19/4/18 · Investigación

«El sector del cómic está abriendo espacios para visibilizar a las mujeres»

Foto: UOC

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Carmela Artime , doctoranda de la UOC

 

Carmela Artime imparte cursos de español en AUC Amsterdam University College, donde coordina el programa de idiomas. Compagina su trabajo con el doctorado de la Sociedad de la Información y el Conocimiento de la UOC, donde está terminando su tesis sobre las narrativas gráficas contemporáneas que representan la Guerra Civil española. Sus intereses académicos incluyen estudios de memoria, ficción histórica, cómics y literatura. Nacida en Pontevedra hace cuarenta años, es madre de dos hijos y vive en Holanda desde 2012. Con motivo de la Diada de Sant Jordi, Artime analiza la literatura desde la perspectiva de género.

 

 

Carmela Artime imparte cursos de español en AUC Amsterdam University College, donde coordina el programa de idiomas. Compagina su trabajo con el doctorado de la Sociedad de la Información y el Conocimiento de la UOC, donde está terminando su tesis sobre las narrativas gráficas contemporáneas que representan la Guerra Civil española. Sus intereses académicos incluyen estudios de memoria, ficción histórica, cómics y literatura. Nacida en Pontevedra hace cuarenta años, es madre de dos hijos y vive en Holanda desde 2012. Con motivo de la Diada de Sant Jordi, Artime analiza la literatura desde la perspectiva de género.

 

Dos mujeres acaban de ser galardonas en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona. Son la dibujante e ilustradora Laura Pérez Vernetti, distinguida con el Gran Premio de esta feria, y Ana Penyas, con el premio a la autora revelación española. ¿Qué representa este hito?

Yo creo que es muy positivo para el mundo del cómic en España, aunque sea solo un gesto hacia la igualdad. Durante muchos años la mayoría de historietistas eran hombres y las pocas mujeres que había pasaban desapercibidas. Laura Pérez Vernetti es un buen ejemplo, ya que a pesar de llevar muchos años en el mundo del cómic y la ilustración, en comparación con sus homólogos hombres era una desconocida. En los últimos años ha habido un crecimiento exponencial de las mujeres que se dedican a la historieta. Hay muchas coloristas, guionistas, dibujantes, etc. con referentes y estilos muy diversos y que poco a poco vamos conociendo, y por eso soy tan optimista con estos gestos, porque te enfrentan al problema. Aún hay, sin duda, mucho camino por recorrer hasta que haya una representación femenina importante en los jurados, en las editoriales, hasta que se equilibren los sueldos entre autores hombres y mujeres; en definitiva, hasta que el género no sea relevante a la hora de valorar un trabajo.

Las heroínas de los cómics están muy sexualizadas. Personajes como Wonder Woman en los años cuarenta, Batwoman en los cincuenta o Sue Storm, la mujer invisible de Los Cuatro Fantásticos, en los sesenta, se representan como guerreras con formas voluptuosas. ¿Por qué?

La sexualización de los personajes femeninos en los cómics es incluso anterior a los cómics de superhéroes. Los funnies americanos de principios de siglo XX, aunque de manera más sutil, ya sexualizan el cuerpo femenino. Bringing Up Father, una tira cómica de esa época, es un buen ejemplo. En esta tira todos los personajes son caricaturescos, menos la hija de la familia, que es una chica joven muy atractiva y con un cuerpo estilizado que a veces se enseña a través de transparencias. Es decir, que ya entonces se reducía el personaje a su cuerpo o a su cara. El arte, de una manera u otra, representa la sociedad y eso muestra que para esos autores la mujer tenía ese papel en la sociedad. Yo diría que el problema de la objetificación no es solo la sexualización sino los gestos, la falta de definición del personaje, la homogeneización, hasta hace poco todos los personajes femeninos eran mujeres blancas de clase media. El cambio debe ser transversal.

Según un estudio de The Beat, la prestigiosa publicación estadounidense sobre el mundo del cómic, el 46 % de los fans de los cómics son mujeres. ¿Este dato no debería hacer cambiar los papeles en esta industria?

No estoy muy segura de que esto sea importante en cuanto a los cambios que deben hacerse en el ámbito del cómic o en cualquier otro ámbito. No hay cómics para hombres y cómics para mujeres, sino cómics que conectan con diferentes sensibilidades. Son necesarios cambios en la industria, sin duda, para que las mujeres no sean obviadas ni representadas de una manera simplificada, y esos cambios serán beneficiosos para todos los lectores independientemente de su género.

Un estudio señala que la literatura actual es más machista que hace dos siglos. ¿Decir que algo está cambiando es un falso mito?

En mi opinión no es un falso mito hablar de que se están produciendo cambios. De hecho, lleva habiendo cambios desde hace mucho tiempo, pero todavía se notan poco en las estructuras sociales, que siguen siendo patriarcales. Pero creo que sí hay cambios en educación y que hay iniciativas que muestran una evolución en relación con el tema de la igualdad de género. Yo doy clase a alumnos de veinte años y, cuando discutimos sobre algunas lecturas, me doy cuenta de que en términos de igualdad y diversidad tienen una mentalidad mucho más avanzada que los de mi generación. Y esto son muy buenas noticias.

El sector del cómic está abriendo espacios para visibilizar a las mujeres, y la prensa y los premios ayudan, y eso también es un cambio. Es indiscutible que todavía no son suficientes, y quizás detrás de algunos de estos artículos de prensa o premios haya estrategias de marketing o cuotas; pero al fin y al cabo no dejan de ser pequeños pasos adelante, porque estos gestos ponen la desigualdad sobre la mesa y nos hacen reflexionar sobre ella.

¿Qué se puede hacer para que las mujeres dejen de tener el monopolio del «sentimiento» y los hombres el de la «capacidad de decisión» en las novelas?

Cuando lo cambiemos en la sociedad se verá reflejado también en la literatura. Mientras tanto, desde las artes los sentimientos ya son vistos desde otra perspectiva y se les da cada vez más valor intelectual, tanto para personajes masculinos como femeninos. En las novelas gráficas con las que yo trabajo en mi tesis sobre la representación de la Guerra Civil en el cómic contemporáneo, los sentimientos de los personajes –y casi todos son personajes masculinos– son una de las claves narrativas.

La manera en la que se presentan los papeles a los más pequeños construye su visión del mundo. Con la animación y el mundo del cómic se crean referentes e imaginarios relacionados con esta etiqueta. ¿Qué libros lees a tus hijos para que no crezcan siguiendo los estereotipos de género?

Pues cuando se trata de lecturas para mis hijos, mi prioridad es que les guste a ellos. Compro algún libro que trate temas de diversidad; uno muy bonito es Islandborn, de Junot Diaz, o la colección de biografías para niños «Mulleres galegas», de Enrique Mauricio y Carlos Taboada; pero sobre todo intento usar lo que están leyendo o viendo, sea lo que sea, para hablar de aspectos que creo que deben ser discutidos, con la esperanza de que aprendan también a ser críticos con el material al que están expuestos.

Ahora que se acerca la diada de Sant Jordi, y Día Internacional del Libro, ¿qué autoras y libros recomiendas?

Yo recomiendo conocer un poco mejor a las autoras galardonadas este año en el Salón Internacional del Cómic, Laura Pérez Vernetti y Ana Penyas. Otras obras que se pueden explorar son Pretty Deadly de Emma Ríos y Kelly Sue DeConnick o Aloha de Maco, una autora uruguaya. Y, si no conoces muchos cómics, Alison Bechdel, Marjane Satrapi o Julie Doucet son siempre un buen lugar por donde empezar.

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