ESTUDIANTES      09-10/2009
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ENTREVISTA
Joana Pardo
Joana Pardo
Graduada de la primera promoción de la UOC con la nota más alta
«Cuando el espacio y el tiempo son secundarios muchos problemas desaparecen»

Joana Pardo forma parte de la primera promoción de estudiantes que se graduaron en la UOC y lo hizo con una media de 9,33, la nota más alta, aunque ella ignoraba este hecho. Empezó el segundo ciclo de Psicopedagogía en 1995 y obtuvo el título al cabo de tres años. Ahora trabaja como maestra en la escuela CEIP Pau Casals de Montmeló y es madre de dos hijos.

 

No descarta volver a estudiar en la UOC porque cree que el modelo de esta universidad es compatible con el trabajo y la familia, pero dice que ahora se lo tomaría con más calma. 

 


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Septiembre 2009 / Por Laura Catalán



¿Cómo descubriste la existencia de la UOC?

A través de la prensa. Me había diplomado en Magisterio dos años antes, pero quería tener una licenciatura. Estuve a punto de matricularme para hacer Antropología en la Universidad Autónoma de Barcelona, pero cuando iba a hacerlo me di cuenta de que los horarios eran incompatibles con mi trabajo, porque ya trabajaba de maestra. La UOC me ofrecía algo que para mí era determinante: la posibilidad de compaginar los estudios con el trabajo. Elegí Psicopedagogía porque venía de la rama humanística y social y era la opción que más se me ajustaba de la oferta de estudios que había en aquel momento.


¿Tener una licenciatura te ha ayudado profesionalmente?

De momento no me han pedido el título de licenciada para hacer de maestra, pero sé que es algo que tengo por si me hace falta en un futuro. Como anécdota tengo que contar que cuando hice las oposiciones para optar a una plaza de maestra una de las preguntas del examen era sobre un tema que estaba estudiando en la UOC.


¿El hecho de que fuerais la primera promoción de alumnos no te generaba una cierta desconfianza?

No me lo planteé mucho. Como desde el principio vimos que todo era muy serio, no nos dio miedo.


¿Sabías qué era internet?

No. Y la verdad es que el ordenador lo había utilizado sólo como procesador de textos con el programa MS-DOS, pero no me costó nada habituarme. Recuerdo que el Campus Virtual tenía un fondo azul y había unas bolitas rojas. Todo era muy intuitivo. Lo más molesto que recuerdo era el hecho de estar trabajando y que alguien de casa llamara por teléfono: se me desconectaba todo y tenía que volver a empezar.


¿Cómo valoras los materiales?

Algunos eran buenísimos y otros no eran tan buenos, pero lo que más recuerdo son las cajas con libros y vídeos que llegaban a casa. La verdad es que los vídeos se acumulaban y al final nunca los habías visto.


¿Cómo lo hiciste para obtener la nota más alta de la promoción?

De entrada no tenía ni idea de que hubiera sido yo quien había obtenido la nota más alta. No sé cómo lo hice, pero la verdad es que todo era muy cómodo. ¡Estar repasando unos apuntes a las doce de la noche y enviar una duda al profesor en aquel momento y al día siguiente tener su respuesta era genial!


¿Cuáles serían para ti la principal diferencia y la principal similitud entre la universidad presencial y la virtual?

Cuando las dimensiones espacio y tiempo son secundarias muchos inconvenientes desaparecen. La virtualidad te permite trabajar desde casa a la hora que quieres y como quieres: con zapatillas, en bata o en pijama, etc. Al hacer trabajos en grupo también resulta más fácil porque todo el mundo hace su aportación en el momento que le va bien sin necesidad de tener que cuadrar las agendas, algo que es una lata y que siempre comporta problemas. La principal similitud que yo encontré eran los exámenes. Aquí sí que no había diferencias. Recuerdo que me daba mucha pereza escribir a mano porque no estaba acostumbrada.


¿Echaste de menos en algún momento la presencialidad?

En la relación con los compañeros quizás sí. Es verdad que el trato humano se pierde un poco, pero de vez en cuando quedábamos y tomábamos un café. Es curioso, porque las personalidades se filtran a través de la vía telemática y acabas conociendo a la persona aunque no la hayas visto muchas veces.


¿Y cómo era la relación con los profesores y el resto de la comunidad UOC?

Recuerdo con mucha estima a Teresa Pongiluppi, que era mi tutora y nos daba muchos ánimos. También recuerdo al rector, el señor Gabriel Ferraté, que era una persona muy asequible y con gran carisma. Comimos con él en diversas ocasiones. Recuerdo que una vez nos trajo, muy ilusionado, un recorte de prensa de un periódico extranjero en el que se hacía referencia a la UOC. También recuerdo una frase que nos había dicho en diversas ocasiones: «La UOC es una obra maestra de ingeniería de las finanzas».


Pon una nota a la UOC.

¡Un excelente! Yo siempre la he recomendado.


¿Volverías a estudiar en la UOC?

Sí, pero ahora lo haría por placer, iría más despacio. Seguramente haría Antropología o Humanidades.


¿Crees que la universidad virtual sustituirá la presencial?

No. Está bien porque ha ocupado un espacio, sin embargo, si yo fuera joven en primer lugar iría a la presencial, porque la universidad tiene que vivirse. La UOC es más para la gente que trabaja y necesita optimizar su tiempo.

 


¿SABÍAS QUE...

...en el curso 2008-2009 un 3,02% del total de estudiantes matriculados en alguna de las universidades españolas era de la UOC?


+

...casi un 80% de los estudiantes de la UOC optaron por seguir la evaluación continua el pasado semestre?


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...durante el segundo semestre del curso académico 2008-2009 seis doctorandos defendieron su tesis doctoral? Con estas, el nombre total de tesis doctorales defendidas en nuestra universidad llega ya a las veinticuatro.