que apuntan a un impulso en la producción y compra de estos automóviles, un estudio internacional publicado hace unos meses en la revista internacional Energies —en el que participaron expertos de la UOC— ya señalaba diferentes retos medioambientales y logísticos con los que se pueden encontrar las ciudades inteligentes del futuro a la hora de afrontar el nuevo paradigma que implica la introducción progresiva del coche eléctrico.
<a href="http://dahlstroms.com/">Håkan Dahlström Photography</a>

«La introducción del coche eléctrico tiene muchas ventajas pero también genera nuevas complejidades logísticas que deben resolverse. Y no es un problema trivial porque implica aspectos estratégicos, tácticos y operativos vinculados a la logística de la ciudad», resume Ángel Juan, director del grupo de investigación Internet Computing & System Optimization (ICSO) del IN3 de la UOC y uno de los autores del estudio junto con Jésica de Armas (UOC) y expertos de la Universidad Nacional del Litoral de Argentina, el Rochester Institute of Technology de Nueva York y la Universidad Pública de Navarra.


Un mercado al alza

El mercado de vehículos eléctricos en España registra, hoy en día, unos porcentajes de crecimiento muy altos. Así, durante la primera parte del año –de enero a agosto– las matriculaciones casi se han duplicado respecto al mismo periodo de 2015, según las estadísticas de la patronal de fabricantes ANFAC. Para potenciar aún más este crecimiento, el Congreso de los Diputados inició a finales de noviembre la tramitación de un proyecto de ley que quiere impulsar las ventas con ayudas de hasta 7.000 euros para la adquisición de este tipo de turismos.

Por las mismas fechas, fuera de España también se apostaba por este mercado al alza, ya que en el Foro Anual de China sobre la industria del automóvil, organizado por la China-Europe Business School (CEIBS) en Shanghái, se anunciaba la intención del gigante asiático de impulsar estos vehículos. Unos días antes, Volkswagen había anunciado su intención de convertirse en líder mundial de los coches eléctricos antes del 2025.


Retos medioambientales

Sin embargo, según los expertos la apuesta por los coches eléctricos no es tan limpia y sostenible como la gente piensa a menudo. «Generan mucha menos contaminación asociada a la actividad de circulación, pero siguen requiriendo una gran cantidad de energía eléctrica que hay que generar, transportar hasta las ciudades y almacenar de manera eficiente. La generación de energía eléctrica en grandes cantidades también puede ser una fuente importante de contaminación y, además, puede requerir el uso de fuentes de energía, como la nuclear, que llevan asociadas otras problemáticas y externalidades. Este, por tanto, es un tema que también tiene repercusiones sociales y éticas», apunta Juan.


Red todavía insuficiente

Otro aspecto que los expertos destacan es la falta de puntos de recarga en muchas de las ciudades actuales. «Hay que tomar decisiones complejas con relación al número de puntos de recarga, su capacidad y el lugar donde se ubicarán en las ciudades. Es decir, hay que planificar un diseño eficiente para la red de estaciones de recarga o de intercambio de baterías», indica este experto de la UOC. Se trata de un problema del que son conscientes las empresas del sector. Prueba de ello es que hace pocos días se supo de la intención de las empresas Grupo BMW, Daimler AG, Ford Motor Company y Grupo Volkswagen con Audi y Porsche de desplegar la red de recarga eléctrica más potente de Europa. Se prevé que comience en 2017 con unas 400 estaciones en Europa y que en 2020 haya miles de puntos de recarga de alta potencia en el continente.

A pesar del despliegue de estos puntos de recarga, Ángel Juan destaca otros retos asociados a las limitaciones de la tecnología actual. «La carga de una batería eléctrica aún requiere mucho más tiempo que la de un vehículo tradicional. En la práctica, esto significa que el recorrido de estos vehículos está limitado a la durabilidad de la batería, a menos que se apliquen estrategias de intercambio de baterías in situ. Esta limitación en la autonomía obligará a las empresas logísticas a rediseñar sus planes de distribución, y así harán posible un transporte más sostenible y eficiente a la vez», concluye Juan.

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