Boletín Empresas Asociadas UOC nº 1

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La experiencia de algunos estudiantes de la UOC residentes en Latinoamérica

Estudiar a distancia permite disfrutar de una gran autonomía, y provoca situaciones como compartir aula y profesor con estudiantes que viven al otro lado del Atlántico. Actualmente la UOC tiene unos 1.300 estudiantes que se encuentran en esta situación. Es lo que sucede a los que hablan a continuación.

María del Valle Moreno
Cuernavaca (México)


María del Valle Moreno es española, pero hace dieciocho años que vive en México. Vive en Cuernavaca, en el estado mejicano de Morelos. Allí es maestra de lengua y literatura. Hace algún tiempo, por casualidad, buscando en Internet se encontró con la UOC. "Decidí volver a estudiar simplemente por gusto. Primero hice un curso de verano. El modelo me convenció y me lancé a estudiar Psicopedagogía, que, además, estaba relacionada con mi profesión".

Matricularse en la UOC fue también una manera de mejorar el currículum. "Pensé que estaría bien cambiar de trabajo, dentro de la docencia, claro está; quizás como psicopedagoga de la escuela, pero sin dejar de dar mis clases, que me apasionan".

Además, "en México, si quieres tener un currículum que impresione, debes pasar por universidades privadas o extranjeras".

El hecho de ser una universidad no presencial fue un aliciente para María del Valle. "Si trabajas, estudiar a tu ritmo administrándote el tiempo según las circunstancias es básico", dice.

María del Valle afirma que en México la UOC todavía es poco conocida. "Aquí todavía no hay un buen conocimiento de este tipo de enseñanza. Las personas a quienes explico que estudio en una universidad no presencial se interesan, pero no saben muy bien de qué va la historia". Con todo, esta española residente en México ahora puede afirmar, "con mi experiencia como estudiante, que el nivel de la UOC es bueno, alto y de calidad".

Óscar Carlos Picardo
San Salvador (El Salvador)


Óscar Carlos Picardo es uruguayo, pero vive en El Salvador desde 1989. En los últimos años ha seguido diferentes programas de formación continua dirigidos a mejorar los conocimientos en el ámbito de la educación, su gran pasión y la disciplina que lo ha llevado a la docencia, a la investigación y a la gestión. Actualmente es asesor académico en la escuela García Flamenco, el instituto privado más antiguo de El Salvador para enseñanzas de primaria y secundaria. También es asesor de la ministra de Educación en el área de educación superior.

Hace algunos años se planteó la necesidad de seguir estudios de doctorado, pero con las obligaciones laborales le era muy difícil dar el paso. Casualmente viajó a Costa Rica para participar en un congreso internacional como representante de la oficina de El Salvador de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Allí se encontró con un representante de la UOC que daba una ponencia. "En la conversación me habló del programa de doctorado sobre la Sociedad de la Información y el Conocimiento de la UOC y a partir de aquel momento he estado vinculado a esta universidad".

No es la primera vez que Óscar Carlos Picardo ha escogido estudios de otros países. Anteriormente había cursado una maestría de Educación de la Universidad de Louisville y un posgrado de finanzas educativas de la Universidad de Harvard. "En El Salvador, las universidades realizan muy poca investigación y tienen pocos investigadores reconocidos (la mayoría de estudios son del área de ciencias sociales). Esta situación la encontramos también en otros países de la zona, como Nicaragua, Guatemala u Honduras", explica. Y en la UOC, en este sentido, encontró un alto nivel. "El simple hecho de que cuente con Manuel Castells y con otros profesores destacados e investigadores de ámbito internacional marca la diferencia".

Como buen conocedor del mundo educativo, sabe que estudiar en una universidad no presencial significa disciplina. "Hay quien piensa que estudiar por Internet es fácil. En la UOC la enseñanza es muy rigurosa".

Alfred Casas
Ciudad de México (México)


Desde niño, Alfred Casas ha tenido el corazón dividido entre dos continentes: Europa y América. "Nací en Ciudad de México en 1980, donde viví hasta los tres años. Mis padres son roselloneses, de Prada, donde viví dos años. Después residí dos años más en Portugal y, desde los siete años, de nuevo en Ciudad de México". Estas idas y vueltas entre estos dos continentes no han acabado aquí, ya que Alfred ha establecido un nuevo vínculo directo entre su lugar de residencia actual, Ciudad de México, y Cataluña gracias a la UOC, donde estudia Turismo. "Tengo pasaporte francés y mexicano, pero mi nacionalidad es la catalana". Este sentimiento es uno de los motivos por los cuales se ha matriculado en la UOC.

Es cocinero y trabaja en una cafetería en Ciudad de México. "Vivo al norte de Ciudad de México; digo en el norte porque en esta ciudad hay diez ciudades al mismo tiempo. Es impresionante, de veras", dice. Conoció la UOC en el Orfeón Catalán de México. Allí encontró unos folletos informativos que lo motivaron a entrar al portal. "Son los primeros estudios homologados que realizo. Y la experiencia me hace pensar que esta carrera no será la única. Quizás estudiaré algo de segundo ciclo, pero siempre en la UOC", afirma. "Esta universidad hace posible una comunicación asíncrona que te da la posibilidad de trabajar sin presiones y a tu propio ritmo. Eso sí, hay que desarrollar un sentido de la constancia y la perseverancia", explica.

Para Alfred, la UOC ya ha cubierto las expectativas que había puesto en ella, en lo referente tanto a calidad como a contenidos. Y el hecho de ser virtual es un valor añadido. "La relación con los compañeros y con los consultores es más cálida de lo que podría parecer en una universidad no presencial".

Ariel Varrente
Buenos Aires (Argentina)


Ariel Varrente es diseñador multimedia: elabora páginas web, CD-ROM interactivos y otros materiales multimedia dirigidos a la educación. También trabaja en el departamento de Tecnología de la Escuela de Dirección y Negocios de la Universidad Austral. Hace algunos años conoció la UOC a través de la Universidad Virtual de Quilmes, en Argentina, de donde es y donde vive. Se matriculó de Graduado Multimedia, carrera que pensaba que le aportaría conocimientos válidos para su trabajo y para su tarea de desarrollo de tecnología educativa en la universidad.

El hecho de que la UOC esté basada en las nuevas tecnologías era un aliciente. "Soy de una generación que vive rodeada de nuevas tecnologías, que ya ha aprendido con ordenadores y sobre todo con Internet. Por otra parte, estudiar en una universidad extranjera que fuera virtual me habría resultado mucho más costoso, económicamente hablando".

Para Ariel, una diferencia primordial respecto a las universidades de su país son los recursos materiales y personales. "Muchas veces me resultaba cómico oír ciertas quejas de mis compañeros de la UOC referentes a los materiales o a la manera en que llegaban. "Porque muchas veces aquí, en Argentina, ni siquiera hay material ilustrativo de ningún tipo".

Pero la crisis económica de Argentina afectó a Ariel. "Actualmente me es imposible afrontar los gastos; de manera que he seguido estudiando en otras universidades de mi país".