4/9/18 · Institucional

«Gracias a la música hemos mejorado el absentismo un 15%, vienen muchos más alumnos a clase»

Foto: UOC

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Helena Aznar , directora de la escuela Magraners

 

La escuela Magraners de Lleida tiene un porcentaje elevado de familias de etnia gitana y de familias con pocos recursos económicos, un contexto que se traducía en un elevado absentismo escolar. Por eso decidieron hace cuatro años replantear el proyecto educativo, eliminar una parte del material escolar y de los libros y empezar a trabajar por proyectos y con la música para incentivar a los alumnos, un modelo educativo que bautizaron con el nombre de Pentagram@ y que ha ganado recientemente el premio de Innovación UOC Baldiri Reixac. Estos premios quieren ayudar a dar respuesta a los retos de la escuela de hoy en las tierras de habla catalana. Hablamos con Helena Aznar, directora de la escuela desde hace cuatro años y una de las impulsoras del proyecto. Helena es una convencida de que la educación artística ha de liderar los aprendizajes de unos alumnos que, según ella, tienen que ser intuitivos, creativos y revolucionarios.

 

 

La escuela Magraners de Lleida tiene un porcentaje elevado de familias de etnia gitana y de familias con pocos recursos económicos, un contexto que se traducía en un elevado absentismo escolar. Por eso decidieron hace cuatro años replantear el proyecto educativo, eliminar una parte del material escolar y de los libros y empezar a trabajar por proyectos y con la música para incentivar a los alumnos, un modelo educativo que bautizaron con el nombre de Pentagram@ y que ha ganado recientemente el premio de Innovación UOC Baldiri Reixac. Estos premios quieren ayudar a dar respuesta a los retos de la escuela de hoy en las tierras de habla catalana. Hablamos con Helena Aznar, directora de la escuela desde hace cuatro años y una de las impulsoras del proyecto. Helena es una convencida de que la educación artística ha de liderar los aprendizajes de unos alumnos que, según ella, tienen que ser intuitivos, creativos y revolucionarios.

 

¿Cómo llegáis a la conclusión de que la música podía mejorar el proceso educativo?

Todo lo motivó el alto absentismo escolar que sufrimos en la Escuela Magraners. Estamos en un entorno donde viven muchas familias con necesidades y desfavorecidas para las que la escuela no es una prioridad, y los niños se contagian de eso. Decidimos que teníamos que cambiar esa dinámica y diseñar algún proyecto para conseguir que vinieran solos y estuvieran motivados. Los ritmos musicales están muy presentes en el barrio e intuimos que la música podía motivarlos, y así nació Pentagram@. Teníamos tan claro lo que queríamos hacer que no nos documentamos ni estudiamos otros modelos. Con el paso del tiempo sí lo hemos ido modificando introduciendo pequeños cambios. De esto hace ya cuatro años.

Este cambio de modelo, ¿recibió enseguida el apoyo de la dirección?

Sí, cuando lo presentamos al claustro hubo unanimidad total. Todo el mundo lo vio muy acertado desde el principio, aunque cuando nos pusimos a trabajar nos dimos de cuenta de que no existía un manual que seguir, que teníamos que concebirlo todo nosotros y que eso suponía un trabajo ingente. Con todo, me enorgullece la reacción del claustro, ha sido muy valiente. De los niños te esperas mucha capacidad de adaptación y de cambio pero de un claustro no, y este ha estado al 100% volcado con el proyecto.

¿En qué consiste Pentagram@?

Se trata de hacer de la música el eje del aprendizaje trabajando por proyectos. Hemos quitado todos los libros de golpe: no hay libro de lengua catalana, matemáticas o historia. Nosotros enseñamos con la metodología de Pentagram@ respetando el currículum de la Generalitat. Cogimos todos los contenidos de todas las áreas y los enlazamos a partir de la música en todas sus vertientes: la historia, las biografías de compositores, los instrumentos, las canciones y las melodías musicales son el hilo conductor de su aprendizaje.

¿Cómo informasteis a los niños de este cambio de modelo?

Pues la estrategia pasó por hacer una prueba el año anterior a su puesta en marcha con los alumnos de ciclo superior, sin avisarlos. Durante el tercer trimestre empezamos con Drácula enmarcando el libro en la historia, enlazando con la literatura y con la música como herramienta, y les encantó. Entonces decidimos que podíamos probar el proyecto con todos los alumnos del centro.

¿Qué mejoras habéis notado?

Gracias a la música hemos mejorado el absentismo un 15%, vienen muchos más alumnos a clase. Solo nos quedan dos casos de absentismo grave y cinco de absentismo moderado. Los niños llegan más motivados, en clase los ves contentos y trabajando. No hacen deberes, ese debate ni lo tenemos, pero el resto del comportamiento es impecable. Del programa se han beneficiado 140 niños, todos los de la escuela. Constantemente evaluamos su grado de satisfacción y están muy contentos. Es más, nos proponen mejoras y experimentaciones. Ahora quieren que los mezclemos entre cursos.

¿Es un modelo que se puede reproducir en otras escuelas?

Sí, sin duda. El proyecto es abierto y lo tenemos todo colgado en un web de acceso abierto, cualquier escuela lo puede estudiar e implementar. Nuestro hilo conductor es la música pero otras escuelas pueden utilizar otro. Lo más importante es demostrar a los niños que aprenden y que las cosas tienen un sentido y hacerlo con temáticas que les interesen y motiven.

La escuela, pese a todo, continúa enfrentándose a muchos desafíos...

Todos los del mundo, somos una escuela de máxima complejidad y víctima de los prejuicios. El barrio nos da la espalda, muchas familias todavía no confían en nosotros. Por población podríamos tener dos líneas educativas pero solo tenemos una... Pero quiero que quede claro que el proyecto no se ha hecho para conseguir otra sino para consolidar los alumnos que ya tenemos. La reflexión que siempre hago es que no vamos a las escuelas buscando proyectos educativos, vamos a las escuelas buscando niños que se asemejen a los nuestros. Es así de simple.

¿Qué retos de futuro tenéis?

En septiembre empezamos 1.º de ESO y eso será un gran reto porque el próximo año tendremos un segundo. Esta línea de ESO la plantearemos siguiendo el modelo de la escuela, a partir de la tecnología y de Pentagram@ para enlazarlo todo.

¿Consideras que la escuela actual tiene que replantear el modelo y empezar a innovar más?

Sí, llegamos tarde. Las escuelas poco o mucho han ido cambiando, pero vamos muy despacio. Tenemos que cambiar mucho más, pero los que tienen que cambiar radicalmente son los institutos porque reciben los niños de primaria y estos vuelven atrás metodológicamente hablando. La enseñanza tiene que ser motivadora e innovadora y los niños tienen que ir encantados, no amargados.

¿Cómo habéis recibido el premio?

Ha sido muy alentador. Las escuelas siempre sufren por el dinero y la nuestra todavía más, piensa que no podemos ni contar con esa ayuda extra que siempre representa la AMPA. La dotación económica de 4.000 € del premio nos permite comprar materiales, instrumentos, un kit de robótica y, por primera vez en nuestra historia, hacer colonias.

 

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