La Navidad aumenta la soledad de los mayores

Según este estudio, en Cataluña, el 4,2 % de los hombres y el 8,2 % de las mujeres mayores de 75 años viven en centros o residencias. La Navidad se vive de formas muy diferentes, pero «en casi todos se intenta hacer algo especial», ya que «la residencia es el sustitutivo del hogar y algunos pasarán allí la Navidad», dice la psicóloga de la UOC Montserrat Lacalle. Para la experta, habría que crear entornos donde los familiares estuvieran presentes y se pudiera llevar a cabo lo que era tradición para cada usuario. Sumell lo comparte: «Al final, lo más importante no es la abundancia o el consumir, sino el hecho de poder estar acompañados de las personas a las que más queremos».

Y si estas están a miles de kilómetros, la pena se hace más presente. Según el Idescat, en Cataluña reside más de un millón de personas de origen extranjero, lo que significa el 13,78 % de la población. «La mayoría de inmigrantes tienen lejos a su familia y deben conformarse con poder hablar con ellos por teléfono», explica Núñez. Por otra parte, muchos no comparten el fondo cultural ni religioso de estas fiestas y se pueden sentir más «desubicados», sobre todo si tienen niños. Compaginar todo esto es complejo emocionalmente y les puede hacer vivir unos «días más tristes». Y es que, como dice Núñez, «en nuestro mundo la Navidad es un hecho colectivo, social, y apesar de que estés solo o aislado, difícilmente podrás escapar de él».

Pasar la Navidad en la cárcel o en la calle

Las residencias de ancianos no son los únicos espacios institucionales que, de alguna manera, suplen el hogar. Por extraño o triste que pueda parecer, las cárceles también cumplen esta función. Según el Departamento de Justicia, la población penitenciaria este mes de noviembre en Cataluña era de 8.467 personas. La mayoría pasará la Navidad sin los suyos, pero también sin libertad. Sumell comenta que «estos días les puede hacer aumentar la tristeza y la ansiedad, más que nada porque seguramente ya las sufren previamente y en estas fechas los sentimientos se agravan. También la Navidad se asocia a bondad y generosidad, y eso les puede “remover sentimientos”», remarca la psicóloga.

Residencias de ancianos, cárceles, hospitales..., tienen algo en común: todos dormirán bajo techo la noche de Navidad. La gente sin hogar no tendrá familia ni paredes para protegerse. En Cataluña no se dispone de datos concretos actualizados de cuántas personas duermen en la calle. La Agencia de la Vivienda publicó un informe en 2014 en el que se recogía la cifra de 5.433. Núñez explica que «hay que hacer un esfuerzo social para que esta sea una celebración para todos».

Qué significa no recibir felicitaciones de Navidad por WhatsApp

Roser Beneito Montagut, experta en sociología digital e investigadora del grupo de investigación CareNet, asegura que hoy en día es difícil imaginar una Navidad sin mensajes de WhatApp con deseos de felices fiestas y un feliz año. Para la especialista, hay que poner el foco en «todas las formas sutiles y cotidianas de exclusión que esta desconexión social conlleva cuando estar desconectado no es una decisión voluntaria y consciente».

Beneito Montagut afirma que «la tecnología por sí misma difícilmente nos ayudará a sentirnos más conectados con los demás». Más bien al contrario, «cuando a uno se le recuerda constantemente lo solo que se encuentra —en los medios de comunicación y las redes de comunicación social que están presentes en nuestra realidad cotidiana—, suele tener un efecto contrario», alerta la experta. Sin embargo, «si ya había una red social previa, unos vínculos afectivos, y por diferentes razones no se puede pasar tiempo con estas personas, sí que puede ser de gran ayuda», concluye.