La defensa y la promoción de la competencia constituyen dos de los objetivos fundamentales de los poderes públicos y de los órganos de defensa de la competencia, pero en este ámbito los órganos autonómicos también tienen un gran papel. El Tribunal de Defensa de la Competencia español tiene mucha tradición en la elaboración de estudios, pero hay mercados y actividades de ámbito autonómico que tienen una gran relevancia y que inciden fundamentalmente en los ciudadanos, y es aquí donde los órganos autonómicos pueden desarrollar una tarea importante.

Por otra parte, la aplicación del análisis económico es muy importante para la defensa de la competencia, hecho que se deduce precisamente de las mismas características de la aplicación tanto de normativa de defensa de la competencia como de políticas de competencia. Hay que buscar, pues, una complementariedad entre el análisis jurídico y el económico cuando se tratan los diferentes aspectos de la competencia.

Con respecto al Tribunal Catalán de Defensa de la Competencia, sus actuaciones tienen como objetivo defender a los ciudadanos y a las empresas mediante sus resoluciones -principalmente mediante la resolución de los expedientes-; elaborar propuestas para mejorar la competencia con estudios, informes, etc., y difundir a la sociedad los beneficios de la competencia mediante la información y la difusión públicas.