19/2/20 · Salud

«La transformación digital de la salud debe vivirse como una oportunidad transversal»

Mireia Sans , presidenta de la sección de Médicos e-Salud del Colegio de Médicos de Barcelona

 

La doctora Mireia Sans Corrales cuenta con una larga trayectoria profesional en el ámbito de la salud digital. Es directora del CAP Comte Borrell de Barcelona y forma parte de varias entidades que apoyan e impulsan la digitalización del sistema sanitario. La doctora preside la Sección Colegial de Médicos e-Salud del Colegio de Médicos de Barcelona (CoMB), es vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Catalana de Salud Digital (SCSD) y es miembro del Consejo Científico de la Fundación TIC Salud Social.

La doctora Sans, experta en salud digital, será una de las ponentes de la jornada «Luz y sombras de la salud digital». La jornada, organizada por el equipo de dirección del máster universitario de Salud Digital (E-health) de la UOC, se celebrará el 4 de marzo en la sede del Tibidabo de la UOC e integrará una mesa de debate en torno al proceso de digitalización de la salud y del sistema sanitario. Para llevar a cabo dicho debate, se contará con varios ponentes, provenientes de distintos ámbitos, que reflexionarán desde su experiencia profesional.  

 

 

La doctora Mireia Sans Corrales cuenta con una larga trayectoria profesional en el ámbito de la salud digital. Es directora del CAP Comte Borrell de Barcelona y forma parte de varias entidades que apoyan e impulsan la digitalización del sistema sanitario. La doctora preside la Sección Colegial de Médicos e-Salud del Colegio de Médicos de Barcelona (CoMB), es vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Catalana de Salud Digital (SCSD) y es miembro del Consejo Científico de la Fundación TIC Salud Social.

La doctora Sans, experta en salud digital, será una de las ponentes de la jornada «Luz y sombras de la salud digital». La jornada, organizada por el equipo de dirección del máster universitario de Salud Digital (E-health) de la UOC, se celebrará el 4 de marzo en la sede del Tibidabo de la UOC e integrará una mesa de debate en torno al proceso de digitalización de la salud y del sistema sanitario. Para llevar a cabo dicho debate, se contará con varios ponentes, provenientes de distintos ámbitos, que reflexionarán desde su experiencia profesional.  

 

¿Qué beneficios puede aportar la tecnología al ámbito de la salud?

Debemos entender la tecnología como un medio, y no como un fin. Debe ser una herramienta que nos ayude a mejorar o rediseñar los procesos de trabajo y los servicios que ofrecemos a la ciudadanía.

Hay que situar al paciente en el centro de todas nuestras acciones y desarrollar soluciones digitales de salud orientadas a satisfacer sus necesidades: producir herramientas digitales que aporten valor, que empoderen al paciente, que nos faciliten el seguimiento de patologías crónicas y que lo acompañen y ayuden a mejorar su calidad de vida.

Gracias a estas soluciones digitales de salud, evitaremos duplicidad de pruebas, mejoraremos la accesibilidad, reduciremos tiempos de espera, mejoraremos el diagnóstico y la terapia que hay que aplicar. Nos permitirán disponer de muchos más datos e, incluso, disponer de modelos predictivos y de medicina más personalizada que mejoren la eficiencia en todas las áreas de la salud.

¿Y al ámbito asistencial y de atención primaria?

También pueden aplicarse al ámbito asistencial. De hecho, en Cataluña trabajamos ya en el campo de la telemedicina y las consultas no presenciales, mediante La Meva Salut (LMS) y eConsulta.

Por un lado, LMS es un espacio digital personal de consulta que permite a la ciudadanía disponer de su información personal más relevante de salud. LMS ofrece también otros servicios como coger cita en línea, ver las pruebas médicas que se han hecho en las instituciones sanitarias públicas o disponer del plan de medicación y de información para el cuidado de su salud.

Por otro lado, eConsulta es una herramienta de comunicación digital entre los pacientes y los profesionales sanitarios que sirve de complemento a la atención presencial. Funciona de forma asíncrona, ya que permite enviar consultas no urgentes en cualquier momento y desde cualquier dispositivo. Una vez enviada la consulta, el profesional dispone de 48 horas para darle respuesta, en días laborables. Los pacientes solo pueden acceder desde LMS previa autorización de su médico o enfermera de atención primaria. La herramienta eConsulta permite enviar archivos adjuntos en PDF que quedan registrados en la historia clínica del paciente.

Una de las aplicaciones más frecuentes de la telemedicina es la teledermatología, que consiste en el intercambio de imagen de forma asíncrona entre los profesionales de la atención primaria y los especialistas de dermatología. El objetivo es llevar a cabo un cribado de los casos, proporcionar una solución y evitar una derivación innecesaria.

Existe documentación científica que corrobora que la telemedicina reduce los costes sanitarios, mejora la salud de la población y la experiencia del cliente en el cuidado de su salud. La videoconsulta también es muy útil, por ejemplo, en el control tanto de enfermedades crónicas como de enfermedades cardiovasculares, en la valoración de resultados de pruebas complementarias y en el control posterior al alta hospitalaria.

¿Qué obstáculos debemos superar para conseguir la implantación de la salud digital? ¿Qué estrategias utilizáis para familiarizar a pacientes y profesionales en este uso?

Diría que los principales obstáculos para implantar la salud digital son, por una parte, las deficiencias en habilidades digitales de profesionales y pacientes, así como la falta de tiempo y de incentivos, y, por otra parte, las dudas que pueda haber en torno a los temas de seguridad y de confidencialidad de los datos en el entorno digital.

Los profesionales de la salud debemos capacitarnos digitalmente para ofrecer una atención sanitaria cada vez mejor y de acuerdo con el nuevo paradigma digital. La sociedad y la mayoría de sectores han avanzado bastante en el campo digital, pero en el de la salud aún sigue habiendo una brecha digital que genera grandes desigualdades. Es evidente que tenemos que vivir esta transformación digital como una oportunidad de mejora en los ámbitos organizativo, clínico, de investigación y de docencia.

Para mí, las grandes estrategias para afrontar los obstáculos tienen que pasar por la escucha activa que permitirá detectar miedos y déficits, por la capacitación digital de los profesionales mediante formación o reciclaje, por generar espacios en las agendas de trabajo y por incentivar la vinculación a proyectos de innovación.

Actualmente existen muchas aplicaciones de salud, blogs, chats..., espacios virtuales donde se proporciona información sobre salud. ¿Cuál crees que debe ser el papel del médico de familia en este contexto?

Como has dicho, existen muchas aplicaciones, blogs, chats..., y para el profesional se hace difícil estar al día de todos y saber cuáles son fiables. Es importante disponer de espacios en los que se agrupen los que cumplan unos mínimos de calidad, que aporten garantías a los usuarios y que estén identificados como herramientas de valor y confianza en el campo de la salud. Es necesario que integren los datos directamente desde los centros de trabajo de los profesionales, que discriminen cuándo se trata de una alerta grave, de una moderada o de una normalidad. Así sería mucho más fácil y seguro para el profesional recomendar el uso de estas aplicaciones.

En el caso de las aplicaciones, tenemos repositorios con sistemas de acreditación como AppSaludable, App salud o NHS App Library.

Y en cuanto a páginas web, en el Colegio de Médicos de Barcelona (CoMB) disponemos del Decálogo para el uso de webs de salud, que expone, de forma sencilla y clara, las recomendaciones que el usuario debe seguir al utilizar de manera adecuada y responsable la información sanitaria obtenida en la red. Por otro lado, también contamos con el Sello de Web Médica Acreditada. Cuando una web está identificada con este sello, se garantiza a los usuarios que tanto la web como su contenido son de confianza y de calidad.

A veces, cuando se habla de salud digital, hay quien lo relaciona con la deshumanización de la medicina y la atención primaria. ¿Cómo encontramos el equilibrio entre lo digital y lo humano?

La transformación digital no debería implicar deshumanización profesional. Ambos conceptos son y deben ser compatibles. Debemos seguir saludando, mirando a la cara, preguntando por la familia y por las preocupaciones de nuestros pacientes. Asimismo, debemos continuar registrando adecuadamente la información en las historias clínicas para lograr una mejor gestión de la salud del paciente.

Sería ideal si tuviéramos gestores de voz que transformaran las conversaciones en palabras escritas, y así podríamos dedicar más tiempo a lo que más nos gusta, escuchar y acompañar a los pacientes y su familia sin tener que estar tan pendientes del ordenador.

Formas parte de la Sociedad Catalana de Salud Digital (SCSD). ¿Qué objetivos perseguís?

La SCSD fue creada en abril de 2016 por un grupo de profesionales de distintos ámbitos, inquietos y conscientes de que creíamos que teníamos que facilitar un espacio de encuentro para informar de la implementación de modelos de transformación digital en los servicios sociales y de salud en Cataluña, y debatir y potenciar dicha implementación.

Deseamos ser un instrumento al servicio de las instituciones y de la academia que pueda crear entornos de debate y conocimiento y poner en contacto a los profesionales que innovan en el ámbito de las TIC y la salud. Nuestra intención es conocer bien la situación de la salud digital en Cataluña e involucrar a los interlocutores de la Administración para aprobar planes de acción que permitan que Cataluña se consolide como líder europeo en este sector. Finalmente, queremos promover que la digitalización de la salud sea una herramienta de empoderamiento de la ciudadanía, y colaborar con la industria y los decisores (decision makers) de las instituciones sanitarias para definir modelos de negocio que promuevan la sostenibilidad del sistema sanitario

Todos estos objetivos los tenemos bien definidos en diez puntos en nuestra web y los vamos llevando a cabo mediante las charlas abiertas mensuales que impartimos sobre temas de salud digital.

¿Hay reticencias hacia la salud digital dentro del colectivo médico?

Diría que cualquier novedad o cambio en nuestros hábitos conlleva resistencias. Salir de nuestra zona de confort y de seguridad requiere un esfuerzo. Hay profesionales que adoptan rápidamente las novedades y otros que necesitan más tiempo para ir adoptándolas. Hay que vencer los miedos, escuchar, dialogar, formarnos en el desarrollo de nuevas competencias, habilidades y conocimientos digitales para poder liderar el cambio y la transformación digital. Hay que involucrar a sanitarios y pacientes desde los inicios del desarrollo de los productos, lo que ayuda a anticipar barreras, facilitar la aceptación y minimizar la interrupción de los flujos de trabajo, y, evidentemente, hay que compensar su tiempo y experiencia.

Eres la presidenta de la Sección Colegial de Médicos e-Salud del CoMB. ¿Qué hace el CoMB en el ámbito de la salud digital? ¿Cuál es su papel?

El CoMB intenta sumarse siempre a las últimas tendencias y por eso en 2013 aceptó que creáramos la sección transversal de Médicos e-Salud. Se trata de un espacio de encuentro para médicos interesados en la salud, en la relación médico-paciente y en el uso de las TIC aplicadas al sector sanitario, especialmente en su incidencia en el ejercicio de la medicina.

Desde la creación de Médicos e-Salud hemos impulsado la organización de jornadas periódicas, y cada una ha versado sobre una determinada temática, pero siempre con la tecnología y la salud como ejes centrales. Estas jornadas han sido, al mismo tiempo, un lugar de encuentro para conocer iniciativas en el campo de la salud 2.0.

Hemos participado también en la creación del documento Recomendaciones sobre el uso de información médica y el ejercicio de libertad de expresión en las redes sociales y en el Decálogo de recomendaciones básicas en las redes sociales para médicos, que ha sido ampliamente difundido entre el colectivo.

Actualmente, estamos planteando una actividad formativa en salud digital que se impartirá próximamente en el Instituto de Formación Médica y Liderazgo (FMiL).

Eres miembro del Consejo Asesor Científico TIC Salud Social y directora del CAP Comte Borrell de Barcelona. ¿Cuál te parece que debe ser el papel que debe desempeñar la Administración pública en el proceso de digitalización de la salud en Cataluña?

Desde el Departamento de Salud y la Fundación TIC Salud Social se trabaja junto con profesionales de los ámbitos de salud y tecnología en dos líneas. Por un lado, está la línea de la plataforma tecnológica mConnecta, que permitirá integrar soluciones de movilidad en el proceso asistencial con el objetivo de lograr que los servicios sean lo más accesibles y universales posible.

mConnecta será un escaparate de componentes de movilidad del ámbito de la salud que permitirá que los profesionales, desde su centro de trabajo, puedan recomendar a los pacientes elementos de movilidad validados y homologados. Asimismo, los datos generados por estas aplicaciones serán integrados en la historia clínica del paciente.

Por otro lado, se trabaja en el plan estratégico para la implementación, en el sistema sanitario catalán, del programa Latitud, un método de atención sanitaria no presencial. Entendemos que la atención no presencial es la que nos permite ofrecer una prestación de servicios sanitarios más personalizada y ajustada a las necesidades de la ciudadanía —incluyendo servicios a distancia. Se trata de un nuevo modelo asistencial que combina la asistencia presencial con la asistencia remota.

En este momento tenemos un proceso participativo abierto para que todos puedan opinar, pedir, reflexionar y, en definitiva, colaborar en la definición de este modelo de atención no presencial en Cataluña.

Hoy, desarrollar una aplicación o un blog de salud está al alcance de todos. ¿Pensáis tomar algunas medidas, elaborar algún protocolo o alguna propuesta de ley para regularlo?

Durante los últimos años ha habido un importante crecimiento del número de aplicaciones. Actualmente existen más de 325.000 aplicaciones de salud y bienestar en el mercado y, tan solo durante el año 2017, hubo 3.700 millones de descargas de esta tipología de aplicaciones.

Hay mucha diversidad en los tipos y las prestaciones de las aplicaciones de salud, y muchas de las que se encuentran disponibles en el mercado no se han sometido a una evaluación científica rigurosa de su contenido, no se ha contrastado su utilidad en la mejora de la calidad de vida de los pacientes y plantean problemas de usabilidad. Por todo ello, es necesario establecer marcos reguladores que permitan adecuar esta tecnología para que aporte garantías a los usuarios, que se conviertan en herramientas de valor y confianza en el campo de la salud, y validar su utilidad mediante estudios de investigación.

Hace tres años que desde la Fundación TIC Salud Social, con la ayuda del Departamento de Salud, empezamos a desarrollar un modelo de acreditación de aplicaciones que las clasifica en tres tipos: aplicaciones que no registran ni producen datos, aplicaciones que registran y producen datos sin personalización y, finalmente, aplicaciones que registran y producen datos con personalización.

Este modelo se basa en 120 criterios agrupados en cuatro bloques: usabilidad y accesibilidad, aspectos tecnológicos, aspectos de seguridad y aspectos de funcionalidad y contenido. Las aplicaciones deben cumplir todos los criterios para obtener la acreditación.  

Como profesora universitaria, ¿cuál crees que debe ser el papel de las universidades? ¿Consideras que los currículos están adaptados a las necesidades actuales?

Es fundamental que las universidades introduzcan una asignatura transversal de innovación y salud digital para que los estudiantes de medicina sean conscientes de la constante evolución de las nuevas tecnologías y sean capaces de ir integrándolas en entornos cada vez más complejos de envejecimiento, de múltiples patologías (pluripatología) y de varios tratamientos (pluritratamiento). 

Asimismo, deben existir posgrados y másteres que den respuesta a las necesidades crecientes del sector salud, que formen a los profesionales en el uso de las nuevas tecnologías, en macrodatos (big data), chatbots, sistemas de inteligencia artificial o aprendizaje automático (machine learning) para que sean capaces de poder incorporarlas y mejorar los procesos asistenciales o de gestión.

¿Cómo será el médico de familia del futuro? ¿Y el CAP del futuro? ¿Qué irá a buscar y qué encontrará el paciente en el CAP del futuro?

Buena pregunta. Todo avanza tan rápido que se hace difícil de imaginar; seguro que será muy distinto a como es actualmente. Cuando nos planteamos el proceso de digitalización del CAP Comte Borrell, lo hicimos desde una visión muy disruptiva. Hemos llevado a cabo el cambio paulatinamente y a partir de las necesidades del día a día, e involucrando a todos los profesionales.

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