LES ILLES BALEARS: DE LA CRISI COLONIAL AL REPTE DE LA MODERNITAT
 

 

Josep Maria Quintana

Notes

 

* Conferència pronunciada per Josep Maria Quintana a la XLIV Anglo-Catalan Annual Conference, a Canterbury (Anglaterra), el 21 de novembre de 1998.



1. Carlos SECO SERRANO, «Implantación y evolución de un modelo político: El Estado canovista», dins España en 1898. Las claves del Desastre. Pedro Laín Entralgo i Carlos Seco Serrano, editores. Calaxia Gutenberg. Círculo de Lectores. Barcelona 1998.



2. Sebastián BALFOUR, El fin del imperio español, Ed. Crítica. Grijalbo-Mondadori. Barcelona 1998.



3. He extret la cita de Josep PORTELLA, La crisi del 1898. La vivència menorquina de la desfeta. Menorca, segle XX, 1. Ciutadella 1998. Diu això: « VIVA ESPAÑA CON HONRA. La codicia infame y la ambición sin límites de una nación formada de aventureros, escoria de todos los países del mundo y descendientes de pieles rojas capitaneados por energúmenos de la calaña de Masson, Turpie y otros mercanchifles, trata de enlodar los altos timbres y la honradez sin límites de la nación más hidalga y más noble del mundo, de arrancarnos por medio de la fuerza bruta el preciado florón que nos queda de nuestra pasada grandeza, símbolo de nuestra fuerza, en el hemisferio americano.

»El refinado positivismo que es el hàlito que impregna en estos dias a la vieja y desquiciada Europa, trata de mirar tal usurpación con la más descarada indiferencia.

»Pero no importa, la España que supo atajar al coloso del siglo, al Gran Capitán, Emperador de los franceses, la España del tiempo de Carlos I y Felipe II que sabía improvisar armadas como la Invencible, sabrà poner a raya cuando venga la declaración de guerra a esa tribu de tocineros sin honor y sin verguenza.

»Venga la guerra y venga en buena hora, que el león español sacude su melena y afila sus garras para hacer presa, no sin repugnancia, sobre esa turba de agiotistas y especuladores, fieles seguidores de la absurda y desacreditada doctrina de Monroe. Menorquines: ¡Viva España! ¡Viva Cuba española!» (El Bien Público. 21/IV/1898).



4. Anys després -sempre anys després-, l'intel·lectual socialista mallorquí Alexandre Jaume, firmava que «nuestras juventudes eran enviades esterilmente al sacrificio para ahogar brutalmente en cuba justos y legítimos movimientos emancipadores.»



5. Josep Portella ens aporta al respecte una intervenció del bisbe de Menorca Salvador Castellote que no té pérdua en aquest sentit, tant pel seu llenguatge apocalíptic com per la intransigència ideològica que traspúa les essències més ràncies del conservadorisme espanyol.La nota, publicada en el Butlletí del bisbat i reproduïda en la majoria de diaris menorquins deia: «POR LA PATRIA. Menorquines: Las repetidas é incalificables vejaciones de que ha sido objecto nuestra querida España por parte de la orgullosa república de Estados Unidos de América, aguantados por nosotros con una calma que de haber durado más tiempo se hubiese traducido por cobardía; la agresión injusta con la que la demagogia yankee pretende robarnos à mano armada nuestras colonias, atropellando las leyes divinas y humanas que garantizan el derecho à la propiedad, obligan à la hidalga nación española á desplegar al viento su inmaculada bandera para contestar á la guerra, y recogido el guante que desde Washington nos arrojan los modernos cartaginenses ( ... ) como en los tiempos antiguos la defendieron Numancia y Sagunto y en los modernos Gerona y Zaragoza. » (2/V/1898).



6. Enric JARDÍ, El desastre colonial i Catalunya, Editorial Pòrtic. Barcelona 1998.



7. Raymond Carr, en analitzar aquest apassionant moment de la història d'Espanya, ha posat especial atenció a destacar el fet que la generació del 98 no constituí un moviment polític dotat d'un programa concret. Com escriví el mateix Pío Baroja, la generació del 98 no passà de constituir «un grupo de bohemios, cerriles, perezosos, rebeldes y malhumorados» ressentits contra un sistema que els excloïa. Ara bé, sense una influència política directa, la importància de la generació del 98 radica -des del punt de vista polític- en el matís que els seus components donaren a la mentalitat dels pensadors i polítics que van agafar el timó del país cap al 1930, és a dir, els polítics de la II República Espanyola. Vegeu España 1808-1839, Ariel. Barcelona (1970).



8. Observeu aquesta primera referència al fet regional clarament lligat al pensament conservador, en el qual després insistirà.



9. Cosme PARPAL Y MARQUÉS, Las ideas de gobierno sustentadas por Santo Tomás de Aquino apoyan el Regionalismo. (Discurso leído en la solemne sisión pública reglamentaria que celebró en honor de dicho santo la Academia Calasancia de Barcelona el día 5 de marzo de 1899. Barcelona, Imprenta de la Casa Provincial de Caridad (1899).

Respecte de Cosme Parpal, trobam un apunt de Josep Pla a El quadern gris. L'apunt diu això: «1er. de maig.- A les dotze en punt del matí, travessa el pati de Dret don Cosme Parpal i Marquès, catedràtic de no sé quina assignatura de Filosofia i Lletres. Va vestit de paisà. Porta jaqué. Sembla un colom: cama prima, pantalons estrets, ventre alt i imponent, cap petit, front fugitiu, cabells cap al clatell, tot el cos tirat endarrera d'una manera tan acusada que, quan acciona amb el bastó, no li toca mai a terra. Les cues del jaqué li fan uns saltets d'una comicitat irresistible.»



10. L'ancien régime.



11. La tradició catalana, lib. I, cap. XIV.



12. Div. Thomas. Summa Theológica, P. I 2ª, q. CV, art. 1º



13. Silvela. Discurso sobre la administración municipal y provincial.



14. Consúsltese sobre este punto la bien pensada y escrita obra que bajo el título de La Iglesa es regionalista, publicó el Rdo. Dr. D. José Torras y Bages, Pbro.



15. El text, que he extret de l'obra de Josep Portella, diu: «No existe actualmente nación alguna constituida de tal modo que sea alhagador el pertenecer à ella. El capitalismo dominante, la religión influyente, la autoridad abusiva, el militarismo oneroso y desmoralizador, males son que padecen todos los pueblos ( ... ), de todos modos, no puede mirarse el cambio de bandera como un ideal capaz de provocar disturbios ni alteraciones del orden material. Otras son las aspiraciones de los hombres de progreso, y éstas, por su carácter universal y cosmopolita, no ofrecen peligro para un Estado ó una pátria especial, sinó en conjunto para todas las pátrias y todos los Estados. Madrid es una carga muy pesada para los españoles; pero ¿lo sería menos Barcelona para los catalanes ó Palma de Mallorca para los baleares? Verdaderamente, por las condiciones especiales de esta provincia, la descentralización palmesana fuera la anulación de todo el resto. Los menorquines é ibicencos tendriamos que emigrar. Sin resabios de la Edad Media, aspirando à la soberania de los municipios confederados bajo la base de la mutualidad ¿qué hombre de progreso puede rechazarlo?» («Regionalismo». El Porvenir del Obrero, 8/III/1900).



16. Extretes també del llibre de Josep Portella, aquestes són les paraules de Pere Ballester: «(...) Si vostès creuen que predicant es capellans en mallorqui y resucitant es artistes dragons alats y altres véys trastos heràdics anem à rumbo, que per això no quedi. No els seguirem, en camvi, si per s'afició à lo històric, persistiguesien vostes en mantenir en estat de vida ses momias forals qui varen fer es seu paper en es felisos temps de Justiniano ó d'es Concili de Trento, perque creint que en tan mala companya (no de vostes, sinó de romans -es refereix als capellans- y bisbes) podriam esperar sentats s'humanació de se familia y se purificació en es dret de sa propietat» (El Liberal 27/II/1900).