7/2/19 · Investigación

Un estudio revela que las reivindicaciones políticas de los jóvenes españoles tienen poca presencia en la prensa

Un equipo de investigadores de la UOC ha analizado una veintena de periódicos generalistas durante cinco años
Foto: Unsplash/Nicole Honeywill

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Las reivindicaciones de los jóvenes españoles no tienen éxito cuando se trata de defender sus intereses, puesto que encuentran limitaciones a la hora de acceder a la esfera pública y esto dificulta que los políticos tengan en cuenta sus demandas. Esta es la principal conclusión del estudio El impacto de los jóvenes en la esfera pública: la disolución del Consejo de la Juventud de España en la prensa y en Twitter, que ha publicado un equipo de la UOC en la revista Comunicar, publicación científica de comunicación. La investigación, que se enmarca en el programa europeo Euryka, analiza elimpacto en la prensa y las redes sociales de la propuesta de disolución del Consejo de la Juventud de España (CJE) que el gobierno español lanzó el 2013, a raíz de una ley decratada el año anterior. La investigación se ha centrado en unas ochenta noticias sobre el caso publicadas en 22 diarios estatales entre 2012 y 2017, también en el impacto de la campaña en las redes #salvemoselCJE que se activó durante aquel periodo.

Anna Clua, coautora del estudio y profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, explica que, «en buena parte de los diarios, la noticia se trató como un hecho noticiable puntual y de baja repercusión. Los medios trataron la noticia a base de declaraciones y no entraron en la profundidad y las consecuencias de la decisión». Esto, según la investigación, impidió que la propuesta de desaparición del CJE entrara en la agenda ciudadana. En cuanto a las redes sociales, en concreto Twitter, Clua señala que la campaña acabó en lo que técnicamente se conoce como «caja de resonancia»: «Solo se movilizaron los jóvenes que ya estaban interesados e implicados. El debate y la crítica no llegaron al resto de ciudadanos».

En este sentido, el estudio sugiere que no siempre se maximiza el potencial que ofrecen las redes sociales para trasladar un tema a la agenda pública. El reto «es que las agencias y campañas lideradas por jóvenes puedan utilizar y maximizar el potencial de las redes como espacios efectivos de acción política y no caer en el efecto gueto», afirma Núria Ferran, coautora de la investigación y profesora también de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. La campaña #SalvemoselCJE se movió dentro de las redes de la propia estructura del CJE. Esto demuestra que «el hecho de que la etiqueta circulara en Twitter no implica que las demandas de los jóvenes superaran de forma eficaz el muro de la "comunidad aislada"», argumenta Ferran, que es investigadora del proyecto Euryka, en el que se enmarca esta investigación.

La investigación, de la que también ha formado parte el investigador Ludovic Terren, concluye que los temas que preocupan a los jóvenes no llegan al debate público y que no tienen voz como actores sociales. Clua apunta que «la Administración debería replantear la manera de invitar a los jóvenes a participar en política y los jóvenes deben pensar cómo incidir en la agenda pública de forma efectiva mediante recursos como las redes sociales», y hace aún una última reflexión: «A los jóvenes no se los tiene en cuenta como actores políticos; probablemente, porque todavía no pueden votar. Paradójicamente, no pasa lo mismo en el ámbito del consumo, donde el público joven es un objetivo».

Expertos UOC

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