En la actualidad, existen diversas pruebas que indican cuál es la dirección que está siguiendo la cultura. La especialización, en primer lugar, da como resultado profesionales con una mejor preparación específica pero más ignorantes por lo que respecta a la cultura general. En este sentido, las preferencias informativas de los ciudadanos demuestran un creciente interés por la prensa segmentada y local y, también, por la información inmediata. Por otro lado, desde el mundo editorial se ha podido constatar que las preferencias de los lectores se orientan cada vez más hacia el libro práctico, entendido más como herramienta de autoformación que como elemento literario, cultural o lúdico. De la misma forma, la necesidad permanente de formación que han provocado Internet y el uso de las nuevas tecnologías han llevado al autor de este artículo a la conclusión de que se está imponiendo una visión pragmática de la cultura que contribuirá muy poco al desarrollo de la sociedad y del ser humano.
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| Especialización de la cultura |
Hay una serie de síntomas que nos van avisando por dónde va la evolución cultural de Europa Occidental, en general, y de España en particular. A mí me gustaría referirme, básicamente, a tres de esas evidencias, cuatro quizás:
En primer lugar, la especialización de la cultura. Este es un fenómeno muy preocupante, que deberemos vigilar y luchar para que no avance en exceso.
Un gran empresario español, Rafael del Pino hasta hace poco presidente de Ferrovial y su máximo accionista decidió crear, una vez retirado de la presidencia de su empresa, una fundación, de cuyo patronato me honro en formar parte como miembro del consejo asesor. El señor del Pino la constituyó como un reto para devolver al mundo de la empresa gran parte de lo que él había obtenido, con un fondo patrimonial o fundacional creo que de 18.000 millones; es decir, estamos hablando de una fundación seria, importante y con recursos, cuyo objetivo es luchar por el nivel cultural de los directivos de empresa.
Me comentaba que en sus años al frente de la gestión de Ferrovial le había sorprendido la cantidad de directivos que había encontrado, no tan solo en Ferrovial sino también entre proveedores, clientes y competidores, con una enorme preparación, con un elevado nivel de conocimientos en sus especialidades sean económica, de ingeniería o la que fuere pero con una notable debilidad cultural. En su opinión esto no sólo es grave como seres humanos sino que es ineficaz, o contribuye a una ineficacia, para la alta gestión.
Defiende, y creo que con bastante razón, que para llegar a altos niveles de gestión no basta con ser un gran conocedor de los temas en los que trabajas sino que necesitas un nivel cultural general que te permita: primero, racionalizar los temas, seguirlos con una cultura racional y, segundo, mantener unas relaciones empresariales y sociales, a las que el cargo obliga, con un nivel cultural digno de las personas con las que tratas. Dada su experiencia, ha comprobado en muchas ocasiones que esto no es así, y tiene razón.
En general, la formación europea es mucho más humanista y universalista. La gente sale de la universidad con un relativamente sólido conocimiento de su especialidad y con una cultura general bastante amplia. Por otro lado, la formación de las universidades americanas genera grandes especialistas, pero con enormes lagunas en los temas de cultura general. Esto lo hemos visto y comprobado en muchos casos.
Lamentablemente, a pesar de que la universidad española mantiene unas cotas aceptables en la formación específica de los universitarios, en mi opinión está perdiendo vigor en la franja de cultura general de una manera acelerada; y éste no es sólo un problema universitario, lo es también de la enseñanza general básica y de todo tipo de enseñanza.
Desde hace mucho tiempo se está hablando de la necesidad de reformar la enseñanza de humanidades (hoy día poca gente llega a la universidad con una formación mínimamente aceptable en temas básicos de cultura general, geografía, historia, literatura, ciencias humanas, en general), y no se afronta porque se acaban mezclando los temas de orden político con los puramente académicos. Ello hace que nunca se llegue a tener un proyecto común y se continúe con una situación realmente defectuosa.
El nivel medio de conocimientos de los alumnos de selectividad en lo que respecta a la cultura general es bastante inferior al de hace 25 años y lo mismo sucede con el de nuestros universitarios. No sé si ocurre lo mismo con el nivel mínimo de conocimiento de la especialidad que han estudiado pero lo que sí puedo asegurar es que este fenómeno lo vivimos desde hace unos cuantos años.
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| Nuevos hábitos de información de los ciudadanos |
Hay un segundo fenómeno, los hábitos de información de los españoles, que son la base de una cultura no oficial. No olvidemos que sin información no hay cultura y esos hábitos marcan enormemente tanto el interés cultural como los conocimientos finales que consigue el individuo. Ahí estamos asistiendo a un amplio fenómeno que podríamos denominar la inmediatez de la información.
El español medio quiere cada vez más información y de manera inmediata. Esta inmediatez en el tiempo es en dos sentidos: quiere mucha más información de actualidad es un hecho el fenómeno de la acumulación de la información y más próxima a él, más personalizada. Hoy por hoy tenemos información de cualquier acontecimiento a los cuatro o cinco minutos de haberse producido a través de diferentes medios televisión, radio, Internet con un altísimo consumo de la misma.
Estamos asistiendo al desarrollo de los medios de información segmentados. Desde hace dos o tres años se viene apreciando un decrecimiento de la venta nacional de prensa general y, por el contrario, un crecimiento significativo de la prensa local. La gente busca con más frecuencia las noticias, como decía antes, inmediatas y de proximidad; quiere saber más de lo que ha sucedido en su entorno y menos de la información internacional.
También se puede constatar el aumento de medios de información escrita por sectores profesionales o de hobby; por ejemplo, con más frecuencia vemos aparecer en el mercado revistas mensuales muy segmentadas un dato clarísimo es el enorme desarrollo de las revistas de informática o de decoración. Hasta hace relativamente poco tiempo teníamos prensa diaria con información local, con información de actualidad; unos semanarios donde se analizaba y profundizaba esa información; y unos mensuales, débiles y escasos, de información segmentada. Hoy, gracias a la enorme información que recibimos de los medios audiovisuales, los diarios han desplazado mucho su capacidad y ocupan el lugar de las revistas semanales, dan mucha más información en profundidad y mucha más opinión, lo que ha provocado la desaparición de ese análisis semanal o bien la reducción de la venta de la revista semanal. Pero, por el contrario, ha aumentado la venta de las revistas mensuales.
Todo ello ha llevado claramente a una inmediatez de la información. La gente busca información de su ciudad, de su pueblo, de su profesión, de su hobby y, además, la información general que haya acontecido hace cinco minutos. Sin embargo, esto también crea lagunas. Se tiende hacia el generalismo. Perdemos la visión general de lo que está aconteciendo, y, otra vez más, se especializa y focaliza la cultura, el entorno inmediato.
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| Nuevos hábitos de lectura de los ciudadanos |
Hay que resaltar un tercer fenómeno que se ve con bastante claridad en el mundo del libro y que podríamos definir como un cambio en las preferencias literarias de los lectores. Tradicionalmente, Europa siempre ha sido un continente donde se ha consumido mucho libro cultural, libro lúdico, novela, literatura, grandes libros ilustrados; eran los grandes éxitos europeos. Las grandes editoriales europeas que más nos suenan Gallimard, Flammarion eran las grandes editoriales literarias.
En Estados Unidos, la cultura norteamericana ha sido siempre mucho más práctica en correspondencia con lo que decíamos antes de la universidad, mucho más segmentada, mucho más dirigida al libro profesional, de menor precio; era un libro menos lúdico, menos cultural y más práctico. Allí los grandes éxitos eran, en primer lugar, los libros de how to do? de cómo hacer, de cómo ganar amigos, de cómo ser más simpático, de cómo negociar, de cómo adelgazar, de cómo..., en definitiva, libros de un deseo permanente que en Europa pasaban muy desapercibidos. Y, en segundo lugar, los libros técnicos. Las editoriales americanas McGraw Hill, MacMillan siempre han basado sus publicaciones en el libro técnico y práctico. Por ello se hablaba de una Europa más culta y una América más táctica.
Hoy ya se está produciendo en Europa un fenómeno de desplazamiento hacia el libro práctico, hacia el libro de how to do?, de autosuficiencia, y hacia el libro teórico, técnico y profesional. Éste es el que está creciendo, mientras que el libro cultural, literario, el libro lúdico se mantiene a duras penas.
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| Incidencia de Internet y de la formación permanente en la cultura |
Y, por último, tenemos que resaltar un cuarto fenómeno. Este cuarto fenómeno es la red, Internet. La red se está caracterizando por dos fenómenos, dos principios básicos. Uno es la creatividad de las compañías: actualmente no se pueden esperar contenidos de alta investigación, de alta inversión, de alto costo de producción, sino contenidos muy informativos, recopilatorios de lo que ya existe, muy poco novedosos, muy poco creativos, y que ganan muy poco. Otro es el de la inmediatez: el público busca en la red lo mismo que en los medios informativos pero elevado al máximo grado, temas muy puntuales; no navegan en plan de paseo, sino rastreando un objetivo, o al menos eso es lo que hacen la gran mayoría de ellos. Esta situación va a cambiar en el futuro, no de una manera altruista, pero sí evolucionará de una manera cada vez más exagerada, profundizando en esa línea. Como consecuencia, nos encontraremos con una creciente necesidad de formación permanente, fenómeno digno de ser tenido en cuenta por las universidades.
Por lo que se refiere a la formación de los profesionales, ya no valdrá lo que sucedía hasta ahora: un profesional se formaba en la universidad o en la escuela hasta los 20, 25 años; después, venían 30 o 35 años de aplicación de sus conocimientos y cuando éstos empezaban a quedar anticuados se acercaba ya a la edad de jubilación. Hoy el profesional que siga esa vía se encontrará obsoleto mucho antes. Acabará su formación a los 25 y como no la actualice de una manera permanente, se encontrará fuera del mercado laboral como muy tarde a los 35 años. Esto se nota cada día más en algunas ramas, también en algunas especialidades, por lo que se deduce que se producirá una reforma in crescendo de la enseñanza.
Durante los ciclos de formación, aproximadamente hasta los 25 años, la gente va a aprender a aprender; más que aprender cosas, lo que hace es adquirir unos conocimientos básicos sólidos que le permitan ir aprendiendo y conociendo. A partir del momento en que acabe su período de educación básica, mantendrá por sistemas on line, a través de la red, o por enseñanza a distancia, una formación permanente. Eso quiere decir que el tiempo que hasta ahora dedicaba al mundo de la cultura, lo focalizará hacia su formación.
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| 5.
| Evolución de la cultura |
Éste es el primer fenómeno que comentábamos, el de profesionales con mejor formación pero más ignorante en cuanto a su cultura general; la mecánica de la formación permanente, de la formación tecnológica, agudizará ese fenómeno con más intensidad.
Con el segundo fenómeno pasará exactamente lo mismo. La inmediatez de la información, la propia competitividad entre los medios, la demanda del mercado y la oferta permanente harán que los medios de información sean más inmediatos en el tiempo y en los intereses del lector, conduciéndonos al gran futuro de los medios de información anunciado ya por los grandes gurús, el diario personalizado o la televisión a la carta. Se habla de que cada uno podrá introducir en la red todo aquello que sea su área de interés y cada mañana amanecerá conectándose a un diario hecho a su medida con las noticias que le afecten personalmente. También está claro que podremos programar las televisiones con el horario que nos convenga, viendo aquellos programas de cada una de ellas según el menú o la carta que hayamos elegido, con lo cual se centrará la cultura en los temas más inmediatos de los ciudadanos.
En cuanto al tema del libro, su evolución también será clara. Su proceso irá ligado al de la formación permanente; se utilizará el libro más como un elemento de inversión, un elemento práctico de formación, y menos como un elemento lúdico.
En cuarto lugar, falta ver todavía cuáles serán los grandes fenómenos que va a producir Internet. Se está criticando Internet. Se teme que sea un elemento que aísle al individuo de la sociedad. Yo quisiera aclarar, en primer lugar, que Internet es como todo en esta vida, no es bueno ni es malo, todo depende de cómo se busque. Le pasa lo mismo que al vino. El vino es bueno, el vino es malo... Si el vino se utiliza como un complemento habitual en las comidas, el vino es bueno. Si se abusa de él o se usa mal; si se bebe a deshoras y en cantidades desorbitadas, el vino es malo.
En Internet pasa exactamente lo mismo. Puede tener un doble juego. Puede ser el acceso del individuo a la información y a la cultura general; una gran ventana al mundo, una puerta de acceso permanente a todo aquello que amplíe nuestros puntos de mira, nuestra credibilidad y nuestro conocimiento de la sociedad y de la cultura. Pero también se puede ver Internet como un elemento aislante, al que se dedique un exceso de horas. Se puede criticar una dedicación enfocada a unos pocos temas, aunque no creo que sea el mejor camino, y mucho me temo que en estos momentos está yendo por ahí. Parece que vamos a un Internet de uso muy focalizado, muy directo, muy inmediato, como el de la prensa, y ese uso va a aislar al individuo de la sociedad y mediatizarlo en focos concretos de cultura e información, abandonando el campo general.
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| 6.
| Conclusiones |
Y todo esto, ¿a qué nos puede llevar? ¿Adónde puede ir a parar la cultura de la sociedad? ¿Dónde puede cambiar y cuál puede ser su papel?
Si no introducimos elementos correctivos en la formación básica, en el aprendizaje en la escuela, en la formación de las humanidades en mi opinión, enormemente necesaria, podemos llegar a una sociedad dividida en dos. Por un lado, una minoría, que disminuirá paulatina pero más profundamente en sus convicciones; con un mayor nivel cultural, que constituirá un mundo aislado del mundo real, del mundo agresivo; que serán grandes consumidores de las grandes ideas, de los grandes pensamientos de la literatura. Esto ya se está notando de alguna manera. Es evidente que cada día se venden más libros de buena literatura. Sin embargo, tenemos la convicción de que de continuar así se venderán más pero a un número menor de lectores. Éstos se convertirán en un grupo que podemos llamar de élite cultural aunque dudo mucho que coincida en la práctica con la élite social, que consumirán más cultura pero más focalizada, cultura de mayor nivel pero en un grupo cada vez más minoritario.
Por otro lado, la gran masa social que estará mejor preparada en sus temas, mejor formada profesionalmente, pero con una cultura general de consumo, una cultura general del plástico y de la pintura amable y dulce; de la literatura puramente evasiva, del best-séller hecho para ser elemento predeterminado y precocinado en una fórmula mágica, de libros de how to do, de autoayuda y libros de formación; y, enganchados a pantallas, con lo que se acabará consiguiendo una cultura más light o una cultura menos cultura.
Todo ello podría ser bueno, malo o regular, no lo sé. Nadie dice que una sociedad mejor es una sociedad más culta. Al final lo que importa es que el individuo sea más feliz, que viva conforme a sus deseos y más satisfecho, aunque me temo mucho que la cultura no es sólo un acervo para lucir en reuniones sociales. En mi opinión la cultura es una gran solución y un gran refugio intelectual ante los momentos difíciles de la vida; una gran consejera ante las decisiones críticas; una gran creadora de sentido común y una gran estimuladora de la actividad humana. Por ello, me temo mucho que una cultura generalizada light, inmediata, excesivamente dirigida a lo práctico y al retorno de la inversión a través del propio trabajo, no nos hará a los seres humanos más ricos; no hará de ésta una sociedad más feliz sino más descafeinada.
Todo lo mencionado en esta charla, y algún dato más que podría citar, me llevan a pensar que éste es el camino por el que va la mayor parte de la sociedad. Existen claras evidencias de todo lo anterior pero, en definitiva, la respuesta al tema que nos preocupa, a la pregunta de hacia dónde va la cultura, es a la cultura de masas, y la cultura de masas va a descafeinarse, a focalizarse, va a inmediatizarse, va a ser cada vez más práctica y más inversión, menos rica, y no va a contribuir al desarrollo de la sociedad y del ser humano.
Muchas gracias y buenas tardes.
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[Fecha de publicación: septiembre de 2001]
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