21/2/18 · Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicaciones

La mitad de los españoles no sabe utilizar internet

La renta familiar y el nivel de estudios agudizan la desigualdad social en las competencias digitales
Foto: <a href="https://unsplash.com/photos/KbR06h9dNQw" target="_blank">Jezael Melgoza // Unsplash (CC)</a>

En España, el 14 % de la población adulta no ha usado nunca internet, y entre los que sí lo utilizan, el 45,3 % no tiene ninguna competencia digital o un nivel muy bajo. Así lo indica el último estudio del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), que, a pesar de que marca una tendencia al alza en el acceso a la red, también constata que prácticamente la mitad de la población de entre dieciséis y setenta y cuatro años tiene bastante desconocimiento de las potencialidades de la herramienta.

El 69 % de los internautas se conectan a diario a la red, el 11 % lo hace de forma semanal y casi un 5 %, menos de una vez por semana. «Conectarse menos de una vez a la semana ya aleja a una persona de los beneficios más estratégicos de internet: información, aprendizaje autónomo, participación política, cuidado activo de la propia salud y el envejecimiento, oportunidades de socialización y, por supuesto, empleabilidad», apunta el profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC Ismael Peña-López.

El ONTSI clasifica las competencias digitales en cuatro apartados: información (copiar o mover ficheros a la nube, relacionarse con las webs de las administraciones públicas, búsqueda de información sobre bienes y servicios y sobre salud), comunicación (enviar y recibir correos electrónicos, participar en redes sociales, hacer videollamadas, disponer de un blog), resolución de problemas (comprar en línea, usar la banca electrónica, instalar y configurar aplicaciones) y software (usar procesadores de textos u hojas de cálculo, crear presentaciones, conocer el lenguaje de programación).

Del total de internautas, solo el 31 % tiene unas capacidades superiores a las básicas, es decir, que puede llevar a cabo varias acciones de las mencionadas anteriormente. El resto (un 69 %) tiene dificultades serias para saber si una noticia es falsa, para gestionar mejor su salud, para aprender con internet, para participar más en democracia o para tener una estrategia de empleabilidad basada en la red. «La mayoría de la población tiene en casa o en el bolsillo una herramienta que se escapa de su control y de un potencial que supera su comprensión», afirma el experto en sociedad de la información y el conocimiento, que considera que uno de los factores determinantes para explicar esta situación ―que, además, se cronifica con el tiempo― es la renta familiar.


Consecuencia y causa de la exclusión social

El estudio remarca que las personas que hacen un uso más intensivo de internet y que más competencias digitales tienen son las que disponen de rentas más altas, y viceversa. De los internautas que tienen una renta familiar inferior a los 900 euros mensuales, más del 40 % no tiene competencias en comunicación e información; más del 50 % no tiene ningún conocimiento en competencias de resolución de problemas, y más del 60 %, en software. «El bajo nivel de uso de internet es a la vez consecuencia y causa de la exclusión social», explica Peña-López, que considera que todo este segmento de población tiene las posibilidades de inclusión vetadas. «Esta brecha digital se convertirá, si no lo es ya, en un nuevo vector de desigualdad social», afirma Peña-López.


Forzar el aprendizaje digital

Con el fin de revertir esta situación, las administraciones públicas, las empresas y la comunidad educativa deben fomentar el aprendizaje de competencias digitales de forma proactiva. El profesor Peña-López propone tres líneas de acción:

  • La inclusión en la formación reglada de acciones de aprendizaje que incluyan la competencia digital. Más allá de asignaturas de informática, deberían incorporarse estas capacidades en todos los ámbitos de formación de forma transversal.
  • Formación en competencias digitales en los centros de trabajo. El mundo de la empresa debe formar a sus trabajadores y no esperar al reemplazo generacional natural, que se da poco a poco.
  • La digitalización de los servicios que ofrece la Administración (formativos, sanitarios, judiciales, económicos, etc.). De esta forma, indirectamente, los ciudadanos se verán con la necesidad de mejorar sus competencias para utilizar estos servicios.

 

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