14/7/22 · Estudios de Artes y Humanidades

«El sentido crítico frente a la pantalla debería ser una asignatura en la escuela»

Roger Chartier

Roger Chartier

Roger Chartier , historiador del mundo del libro

 

El prestigioso historiador del mundo del libro Roger Chartier, el miembro más destacado de la cuarta generación de la influente escuela de los Annales, impartió recientemente una conferencia en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) titulada "Historia cultural y crítica textual. Movilidad y materialidad de los textos". Chartier también encabezó el seminario La materialidad de los textos en la época de su reproductibilidad digital, en el marco del Global Literary Studies Research Lab (GlobaLS), grupo de investigación liderado por la investigadora ICREA Diana Roig-Sanz, adscrito a los Estudios de Artes y Humanidades y al Internet Interdisciplinary Institute (IN3).

Aprovechamos la ocasión para conversar con el insigne profesor, que en esta entrevista reflexiona sobre el efecto de la revolución digital en la lectura y la edición, y explica cómo los libros han marcado la historia de la humanidad. 

 

El prestigioso historiador del mundo del libro Roger Chartier, el miembro más destacado de la cuarta generación de la influente escuela de los Annales, impartió recientemente una conferencia en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) titulada "Historia cultural y crítica textual. Movilidad y materialidad de los textos". Chartier también encabezó el seminario La materialidad de los textos en la época de su reproductibilidad digital, en el marco del Global Literary Studies Research Lab (GlobaLS), grupo de investigación liderado por la investigadora ICREA Diana Roig-Sanz, adscrito a los Estudios de Artes y Humanidades y al Internet Interdisciplinary Institute (IN3).

Aprovechamos la ocasión para conversar con el insigne profesor, que en esta entrevista reflexiona sobre el efecto de la revolución digital en la lectura y la edición, y explica cómo los libros han marcado la historia de la humanidad. 

¿De dónde le viene el interés por el mundo de los libros?

La gente que ama los libros suele responder a esta pregunta diciendo que ama los libros desde su infancia. Este no es mi caso. Existen dos tipos de amantes de los libros: los "herederos", que han heredado el amor por los libros de sus padres y han podido acceder a la biblioteca familiar, y los "conquistados", a quien los libros les conquistaron, pues nacieron en un ambiente desprovisto de libros por unas condiciones sociales concretas. En mi caso, como lector "conquistado", la escuela primaria tuvo un papel fundamental, ya que fue donde accedí por primera vez a los libros. En la escuela descubrí autores como Jules Verne y otros clásicos, gracias a colecciones adaptadas al público infantil, como la "Rouge et Or" o la "Bibliothèque Verte".

Estamos inmersos en plena revolución del libro digital. ¿Cómo ve esta gran transformación? ¿Es comparable a otras revoluciones vividas por el libro?

La revolución digital es la más espectacular porque ha transformado el soporte, la técnica de transmisión de los textos y la práctica de la lectura. Nunca en la historia se dieron estos tres cambios a la vez, como ha pasado con el libro digital.

Las revoluciones vividas por el libro en otras épocas supusieron cambios en alguno de estos aspectos. En los primeros siglos de la era cristiana, nació el códex (con páginas encuadernadas), que es el libro que conocemos ahora, lo que representó una ruptura con el soporte que existía hasta el momento (los rollos de papiro). La imprenta de Gutenberg (1440) permitió, por primera vez, reproducir un libro sin copiarlo. Fue una gran revolución desde el punto de vista técnico. 

En cuanto a la lectura, ha vivido fundamentalmente tres revoluciones. La primera fue el paso de la lectura en voz alta —tal como se practicaba en los primeros siglos de la Edad Media en los monasterios, donde se leía en latín— a la lectura en silencio. La segunda revolución se dio en el siglo xviii, cuando se pasó de un corpus reducido de libros y una lectura intensiva a la publicación de más libros y a una lectura seglar, no reducida al estamento de la iglesia. La tercera revolución fue la alfabetización, en el siglo xix, que se dio con el acceso de los niños, la clase obrera y las mujeres a la escuela primaria.

La revolución de la digitalización es histórica porque combina tres revoluciones en una: de soporte (pantalla), técnica (transmisión digital de los textos, redes sociales) y en cuanto a la forma de lectura.

«La digitalización es la revolución más espectacular en la historia del libro»

La digitalización es un importante instrumento de democratización del conocimiento, pero es también una peligrosa arma de doble filo.

Estamos ante un poderoso instrumento de transformación social y comunicación que permite crear espacios de discusión y reflexión a una escala nunca vista anteriormente. Internet ha cambiado todas las prácticas de nuestra vida, no solo la lectura: la amistad, la identidad, el mercado, etc. Sin embargo, internet y las redes sociales son un peligroso instrumento que da alas a la difusión de fake news, manipula ideas y falsifica la historia por una razón fundamental: en las redes sociales, el criterio de evaluación de los textos deja de ser crítico. El solo hecho de estar en la red ya otorga credibilidad al mensaje, lo que es terrible para el conocimiento y para la democracia. Lo hemos visto con la circulación de teorías absurdas durante la pandemia, con la manipulación de elecciones en países como Brasil, o con la peligrosa reescritura de la historia en varios países de Europa. Por todo ello, no tengo un diagnóstico claro sobre lo que ha representado la revolución digital. Debemos ser conscientes de que la digitalización puede crear un mundo de manipulación y falsificación.

«La digitalización puede crear un mundo de manipulación y falsificación»

La guerra entre Ucrania y Rusia también se está librando en las redes. ¿Cuál es su opinión sobre este conflicto?

Creo que este tema está fuera de mi campo de conocimiento y mi respuesta no tiene más valor que la del camarero que trabaja en el bar de la esquina. En los medios de comunicación hay un abuso de los supuestos intelectuales que opinan sobre todo tipo de temas, sin tener conocimientos. Siempre son los mismos y opinan sin conocimiento de causa, por lo que no voy a hablar de un campo que no es el mío.

Aun así, ¿cree que la educación tiene el poder de evitar guerras?

Es muy ambicioso poner la educación como un instrumento que puede evitar guerras. De todos modos, sí que es fundamental para aportar un sentido crítico a las personas y evitar la circulación de propaganda y noticias falsas. El sentido crítico frente a la pantalla debería ser una asignatura en la escuela, pues los niños conocen muy bien cómo usar la tecnología, pero no saben navegar en este mundo lleno de desinformación. En el mundo de la letra impresa es más fácil distinguir si una información es de calidad, pero en el mundo digital todo tiene el mismo formato y la misma apariencia. Es muy importante fomentar la actitud crítica para evitar la credulidad frente a la manipulación.

En una de sus obras se pregunta si los libros pueden provocar revoluciones. ¿Cuál es la respuesta?

Todas las revoluciones creen que hay libros que están en su origen. Por ejemplo, la Revolución Rusa, con los textos de Marx y Engels; la Revolución China, con Mao Tse Tung; la Revolución Francesa, con algunos autores de la Ilustración. Es paradójico que la revolución se conciba como una ruptura absoluta, pero que, al mismo tiempo, busque a sus profetas. Lo que sí vemos es que algunos autores fueron considerados como si sus obras hubiesen anunciado esta ruptura antes de que se hiciera realidad. En mi libro Los orígenes culturales de la Revolución Francesa explico cómo las obras de Voltaire y Rousseau, que atacaban a la corte y la aristocracia, contribuyeron a despertar conciencias y a provocar la desobediencia a las autoridades. Sin embargo, no considero que los libros sean capaces de desatar una revolución por si solos. Las razones profundas son siempre sociales o económicas, aunque sí permiten soñar que otro mundo es posible y crean un horizonte de cambio.

«Los libros permiten soñar que otro mundo es posible»

Shakespeare, Cervantes, Molière… Cuando decimos que estos autores han marcado la historia de la literatura, ¿pecamos de una visión demasiado occidentalocentrista?

Hay una nueva tendencia historiográfica para quebrar el monopolio del mundo occidental en la historia cultural. Esta nueva visión muestra que la historia del libro no tiene por qué pasar por la imprenta, pues Japón, Corea y China tuvieron una cultura impresa sin necesidad de la imprenta (utilizaron la técnica de la xilografía). Además, Europa es el resultado de conexiones entre varias culturas, de la emigración, del intercambio de mercancías e ideas… Esta nueva historiografía más global está abriéndose paso en los últimos veinte o treinta años.

Éditer et traduire, su último libro, habla de dos actividades que la digitalización ha transformado profundamente. ¿Los traductores automáticos acabarán con el oficio de la traducción?

Es verdad que los traductores automáticos han mejorado mucho y son cada día más exactos. Son útiles para correos electrónicos, temas administrativos, etc., pero no pueden usarse para traducir un libro de historia, novela o poesía. Hoy en día, la crisis del mercado del libro y el hecho de que los jóvenes no lean libros han reducido en gran manera el número de traducciones que hacen las editoriales, que son prudentes porque no quieren tener pérdidas. La mitad de los jóvenes no compran libros en ningún formato (digital o impreso) y no es cierta la frase "Nunca se había leído tanto", pues la lectura en las redes sociales no equivale a leer un libro. Con la disminución de obras traducidas, una gran cantidad de ficción y belleza ha dejado de ser accesible. Es uno de los efectos indirectos de la digitalización.

¿Cómo podemos cambiar esta situación desoladora e incitar a los jóvenes a leer?

¡Prohibiendo la lectura! En lugar de hacer una campaña que muestre lo interesante que es leer, debería crearse una campaña que muestre la lectura como acto prohibido… El problema es empujar a este público joven a pasar de esta lectura digital, rápida e impaciente a la lectura del libro, que es lenta, atenta, crítica. Debemos enseñar que leer tiene un provecho, forzar a salir de las redes sociales… No es fácil. La escuela y los medios de comunicación deben ser conscientes de que tienen esta responsabilidad. 

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