Todo empezó hace cuatro años, cuando decidí cuál era mi vocación: ser emprendedor. Encontrar la idea fue muy difícil; me pasaron por la cabeza mil y una ideas diferentes. Sin embargo, en un viaje a Londres vi por primera vez un coche eléctrico que estaba recargando la batería en medio de la calle. A partir de aquel momento, ya no hubo marcha atrás: estoy obsesionado por reproducir y multiplicar aquella imagen en todas nuestras ciudades.

No hay muchas empresas dedicadas a la gestión de la recarga de los vehículos eléctricos, y las pocas que existen trabajan localmente, en pequeños territorios. Hiselecars se diferencia de las otras porque ofrece una cobertura de mercado a nivel nacional; cualquier persona de cualquier municipio podrá contratar, desde su casa y por medio de internet, todos los servicios necesarios para obtener un vehículo eléctrico.

Segmentaremos los clientes en tres grupos. El primer grupo será el de los clientes particulares, es decir, las personas que deseen un coche eléctrico y necesiten todas las instalaciones necesarias para contar con un suministro energético correcto, como por ejemplo un punto de recarga en su plaza de aparcamiento. El segundo grupo será el de las empresas que fabrican vehículos eléctricos que busquen un espacio donde se puedan anunciar bien. Y el último grupo será la Administración pública, puesto que en el futuro se prevé que haya concursos para la adjudicación de estaciones de recarga en espacios públicos.  

Ahora mismo la idea de negocio está completamente definida, con un plano de empresa y a la espera de financiación.  

Para la reconversión total no, pero para una reconversión parcial sí. De ahora en adelante, veremos como cada vez más empresas cambiarán las flotas de vehículos por vehículos híbridos o eléctricos. A medida que las empresas lo hagan, se estimulará la curiosidad de la ciudadanía y poco a poco aumentarán las ventas hasta la pronosticada reconversión total el 2030.

Sí, hay mucho apoyo para apostar por este cambio. El actual modelo de movilidad basado en la industria petrolera es insostenible. El precio desorbitado de la gasolina, junto con la problemática del cambio climático y la emisión descontrolada de CO2, comporta un coste extra para los ministerios de sanidad. Con estos argumentos, ¿quién no querría tener un modelo de movilidad eléctrica? De momento, la Administración abre las puertas al cambio y ofrece distintos incentivos para generar el estímulo en la ciudadanía: subvenciones en la compra del vehículo eléctrico, puntos de recarga completamente gratuitos en lugares estratégicos de las ciudades, impuesto de circulación gratuito y exención de pago en los aparcamientos de zona azul y área verde. Las cosas están haciendo muy bien: se ofrece un plan de impulso del vehículo eléctrico con una campaña informativa y doctrinal lenta.

Se necesitan 150.000 €, una cifra muy alta para un joven emprendedor sin ahorros. Cuando vas al banco a pedir-los, te reciben con los brazos abiertos, pero te piden que aportes el 30% de capital propio. En mi caso, son 45.000 €. Ante esta situación, tenía dos opciones: o empezaba a trabajar y a ahorrar durante más de diez años o bien pensaba en un proyecto puente que requiriera menos inversión y con el que obtuviera un beneficio rápido para financiarme. Si todo va bien, antes de que acabe el año intentaré apostar por un pequeño negocio, del cual ya lo tengo casi todo listo. Además, recientemente, he confiado en una tercera opción para conseguir financiación, el micromecenazgo, pero me ha decepcionado.

Mi talento es vender y este grado de la UOC es el medio perfecto para convertirte en el mejor vendedor.

¡Increíble! La UOC es todo lo que deseaba: autonomía, libertad y eficiencia. Cuando estudiaba en otros sitios, me molestaba mucho el solo hecho de ir a clase, cumplir el horario y escuchar el sermón de un profesor desganado que te contagiaba las desmotivaciones. La UOC me facilita los apuntes y todos los recursos necesarios para estudiar y en cada prueba de evaluación continua tienes un nuevo reto. Me gusta sentirme como el único protagonista de mi carrera: no hay excusas, tan solo hay superación y lucha contra ti mismo.

He tomado la decisión de realizar dos másteres. Me gusta mucho el nuevo máster de la UOC Executive MBA de eBusiness y, además, me encantaría hacer el máster de Marketing político.  

El mejor consejo que puedo dar a un estudiante emprendedor de la UOC es que aproveche todo lo que estudia para aplicarlo en su idea de negocio; cada asignatura tiene algún aspecto que lo ayudará a sacar adelante el proyecto. Y, si llega hasta el extremo de comprender que no estudia para obtener un título, sino que estudia para crear un proyecto, verá como semestre tras semestre crece la ilusión y acabará «arrasando» con sobredosis de motivación. Desde mi punto de vista, la motivación es el pilar maestro del emprendimiento. Si estás motivado, puedes mover montañas. Ser emprendedor comporta sacrificio, lucha y dedicación absoluta.

El quinto lugar en el concurso Uniproyecta me aportó mucho en el ámbito personal. Me motivó muchísimo: de los 60.096 estudiantes que tiene la UOC, me escogieron a mí, y de las 34 universidades españolas que participaron en él, fui el quinto mejor universitario emprendedor de toda España. ¡Esto levanta la moral a cualquiera! Respecto al 1.r Spin UOC, fue un reto con mayúsculas. Nunca había sentido tantos nervios y tanta presión a la hora de exponer una idea. Más allá de la exposición del proyecto, mi interés también era atraer un equipo, hacer posibles fichajes que me ayudaran a sacar adelante este proyecto. Por suerte, interesé a varias personas, con las que todavía estoy en contacto.

Se ha llevado a cabo una innovación académica increíble. La nueva UOC Business School es perfecta para los emprendedores que busquen un posgrado o un máster con un buen acompañamiento con el fin de emprender su idea de negocio entre toda la oferta formativa. Además, se ha roto la barrera de universidad a distancia y, por primera vez, la UOC acerca a los alumnos del máster para crear trabajo en red, dentro de la denominada Business Week, con charlas, conferencias, visitas a empresas, seminarios y talleres orientados a potenciar las relaciones comunicativas entre empresarios y emprendedores. Pero más allá de los másteres y los posgrados, la UOC debería hacer algo más para todos sus emprendedores estudiantes de grado. Creo que se podría crear un departamento para el emprendedor universitario, en el que los alumnos pudieran inscribirse y recibir una formación más específica como emprendedor y, sobre todo, en el que hubiera tutores que escucharan las ideas emprendedoras y respondieran con la responsabilidad de acompañar al alumno para resolver todas las dudas que pueda tener. En definitiva, sería necesario ofrecer un espacio para conocer a otros emprendedores que se puedan unir a ti para formar un equipo.