10/11/16 · Estudios de Ciencias de la Salud

«Hay que hacer el testamento vital para que la familia no tenga que decidir»

M.ª Auxiliadora Noda , trabajadora social sanitaria en la coordinación autonómica de trasplantes de Canarias

Cuando una persona tiene una enfermedad crónica o que no tiene cura, ella y su familia necesitan un apoyo psicológico y emocional, una persona que las acompañe en ese difícil proceso y las oriente y apoye. Esa, y muchas otras tareas, recaen en el trabajador social sanitario, una profesión que representa un 17 % de la actividad de los profesionales del sector, según el libro blanco del grado de Trabajo Social. M.ª Auxiliadora está en ese porcentaje desde hace veintiocho años. Reconoce tener la suerte de amar su profesión, y lo hace en el Servicio de Coordinación Autonómica de Trasplantes de Órganos y Tejidos y Células de Canarias, en la oficina de Tenerife. Compagina este trabajo con el de docente del máster universitario de Trabajo social sanitario de la UOC, el único que existe en el ámbito oficial.

Cuando una persona tiene una enfermedad crónica o que no tiene cura, ella y su familia necesitan un apoyo psicológico y emocional, una persona que las acompañe en ese difícil proceso y las oriente y apoye. Esa, y muchas otras tareas, recaen en el trabajador social sanitario, una profesión que representa un 17 % de la actividad de los profesionales del sector, según el libro blanco del grado de Trabajo Social. M.ª Auxiliadora está en ese porcentaje desde hace veintiocho años. Reconoce tener la suerte de amar su profesión, y lo hace en el Servicio de Coordinación Autonómica de Trasplantes de Órganos y Tejidos y Células de Canarias, en la oficina de Tenerife. Compagina este trabajo con el de docente del máster universitario de Trabajo social sanitario de la UOC, el único que existe en el ámbito oficial.

¿Cómo es el día a día de una persona que trabaja en el ámbito de los trasplantes?

El sector de los trasplantes es uno de los campos más bonitos y rompedores en el ámbito internacional. Está todo protocolizado, nunca hay un «no» profesional y siempre hay proactividad por parte de los profesionales, en especial ante una situación de difícil solución.

Trabajamos la situación de pérdida, de la persona que espera para ser trasplantada y de la familia del paciente, y siempre respetamos su decisión respecto a la donación de órganos. Siempre les informamos del tiempo de espera para que surja un órgano compatible. Además, dependiendo de qué órgano se trate, el riesgo de fallecimiento está servido.

Mi trabajo es el de planificación, promoción, sensibilización a la donación, elevando y proponiendo a mi superior líneas de mejora en pro de la donación.

Como habitantes del archipiélago canario, teniendo en cuenta la insularidad, es muy importante que cuando los pacientes tengan que desplazarse a la Península vayan con todo el abordaje integral hecho. La familia del paciente ha de tenerlo todo organizado.

¿Cómo preparáis al paciente y a su familia?

Trabajamos con ambos los traslados, el hospedaje, el acompañamiento..., aunque no siempre disponemos de tiempo. Cuando eso ocurre, aparece el trabajo de «bombero» del trabajador social, que se refiere a la situación según la cual el trabajador social no ha podido trabajar previamente con la familia ni con el paciente pero sí debe actuar rápidamente.

¿Recuerdas algún caso en especial que hayas llevado tú?

Sí, recuerdo el caso de un menor que debía desplazarse a la Península para que le trasplantaran un órgano y resulta que como no tenía la tarjeta de embarque, la compañía aérea no lo dejaba volar. Ese niño estuvo a punto de perder el órgano, pero entonces intervino la Organización Nacional del Trasplante (ONT). Por suerte, el niño pudo ser trasplantado. Además, la ONT activó un protocolo de desplazados desde Canarias y Baleares a todo el territorio. No debemos permitir que un paciente pierda un órgano por una negligencia de una actuación empresarial.

 

«Un niño estuvo a punto de perder el órgano que esperaba por una negligencia empresarial»

 

¿Cómo actuáis cuando es un niño quien necesita un trasplante?

Hay que organizar a la familia que se queda con él. Si el Servicio Canario de la Salud dispone de un acuerdo con Cruz Roja, la familia podrá disponer de un piso en Madrid y es un equipo de Cruz Roja quien los recogerá en el aeropuerto y los llevará a su nuevo domicilio temporal. Si el paciente debe desplazarse a otra comunidad, se coordina con las organizaciones y fundaciones de pacientes.

¿Hay suficientes donaciones de órganos?

No. Hay que seguir trabajando en pro de la donación. Hay que reducir las negativas, y lo digo desde el respeto a la decisión familiar que tomen. Además, hay diversas formas de hacerse donante. Por ejemplo, para ser donante de médula ósea, se hace entre los dieciocho y los cincuenta y cinco años con un registro en la página web canarias.medulaosea.org. Si es de órgano, a no ser que sea de riñón, ha de ser por donante de cadáver.

Pero en vida existe el testamento vital, un documento disponible en todas las consejerías de Sanidad y los servicios autonómicos de salud. Es importante hacerlo, porque quitamos al familiar la carga de tener que tomar la decisión. Cuando nos ponemos malos, o caemos en una enfermedad crónica, tenemos tantas ganas de vivir que la familia no podrá decir lo contrario. Hay que dejar tranquilo y en paz al enfermo, pero con calidad de vida y que tenga un fallecimiento con el mínimo dolor. Eso no es eutanasia, es no sufrimiento. Cuando los ciudadanos dejamos registrada la manifestación anticipada de las últimas voluntades, los clínicos lo van a ver en su historial informatizado y van a hacer para esa persona todo aquello que haya dejado registrado y su última voluntad.

 

«Hay que seguir trabajando para que aumenten las donaciones»

 

¿Qué papel ha tenido la UOC con la puesta en marcha del máster universitario de Trabajo social sanitario?

Importantísimo. Es el único máster de este ámbito, en el mundo y en España. Nace gracias a la gran dedicación y exclusividad que tiene Dolors Colom Masfret, directora científica del máster, y a otros muchos compañeros docentes de esta misma universidad, como el doctor en medicina y cirugía Julio Villalobos.

El perfil del estudiante del máster es bueno y es gente proactiva. Por suerte, estamos lejos de ese profesional añoso, formado por Cáritas Diocesana, que no venía de la universidad y que además no quería cobrar... Pues ¡claro que queremos cobrar! Cobramos por reconocimiento. No somos hermanas de la caridad; somos profesionales cualificados. Eso sí, hay que formarse.

Pediría que las personas que trabajen como profesionales del campo social sanitario tengan una especialización. De hecho, en las oposiciones, se valora y puntúa a los opositores si tienen el máster de Trabajo social sanitario.

Siento como profesional que el colectivo de trabajo social sanitario ha avanzado, pero a la par siento que debemos ser más proactivos de lo que estamos siendo; que es una profesión puntera en cuanto a la ayuda y solidaridad con las personas que sufren una enfermedad o tienen riesgo de padecerla. Es importante que cada vez nos formemos más.

 

«Somos profesionales cualificados y es importante que cada vez nos formemos más»

 

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