2022

"Los robots podrán contribuir a mejorar nuestro bienestar emocional"

robot, mano

Foto: Pexels

01/03/2022
Teresa Bau
"Cada vez se toman más medidas para evitar los sesgos de la inteligencia artificial"

"Haber visto como investigadora los progresos que ha hecho la inteligencia artificial (IA) en estos últimos diez años ha sido fascinante. Hace quince años era difícil de imaginar que hoy la IA estaría tan avanzada", asegura Àgata Lapedriza, profesora de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y líder de AIWELL (AI for Human Wellbeing), grupo adscrito al eHealth Center de la UOC que hace investigación sobre inteligencia artificial enfocada a la salud y el bienestar. AIWELL es una evolución del grupo SUNAI (Scene Understanding and Artificial Intelligence Lab), que ha tenido diez años de trayectoria en la UOC. El grupo está integrado por dieciséis profesionales (cinco profesores, siete estudiantes de doctorado, un investigador posdoctoral y cuatro estudiantes de máster en prácticas).

Las líneas de investigación de AIWELL incluyen ámbitos como la visión por computador —dotar a las máquinas de la capacidad de "ver"—, el procesamiento del lenguaje natural, la percepción centrada en las personas, el aprendizaje profundo, la inteligencia artificial explicable y la fiabilidad y la ética en IA (fairness in AI).

A pesar de que parecen ámbitos diferentes, en realidad "están todos conectados", explica Lapedriza, que también es investigadora afiliada al MIT Media Lab de Boston, donde desarrolla una parte de su carrera profesional. Una de las aplicaciones de la visión por computador a la salud es el reconocimiento de emociones, "una tarea muy compleja para una máquina, pero que es una capacidad esencial para las que tienen que interactuar con las personas, como por ejemplo los robots o los asistentes virtuales". Se espera que en un futuro esta tecnología pueda utilizarse para que la comunicación entre robots y personas sea más fluida y que, por ejemplo, los robots puedan asistir mejor a una persona o detectar cuándo necesita ayuda y enviar un aviso. El trabajo de Lapedriza y su equipo se centra en perfeccionar los modelos computacionales que usan los robots para percibir emociones, rasgos de la personalidad, intenciones, etc. 

"Podemos aplicar la investigación que llevamos a cabo a la detección de estrés o a la creación de tecnologías que nos ayuden a optimizar nuestro bienestar. Uno de nuestros proyectos estudia el diseño de robots que contribuyan a mejorar el bienestar emocional. Los robots podrían dar información sobre psicología positiva y enseñar técnicas para gestionar mejor las emociones cuando sea necesario", declara la investigadora.

En el ámbito de la robótica social, AIWELL colabora con el Hospital Sant Joan de Déu. Uno de los proyectos consiste en desarrollar un coche robotizado para reducir el estrés de las niñas y niños que deben someterse a una intervención en el hospital. Se trata de un coche inteligente que durante el trayecto hasta el quirófano interactúa con los niños y niñas y los ayuda a relajarse. En la investigación, también participan el MIT, Hyundai (que ha realizado este vídeo promocional) y Affectiva.

 

Explicabilidad y fairness en inteligencia artificial

Otra línea del grupo de investigación es la explicabilidad de la inteligencia artificial en el campo de las imágenes médicas. "Es imprescindible asegurarse de que el diagnóstico hecho por una máquina es fiable y, por lo tanto, el modelo tiene que poder dar explicaciones de por qué ha llegado a una conclusión determinada. La explicabilidad es muy importante para saber si podemos creernos o no ese diagnóstico", expone la investigadora.

En este ámbito, AIWELL trabaja en colaboración con el Hospital Vall d'Hebron, una iniciativa impulsada por David Masip, investigador de AIWELL y profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación. Además, el grupo está en proceso de establecer nuevas alianzas con otras organizaciones sanitarias para trabajar en nuevos ámbitos de investigación, como la detección precoz de enfermedades mentales y el seguimiento de pacientes a través del análisis de datos de comportamiento relacionados con la tecnología. "Algunos cambios en la forma como una persona interactúa con la tecnología pueden ser indicadores del inicio de un problema de salud mental. Por ejemplo, si hablamos menos por teléfono y estamos más encerrados en casa, esto podría ser una señal de que nos estamos aislando, y el aislamiento puede ser indicativo de un principio de depresión", afirma Lapedriza.

A las críticas que a menudo recibe la inteligencia artificial de tener sesgos y comportamientos poco éticos, la investigadora de la UOC responde que existe una cierta desconfianza porque la prensa y los productos de ciencia ficción, como películas y libros, suelen presentar "la cara negativa de la IA". "Se muestran más los casos en que los sistemas de IA no son fiables. Es cierto que hay problemas de sesgos y actualmente se toman muchas medidas para descubrirlos y mitigarlos. De todos modos, no podemos perder de vista que en un gran número de situaciones la IA funciona y es muy útil", afirma. Además, asegura que "existe un desconocimiento técnico de cómo funcionan estos sistemas de IA y de qué hacen exactamente, y por ello es normal que generen desconfianza".

Para rebatir la posibilidad de sesgos en esta tecnología, se están impulsando iniciativas para asegurar que la IA se desarrolla con responsabilidad y por el bien de la humanidad. Por ejemplo, la ética en IA (fairness in AI) está presente en cada vez más congresos, y muchos programas de grado ofrecen asignaturas sobre esta cuestión, explica Lapedriza.

 

El eHealth Center, el centro académico de salud digital

El eHealth Center es un centro académico abierto al mundo que quiere capacitar y empoderar a la ciudadanía y a los profesionales mediante las tecnologías para que lideren el cambio de paradigma en salud. Se centra en las personas y se basa en la investigación, la formación y el asesoramiento para contribuir al progreso y al bienestar de la sociedad.

Infografía

 

UOC R&I 

La investigación e innovación (I+I) de la UOC contribuye a solucionar los retos a los que se enfrentan las sociedades globales del siglo xxi, mediante el estudio de la interacción de la tecnología y las ciencias humanas y sociales, con un foco específico en la sociedad red, el aprendizaje en línea y la salud digital. Los más de 500 investigadores e investigadoras y los 52 grupos de investigación se articulan en torno a los siete estudios de la UOC y dos centros de investigación: el Internet Interdisciplinary Institute (IN3) y el eHealth Center (eHC).

La Universidad impulsa también la innovación en el aprendizaje digital a través del eLearning Innovation Center (eLinC) y la transferencia de conocimiento y el emprendimiento de la comunidad UOC con la plataforma Hubbik.

Los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el conocimiento abierto son ejes estratégicos de la docencia, la investigación y la innovación de la UOC. Más información: research.uoc.edu #25añosUOC

Expertos UOC

Foto de la profesora Àgata Lapedriza García

Àgata Lapedriza García

Experto/a en: Visión por computador, computación afectiva, inteligencia artificial, procesamiento de imágenes y aprendizaje a distancia de las matemáticas.

Ámbito de conocimiento: Visión por computador y computación afectiva.

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