Raúl Broceño: Sí. Antes de empezar los estudios en la UOC, los dos habíamos hecho Ingeniería de Telecomunicaciones y siempre nos había gustado el mundo de la imagen y el vídeo. Personalmente, empecé haciendo teatro en la Universidad y después continué con un cortometraje que fue lo que me acabó de decidir por estudiar un año en la Escuela de Cine. Roger estaba en el Departamento de Imagen y Sonido de la Universidad; nos conocimos allí.

Roger Caubet: Básicamente porque los dos trabajábamos y queríamos continuar estudiando en el campo de la imagen y del cine. Él se apuntó primero y siguió el curso un año y después me inscribí yo también. Sin duda, el tema de la flexibilidad horaria fue uno de los grandes atractivos, porque nos permite continuar nuestro trabajo.

Raúl Broceño: En general, encuentro que la gente que seguimos unos estudios en la UOC tenemos más interés en el campo escogido que la mayoría de los jóvenes que acaban de dejar el instituto para dar el salto a la universidad. Además, también es importante el tema del propio grado de madurez del estudiante. Cuando tienes veintipocos años es más difícil profundizar en algunos temas que cuando eres mayor y tienes más experiencia. Por último, también es fundamental tener presente que cuando trabajas y estudias el esfuerzo es muy grande. Sin duda, el fuerte interés de los estudiantes por lo que estudian es el gran motor de la UOC.

Raúl Broceño: La UOC hizo una convocatoria con tres proyectos diferentes relacionados con código abierto. Uno era este en el que hemos participado nosotros y que consistía en registrar veinte minutos de material en bruto y entregarlo para que después cada uno pudiera hacer la edición que quisiera.

Roger Cauet: Este proyecto de la UOC recoge la idea planteada por los pioneros en cine de código abierto, los creadores de Stray Cinema. Ellos habían sido los primeros en proponer un juego de creación en el que, a partir de un material audiovisual en bruto, se pedía a los usuarios que generaran sus propias piezas audiovisuales, adaptando y manipulando el material de base de forma totalmente libre e incorporando incluso una parte de material propio. Después de varios contactos con los mismos responsables de Stray Cinema, en febrero de 2008 la iniciativa Cine Abierto de la UOC fue reconocida como proyecto de innovación por parte del Vicerrectorado de Innovación.

Raúl Broceño: Cuando, en junio de 2008, los profesores del ámbito de Comunicación Audiovisual de la UOC hicieron un primer llamamiento a los estudiantes de Comunicación Audiovisual para que les mandáramos material para la iniciativa Cine Abierto, nosotros empezamos a preparar nuestro proyecto Egg/Chiken. Fue durante el mes de septiembre que se presentaron las dos propuestas de alumnos: la nuestra y la de otro compañero (Introspección, de Francesc Morera). Los dos trabajos fueron enviados a Stray Cinema para que se tuvieran en consideración en la siguiente edición. En concreto, los organizadores de este acontecimiento internacional seleccionaron nuestro material como base para la edición de este año.

Raúl Broceño: La clave de nuestro proyecto era hacer un material con el que cada uno pudiera hacer una edición diferente. Por eso nuestra propuesta no tiene una estructura narrativa con una lógica muy concreta. El pasivo y el activo pueden transformarse y el orden no existe. Así quisimos acercarnos a la idea del huevo y la gallina, pero también relacionándolo todo con la evolución del hombre. Quisimos representar a un hombre primitivo o aborigen y uno moderno bien vestido.

Roger Caubet: Queríamos hacer el rodaje en un espacio abierto, sin muchas referencias y que, por lo tanto, permitiera después hacer un montaje sin ningún salto de recuerdo. Escogimos un desierto y por eso nos marchamos a los Monegros (Aragón) durante la segunda semana de agosto. En este sentido, nos ayudó mucho que la convocatoria se hiciera en junio o julio, porque nos permitió, a los estudiantes, trabajar en verano, lo que durante el curso es muy difícil.

Raúl Broceño: Nos marchamos los dos solos, sin ningún apoyo técnico y únicamente alquilando una furgoneta. Teníamos toda la idea en la cabeza y lo que fue más sorprendente es que la parte más difícil del rodaje fue encontrar la gallina protagonista. Parece increíble, pero ahora ya no hay mucha gente con gallinas en los pueblos. Íbamos preguntando a la gente si sabían dónde podíamos encontrar una y al final, después de mucho buscar, paramos en Bujaraloz y un hombre nos dejó una.

Roger Caubet: Hicimos toda la parte previa de desarrollo de la idea y preparación del montaje. Fuimos los propios actores-protagonistas de nuestra propuesta y también hicimos toda la parte técnica: cámara, sonido, etc. Éste es el gran handicap, porque las posibilidades eran muy buenas y teníamos muchas ideas, pero las limitaciones logísticas no nos ayudaron. Hacía calor e íbamos caracterizados: yo sin zapatos con el suelo que quemaba y él vestido con americana y también muerto de calor. Aguantamos rodando todos los días muchas horas, pero fue muy duro. Con unos pocos recursos habríamos podido conseguir unas imágenes mucho mejores y más pensadas.

Raúl Broceño: Ahora cualquier persona del mundo que quiera participar en esta tercera edición de Stray Cinema sólo tiene que entrar a su web y descargar nuestro material para crear su propia versión de un film de como máximo dos minutos de duración. Su propuesta de montaje puede subirla a www.straycinema.com para que el resto de los internautas puedan verla y valorarla. De hecho, serán los propios usuarios los que votarán sus filmes preferidos. Los cinco más votados serán proyectados en un acto que tendrá lugar en Barcelona a finales de este año.

Roger Caubet: El cine abierto no tiene que competir con el tradicional; es una propuesta más, y simplemente debe tenerse presente como posible vía de modificación. En este sentido, el arte es experimentación y el cine abierto es una cosa más que se añade a la experimentación audiovisual.