Interrogantes en torno a la evaluación en línea

Es imprescindible entender que el contexto de aprendizaje ha cambiado, y garantizar que los estudiantes adquieran las competencias y los conocimientos adecuados es ahora una de las premisas de la educación, lo que sin duda ha generado en los docentes diversas preguntas en torno a cómo evaluar y evitar el fraude. Sin embargo, hay muchas alternativas distintas de evaluación y por eso es aconsejable que, en lugar de un solo examen final, la evaluación sea continua, de manera que el propio estudiante identifique sus puntos débiles y pueda mejorarlos.

«Para nosotros, un estudiante no solo debe desarrollarse en contenidos, sino que también debe hacerlo en competencias, de manera que pueda enfrentarse al mercado laboral. Partiendo de esta premisa, el modelo educativo de la UOC, al ser dinámico y flexible, permite mayor participación del estudiante a lo largo de su formación de manera continua», explicó Xavier Baraza, subdirector de docencia de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, durante el seminario web «Estrategias de evaluación digital» organizado por el Ministerio de Educación de Perú.

Estrategias de evaluación digital

El nuevo perfil de estudiante exige una mayor personalización del proceso de aprendizaje; para ello es importante combinar metodología y tecnología en la evaluación digital, con acuerdo a las distintas estrategias de la asignatura.

«No todas las estrategias son aplicables a todas las asignaturas, es decir, hay algunas que pueden ser aplicadas a asignaturas iniciales y otras a aquellas con muchos estudiantes o tal vez a materias con menos estudiantes, pues no es lo mismo evaluar una asignatura cuantitativa como lo es estadística a una como historia económica, por ejemplo. Y es ahí cuando la evaluación no debe entenderse a nivel de asignatura, sino de programa, y hemos de ser capaces de identificar que el estudiante es quien dice ser y validar lo que está haciendo», explica Baraza.

Interacción entre diversos actores durante el proceso de evaluación

No cabe duda de que la tecnología ha formado parte de las dinámicas educativas de la nueva era, impulsando el aprendizaje autónomo, donde el estudiante no solo es espectador de información, sino también proveedor. De ahí que la colaboración entre estudiantes, con todos los actores educativos implicados, como compañeros, profesores e incluso la parte administrativa, desempeñe un papel importante en la evaluación digital.

«Dado que los exámenes en la UOC son totalmente virtuales, hemos implementado herramientas como los chats, para que el estudiante y todo el equipo involucrado en los exámenes puedan generar avisos o resolver inquietudes de manera inmediata, tanto con sus docentes como con el departamento técnico», explica Àngels Novoa, directora de Servicios de Campus de la UOC.

El feedback como elemento clave

El feedback es un elemento clave en la evaluación digital continua, de hecho, está definido como uno de los elementos de referencia del modelo educativo de la UOC. «Está ahí y hay que hacerlo, pero siempre en positivo, reforzando el trabajo del estudiante», afirma Baraza.

Aunque existen distintos niveles de feedback, este debe comenzar en el nivel 0, es decir, cuando el periodo de entrega de una actividad ha finalizado y el docente da el resultado; es entonces cuando el estudiante compara su propio ejercicio con la solución que le brinda el docente.

Por otra parte, está el feedback grupal o colectivo, en el que, a través de los distintos canales de comunicación, es importante hacer una distinción de grupo «porque si todos los estudiantes están cometiendo un error determinado, eso está asociado al trabajo que viene desarrollando el profesorado», añade Baraza.

Y un tercer feedback es el individual, en el cual el profesor explica directamente al estudiante de manera personalizada las mejoras motivándolo a que continúe con la asignatura.

¿Incrementa el fraude académico en la virtualidad?

No se puede pretender pasar del esquema evaluativo presencial a la virtualidad. Las pruebas masivas virtuales suponen un reto de grandes proporciones hasta para las universidades en línea en cuanto a recursos tecnológicos y humanos, entre otras cosas porque se debe comprobar la identidad del estudiante y evitar el plagio. Por ello la UOC ha liderado el desarrollo del proyecto TeSLA, un sistema de evaluación en línea que autentica la identificación de los estudiantes y la autoría de las actividades de aprendizaje en entornos en línea a través del reconocimiento facial, el reconocimiento de voz, los patrones de tecleado y el antiplagio, entre otros.

El desarrollo de TeSLA se ha logrado gracias a la participación de ochenta profesionales de diez organizaciones expertas, ocho universidades, tres agencias de calidad, cuatro centros de investigación y tres empresas tecnológicas. Adicionalmente, se ha desarrollado una versión de código abierto (open source) de este software que estará disponible a partir de enero de 2021 para las instituciones que deseen implementarlo, con apoyo de servicios de consultoría guiados por la UOC para entender cómo funciona y qué sentido tiene implementarlo en el ámbito educativo.