En cuanto al sistema educativo no universitario, hay que trabajar a partir de las competencias básicas mínimas que deben tener todos los alumnos para ser después ciudadanos de hoy en día.

El sistema educativo universitario quiere dar más protagonismo a los alumnos y trabajar competencias imprescindibles para desarrollarse después en el mercado laboral, y todo eso relacionarlo con los contenidos de cada titulación, de manera que puedan trabajar los contenidos más teóricos ligados a la resolución de problemas, estudios de casos actuales, utilizando los medios que se utilizan en cada sector laboral.

La educación no universitaria tiene un problema: el abandono excesivo del alumnado. Tanto socialmente como económicamente es importante que los niveles de formación se vayan incrementando. Y todo eso después va ligado a problemas de organización de centros, de necesidad de más autonomía.

En el sistema universitario prevalecen todavía metodologías demasiado transmisivas de contenidos y conocimientos, y de poco desarrollo de habilidades y capacidades básicas, que pueden incluir los idiomas, las nuevas tecnologías, etc. Hace falta cambiar la organización de la docencia y del funcionamiento de los centros y de las universidades.

Por una parte, sí. Siempre que hay algún problema en la sociedad se pide que la escuela pueda darle alguna respuesta. Por otra parte, la escuela culpabiliza al mismo tiempo a las familias por no hacerse cargo de él. Yo creo que tampoco se puede generalizar. El sistema educativo tiene que ser consciente de que la sociedad ha cambiado mucho, de que las familias también son diversas y se tiene que trabajar con ellas. Lo que no podemos hacer es darnos la culpa mutuamente.

Daría más autonomía a las escuelas, acompañada de más recursos y capacidad de gestionarlos, más capacidad de decisión. Lo que quieren los equipos directivos son más competencias y más flexibilidad. Tenemos unos sistemas demasiado rígidos en todos los aspectos, tanto de la contratación de profesorado como de organización de centros, así como del propio currículum. Todo eso tiene que ir acompañado de pedir cuentas al centro sobre la obtención de resultados de aprendizaje de los alumnos.

Los profesores están, en algunos casos, desanimados, preocupados o desorientados porque la sociedad ha cambiado mucho, y a la escuela se le piden muchas cosas diferentes a las de antes. La complejidad de todo y de la sociedad, pero también de la escuela, se ha incrementado. El profesorado parte también de unas experiencias docentes de hace años y su carrera docente ha ido cambiando mucho por lo que se ha ido encontrando. El que se incorpora de nuevo no tiene experiencia docente, pero tiene experiencia como alumno. Entonces se encuentra una escuela con unas complejidades y unas situaciones que resolver para las cuales a veces no tiene suficientes herramientas. Ahora bien, yo tampoco generalizaría; pienso que hay muchas escuelas y muchos profesores que trabajan con ilusión y con ganas.

Me gusta mucho trabajar con ellos. Sobre todo cuando hago de consultor en la UOC, lo que procuro es que salgan temas que se aproximen al máximo a la realidad de las escuelas.

El trabajo en grupo en entornos virtuales es muy importante, y para facilitar la organización del trabajo doy unas pautas y unos criterios bastante claros. El mismo proceso de aprendizaje pretende incorporar ya contenidos que son útiles para ellos porque el trabajo en grupo en entornos virtuales, como psicopedagogos, se lo tendrán que plantear como necesario. En la sociedad de la información cada vez hay más grupos virtuales. Los grupos de personas que se reúnen presencialmente para discutir un tema a veces tampoco se entienden; es lo mismo. Se trata de compartir el trabajo y revisarlo conjuntamente. Es entonces cuando se ponen de manifiesto las aportaciones que hace cada uno.

No concibo la escuela de aquí a veinte años sin un uso intensivo de las TIC. La mayoría de los centros todavía hacen poco uso de ellas porque las metodologías, la tradición organizativa y pedagógica de muchos profesores todavía es la que había antes de la introducción de las TIC. La innovación va totalmente ligada a un uso progresivo de las TIC en los centros, sobre todo también para cambiar la metodología de enseñanza, más centrada en el alumno, en la resolución de problemas, en desarrollar estas competencias, que son fundamentales; y todo eso sin las TIC no nos lo plantearíamos, actualmente.

La UOC aporta un valor añadido a los estudios y el ejercicio de la docencia, ya que al ser una universidad virtual hace un uso forzado de las TIC. Eso hace que tengas que cambiar la metodología de enseñanza de los alumnos, la tutorización, el seguimiento y la evaluación. Y para el alumno lo mismo cuando se plantea cómo estudiar, cómo aprender, cómo seguir la evaluación continuada. De manera implícita, aunque no sea el objetivo de un estudiante cuando se matricula en la UOC, eso le genera unos aprendizajes y un valor añadido muy importante.

La figura del tutor en la UOC es muy importante y caracteriza su metodología. Sería difícil plantear una cosa parecida sin esta figura del tutor, que todavía mucha gente confunde con el consultor.

Con la enseñanza virtual, el proceso de aprendizaje está centrado en el estudiante, ya que elabora su propio plan de estudios. Es el alumno quien toma las decisiones, quien planifica y quien va siguiendo su proceso de aprendizaje. El consultor es quien le guía en cada una de las materias, pero el tutor es quien garantiza el vínculo del estudiante con todo el proceso y con la Institución. Uno de los riesgos mayores de la educación virtual es el abandono del alumnado porque recae en él la planificación y el seguimiento de todo este proceso. La UOC tiene menos abandono que otras instituciones quizás gracias a la figura del tutor, que tiene que acompañar al alumno y orientarlo en los momentos de más inseguridad.

Primero debe tener un conocimiento a fondo del Campus de la UOC, de todos los recursos y de todos los procesos administrativos. Muchas veces el trabajo del tutor es enseñar al alumno dónde tiene que ir a encontrar la respuesta. También requiere unas ciertas habilidades comunicativas y de organización de la información que se da como de cómo se estructuran los entornos que nos ofrece el campus. Una de las cosas que te encuentras en los grupos de los estudiantes cuando haces tutoría es que te hacen las mismas preguntas. No se tendría que repetir la misma respuesta sino que saber dónde la tenemos. Insisto mucho en que es responsabilidad del estudiante seguir la actividad de los foros, tanto de las asignaturas como de tutoría.

Hay tres momentos a lo largo del año que son los más importantes en cuanto a la información que tienes que dar. El primero es en el periodo de matriculación, ya que el estudiante no tiene ninguna información y tienes que ir repitiendo la información. Después hay un aspecto muy importante en psicopedagogía, ya que es un segundo ciclo, que es la evaluación de estudios previos. Es un procedimiento bastante complejo y que dificulta la orientación porque no saben qué pueden convalidar. Sin embargo, ahora hay unas plantillas donde pueden hacer una simulación para ver qué convalidan, aunque no todos los casos están recogidos aquí. El otro momento es la hora de los exámenes, sobre todo que hagan bien la elección en la hoja personal de exámenes. Al principio se tiene que explicar muy claro qué es una prueba de validación, los exámenes y todas las consecuencias académicas que tiene el no presentarse, suspender, etc. Se tiene que trabajar la comunicación pensando en los entornos virtuales.