9/1/17 · Estudios de Economía y Negocios

El mentor, clave para mejorar la competitividad de la empresa

Los nuevos emprendedores y los trabajadores noveles buscan referentes en quienes reflejarse y que los espoleen a progresar en su carrera profesional. Estas figuras clave son los mentores, unos profesionales que, si bien beben de modelos históricos relacionados con el aprendizaje, constituyen un fenómeno nuevo y creciente en el ámbito empresarial. Joan Torrent, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, equipara la relación que los mentores mantienen con sus mentorados o protegidos a la que tradicionalmente han tenido «maestro y alumno en el mundo educativo, o a la de aprendiz y maestro de oficio de la industria de toda la vida». La mentoría se está introduciendo en las empresas catalanas y españolas como método para incrementar la productividad de los trabajadores y la buena marcha de la compañía.
Foto: Nick Karvounis / Unsplash

Foto: Nick Karvounis / Unsplash

Gina Aran, profesora col·laboradora del máster de Dirección y Gestión de Recursos Humanos de la UOC, define este fenómeno como «un proceso por el que una persona referente, que tiene una experiencia, tutoriza o guía a otra persona para que se desarrolle en algún aspecto concreto o de una manera integral». Tanto Aran como Torrent recalcan que, para que el modelo sea un éxito, tiene que haber una relación interpersonal de confianza entre el mentor y la persona a quien guiará, una confianza que hay que construir y consolidar. «La eficiencia del intercambio está relacionada con un umbral de confianza que acostumbra a estar relacionado con el tiempo de vinculación entre ambas partes», señala Torrente. Por su parte, la profesora Gina Aran establece que, para que el intercambio sea fructífero, hace falta que el mentor se interese por la persona a quien está ayudando, «las necesidades que tiene, quién es y qué quiere».

El profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC añade que «la explosión de la mentoría en el ámbito del emprendimiento» está ligada al hecho de que, cada vez más, existe una «necesidad de un emprendimiento colectivo y colaborativo». Esto quiere decir que, ante la complejidad de sacar adelante un proyecto en un contexto difícil como el actual y en el que hacen falta conocimientos de muchos ámbitos y muy diversos, los nuevos emprendedores y trabajadores no pueden hacerlo solos y necesitan el apoyo y la sabiduría de los veteranos con más éxito.


Implicados y disponibles

A pesar de que los mentores acostumbran a ser personas experimentadas, con una trayectoria notable, a veces pueden ser también las generaciones más jóvenes las que aconsejen a los trabajadores más bregados, en ámbitos como por ejemplo las competencias digitales. Tanto para ser mentor como mentorado, e independientemente de la edad, son necesarias algunas competencias y habilidades. Según Aran, el mentor «tiene que tener experiencia, mucho sentido de la responsabilidad y estar muy implicado en la organización». Además, señala que deben ser «personas con mucha empatía», que tengan una gran «predisposición a colaborar en el desarrollo de los demás y que estén muy disponibles». «El mentor tiene que servir de apoyo, de inspiración, tiene que ser un ejemplo a seguir», remarca Aran.

En este sentido, el profesor Joan Torrent añade: «Las personas mentoradas valoran muy positivamente la experiencia en iniciativas similares y también la capacidad de relación social de los mentores para conocer personas y organizaciones necesarias para la resolución de problemas concretos». No solo a estos nuevos maestros se les exigen habilidades, también los aprendices tienen que reunir algunas características específicas. Así lo señala Gina Aran: «La actitud del mentorado o mentee tiene que ser la de aprender, la de trabajar y estar muy receptivo». Aran remarca que en algún momento el aprendiz tiene que poder salir adelante solo: «La mentoría es un proceso largo, pero tiene un inicio y un final. No se tiene que crear dependencia entre el mentor y el mentorado».


Transmisión intergeneracional

Los expertos coinciden en señalar que la mentoría va al alza en el ámbito empresarial como modelo que ayuda a mejorar la competitividad y la transmisión de conocimiento intergeneracional y entre las diversas oleadas de trabajadores. El modelo puede ser útil en varias etapas, «en el momento de sacar adelante proyectos de emprendimiento y de consolidación empresarial y en el momento en que un ejecutivo joven entra en una organización», señala Torrent. La manera de aplicar la mentoría en una empresa u organización resulta sencilla: hay que asignar parejas de mentores y mentorados, formar a los primeros, fijar unos objetivos y evaluar los resultados del proceso.

Aran señala que hay que establecer el método de trabajo entre estas parejas: la periodicidad de las reuniones, la asignación de retos... La confianza, el trabajo metódico y constante o la escucha activa son algunos requisitos clave para que el modelo de mentoría funcione. Así lo remarca el profesor Joan Torrent: «Es necesario que la relación de confianza funcione y, por lo tanto, romper las barreras psicológicas, culturales y de lenguaje que, a menudo, pueden frenar o incluso hacer fracasar la relación».


Más productividad para las empresas

El modelo reporta beneficios tanto a los mentores como a los mentorados y las empresas u organizaciones donde se implanta. «Los mentores séniores se ponen en contacto con la modernidad tecnológica y las nuevas formas de consumo y los mentorados júniores adquieren conocimientos y competencias vinculadas con la experiencia del mercado y el conocimiento de las organizaciones», asegura Torrent. El mentorado, indica Aran, «desarrolla su carrera profesional, mejora su rendimiento», mientras que el mentor mejora sus «capacidades de comunicación», como por ejemplo el hecho de saber escuchar, expresarse con precisión y hacer las preguntas correctas. La profesora del máster de Dirección y Gestión de Recursos Humanos de la UOC añade: «La mentoría es útil para la empresa desde el punto de vista estratégico, porque está aflorando y reteniendo talento».

Si bien la mentoría se está introduciendo en empresas y organizaciones, los expertos señalan que todavía existen barreras que frenan la generalización de este modelo. Torrent señala que, para que el entorno sea proclive al desarrollo de este tipo de procesos, hace falta «la instauración de culturas previas de colaboración», lo cual aún no pasa en algunas empresas «tradicionales, poco flexibles, descentralizadas y verticales». Por eso, en nuestro entorno más próximo, la mentoría todavía tiene mucho campo por recorrer. Torrent matiza que en el mundo anglosajón, «donde las nuevas empresas acostumbran a fundamentarse en contextos colaborativos y la vinculación relacional con agentes externos, el mentoring no tiene tantas barreras de entrada como en los contextos mediterráneos, donde la cultura de la colaboración no está tan implantada».

Contacto de prensa

También te puede interesar

Más leídos