28/7/22

«Que te pongan a parir es parte de la profesión»

En la VI Jornada de Periodismo Móvil (MoJoBCN UOC-EFE), Victoria Martín debatió, junto con otros compañeros de profesión, sobre la transformación del periodismo y el fenómeno de los pódcast
Carolina Iglesias y Victoria Martín son las dos cómicas que ponen voz a este exitoso proyecto, que nació a raíz del confinamiento
Victoria Martín en las Jornadas del Mojo. (Foto: UOC News)

Victoria Martín en las Jornadas del Mojo. (Foto: UOC News)

Victoria Martín , de 'Estirando el chicle'

 

El Movistar Centre de la plaza de Catalunya acogía la ponencia inaugural de la VI Jornada de Periodismo Móvil (MoJoBCN UOC-EFE), organizada por la Universitat Oberta de Catalunya y la Agencia EFE. Entre sus ponentes, Victoria Martín destacaba por ser la única mujer cómica de la sala. Sí, mujer y cómica. Dos realidades que no han tenido cabida en España. Pero eso ha cambiado, porque, con el pódcast Estirando el chicle, Martín y su compañera de batallas, Carolina Iglesias, abrieron camino.

Lo que empezó siendo un proyecto entre amigas en YouTube se convirtió, dos años después, en el pódcast más escuchado de España. Con dos premios Ondas a sus espaldas y con el orgullo de agotar en menos de 72 horas las 12.000 entradas de su show en el WiZink Center de Madrid, estas dos cómicas no van a parar. Y, como explicó Martín para UOC News, "la intención es continuar hasta que lo que reivindicamos no tenga ningún sentido porque esté todo normalizado".

 

El Movistar Centre de la plaza de Catalunya acogía la ponencia inaugural de la VI Jornada de Periodismo Móvil (MoJoBCN UOC-EFE), organizada por la Universitat Oberta de Catalunya y la Agencia EFE. Entre sus ponentes, Victoria Martín destacaba por ser la única mujer cómica de la sala. Sí, mujer y cómica. Dos realidades que no han tenido cabida en España. Pero eso ha cambiado, porque, con el pódcast Estirando el chicle, Martín y su compañera de batallas, Carolina Iglesias, abrieron camino.

Lo que empezó siendo un proyecto entre amigas en YouTube se convirtió, dos años después, en el pódcast más escuchado de España. Con dos premios Ondas a sus espaldas y con el orgullo de agotar en menos de 72 horas las 12.000 entradas de su show en el WiZink Center de Madrid, estas dos cómicas no van a parar. Y, como explicó Martín para UOC News, "la intención es continuar hasta que lo que reivindicamos no tenga ningún sentido porque esté todo normalizado".

¿Te cae bien Carolina Iglesias? ¿O, simplemente, es todo una tapadera?

No, me cae mal (risas).

¿Cómo os conocisteis?

Nos conocimos en la radio, en el programa Yu, no te pierdas nada, ya hace bastante tiempo. De hecho, ni me acuerdo de la vida sin Carolina (risas).

Así que la radio os unió…

Trabajábamos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, codo a codo. Yo era novata en el mundillo radiofónico y me sentía muy cómoda cuando ella presentaba, así que la relación profesional forjó la amistad. Me sabe leer muy bien y eso es vital para hacer comedia. Mira Estirando el chicle.

Hablando del pódcast, ¿quién es Buenafuente y quién es Berto en vuestro programa?

Ella es Buenafuente y yo Berto. Al final, ella es la más famosa.

Empezasteis con Válidas, una serie escrita por vosotras y que se puede ver en YouTube. ¿Algún proyecto audiovisual en el horizonte?

Ojalá. A mí es lo que más me interesa. Me gusta escribir. Y si es ficción, más. Ese es mi objetivo, pero la industria es dura. Hay cuatro directores y guionistas haciendo las mismas películas una y otra vez...

Pensaba que Netflix había agilizado un poco esta esperada democratización audiovisual.

Para nada. Pero es como todo: el cine y las series son los formatos en los que más dinero hay que meter. Y con grandes presupuestos no hay apuesta, no hay riesgo. Sin embargo, yo confío en que llegará, que se abrirá a los nuevos creadores y creadoras. Abril Zamora, con su serie en HBO, ya es un precedente. Espero que poco a poco se vaya abriendo y cambien las cosas.

El programa Estirando el chicle empezó sin ningún tipo de filtro y con un discurso feminista contundente. Años después, sigue igual. Sin embargo, ¿en sus inicios no teníais miedo de que os cancelaran?

Ahora ya no importa si te cancelan, porque ya sabes que este odio viene de unos determinados perfiles. Pero sí, cuando empiezas es duro y poco a poco te creas una coraza. Lejos de ser un apaño, no creo que sea la solución definitiva. No obstante, también se debe entender que el hecho de que te pongan a parir es parte de la profesión. De hecho, a mí me preocupa más la cancelación por el otro lado.

¿En qué sentido?

Por ejemplo, que digas algo que pueda ofender a algún colectivo o movimiento. Esa me parece una gestión más difícil. Me supondría más ansiedad esto que el hecho de que un directivo de no sé qué cadena se molestara por uno de mis comentarios.

¿Qué personaje de Estirando el chicle os ha costado más traer al programa?

A Chelo García-Cortés nos costó traerla. Luchamos mucho para conseguirlo: fue casi un año de persecución. Lola Herrera también costó bastante, y Mónica Naranjo. Al final, el fenómeno de los pódcast es muy conocido entre las generaciones más jóvenes, pero llegar a estas artistas que siempre han estado en medios más tradicionales cuesta más. Ellas tienen la agenda muy ocupada y no piensan "venga, pues me voy a un pódcast".

¿Y cómo lo conseguisteis?

El programa ha tenido que hacerse un hueco en el panorama mediático, porque al principio les sonaba raro, como algo que se emite por internet y no es radio del todo (risas). Eso sí, hay que reconocer que, una vez con nosotras, todas se han ido encantadas.

El programa de Chelo fue todo un éxito. Ahora es un icono LGTBIQ+ para las generaciones más jóvenes.

El problema es que siempre lo ha sido, pero nadie se lo había reconocido.

En tu cuenta de Instagram, Living Postureo, criticas a muchos influencers. ¿Con quién de todos los personajes que comentas te irías a una isla desierta?

Con nadie. Bueno, con uno, pero sería para comérmelo, a modo de supervivencia, por si no hay nada que cazar.

¿Te refieres a Kiko Rivera?

No, y tampoco a Kiko Matamoros, que eso puede ser un residuo tóxico. Cambio de personaje. Me iría con Dulceida, que al menos es disfrutona.

¿Qué os queda por hacer?

Descansar y vivir tranquilas (risas). Acabaremos la gira, en el WiZink Center, y nos tomaremos unos meses antes de la nueva temporada. Sin embargo, la intención es continuar hasta que lo que reivindicamos no tenga ningún sentido porque esté todo normalizado.

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