17/7/18 · Estudios de Economía y Negocios

Tasa Google: la solución para cubrir el agujero de las pensiones

El nuevo impuesto podría ayudar a hacer frente al pago de las jubilaciones. El canon afecta a las empresas tecnológicas, que a partir de ahora tendrán que enfrentarse a una doble tributación
Foto: <a href="https://unsplash.com/photos/fotKKqWNMQ4" target="_blank">Studio Republic / Unsplash (CC)</a>

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado en el Congreso de los Diputados la aprobación de «forma inminente» de una ley contra el fraude fiscal, que prevé, entre otras medidas, la subida del impuesto de sociedades para las grandes empresas, nuevos impuestos ecológicos y lo que se conoce como tasa Google. Esta última es un canon digital que tiene origen en una propuesta europea que hace tiempo que está sobre la mesa y que plantea imponer a escala de la Unión Europea una grabación del 3 % sobre la facturación de las empresas de servicios digitales que superen los 50 millones de euros de ingresos anuales en el territorio comunitario.

La tasa Google, que principalmente grava la venta de espacios en línea, la intermediación de las plataformas digitales y la venta de datos de los usuarios, ya ha empezado a generar debate entre varias compañías. Mientras que Telefónica la ve como una oportunidad para adaptar la fiscalidad al mundo digital, Ericsson España ya ha alertado de que si tiene que hacer frente a ella, trasladará sus centros de I+D de Madrid y Málaga a Portugal.

El profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC Benja Anglès apunta que la tasa Google «podría servir para hacer frente a las pensiones». «Si con las cotizaciones a la Seguridad Social no hay suficientes ingresos para hacer frente al gasto en pensiones, se necesitan nuevos o mayores ingresos, por lo que una de las posibles vías es la imposición de nuevos impuestos», razona el también experto en temas de fiscalidad.  

Se trata de una medida que solo beneficia al Estado, ya que, si obtiene más recursos, podrá cubrir más gastos, ya sean pensiones u otras cuestiones, y mantener así el nivel de déficit establecido por Europa. Ahora bien, según datos de Hacienda, este año harán falta unos 1.500 millones de euros para cubrir el coste extra de las pensiones, y se prevé que el próximo año esta cifra podrá llegar a 1.800, siempre que el IPC se mantenga en el 2,3 %. «El problema es si el volumen de ingresos que se generen con la nueva tasa en los próximos años será suficiente para cubrir los gastos crecientes de las pensiones», se cuestiona el profesor.


¿Qué cambios conllevará la tasa Google?

«Por ahora, las empresas tributan en el impuesto sobre sociedades según los beneficios anuales. Pero las grandes tecnológicas, como Amazon o Ebay, tienen la sede social (y, por lo tanto, fiscal) en países como Irlanda o Luxemburgo, donde el tipo impositivo es más bajo y, por ende, pagan menos impuestos», explica. Sin embargo, Anglès apunta que habrá que ver qué mecanismos de control se aplicarán para evitar que las empresas con domicilio social en otro estado miembro «eludan el pago de la nueva tasa tal como lo han hecho hasta ahora con el impuesto de sociedades».

Aún no se ha definido cuál será el contenido de este nuevo impuesto ni qué empresas estarán obligadas a pagarlo, pero Anglès apunta que implicará, a buen seguro, «una discriminación». El cambio más relevante es que, con la aprobación de esta nueva tasa, algunas compañías tecnológicas «pasarán a estar sometidas a una doble tributación, ya que, además de pagar el impuesto sobre sociedades, ahora deberán asumir la tasa Google».

De momento se habla de grabar Google, Amazon o Facebook. Sin embargo, el profesor añade que «según se define, el concepto digital también podría incluir empresas emergentes, la banca electrónica o todas las empresas que se dedican a vender por internet, como por ejemplo El Corte Inglés».

La duda está en cómo se determinará la base impuesta, que podría ser o bien en función de la facturación o bien en función de los beneficios. «Una empresa puede facturar mucho por ser muy grande, pero puede tener pocos beneficios o incluso pérdidas, por lo que el resultado a pagar no sería el mismo», concluye Anglès.

Expertos UOC

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