Por Germán Sierra

Eduard Vinyamata, director del Campus por la Paz de la UOC, inauguró el III Congreso Internacional de Conflictos, Conflictología y Paz con la defensa del empleo de la mediación en cualquier contexto violento: «Nuestra tecnología es muy superior a la tecnología violenta; intervenir en la guerra, de manera directa, con nuestras herramientas, no es una utopía», afirmó. El evento ha servido para reflexionar sobre la conflictología, presentar la nueva oferta docente de la UOC en esta disciplina y reunir a expertos nacionales e internacionales en un enriquecedor debate que proporcionó un interesante intercambio de ideas.

La sociedad civil como actor en el conflicto

¿Puede la sociedad civil alterar el rumbo de los conflictos? ¿Cuál debe ser su grado de compromiso ante las masacres o los silencios internacionales? ¿Cómo actuar en un enfrentamiento violento sin recurrir a la violencia? A algunas de estas preguntas intentaron responder los participantes en el simposio La Participación Civil en la Transformación del Conflicto, un espacio de debate abierto en el que representantes de varias entidades catalanas relacionadas con la mediación hablaron de su experiencia y explicaron en qué consiste su trabajo. Sobre la base de la «neutralidad», un miembro de las Brigadas Internacionales de la Paz defendió la no-intervención y apostó por el concepto de la visibilidad: «Acompañamos física y políticamente a los amenazados en lugares como México o Nepal, como si fuéramos unos ojos internacionales».

Lucia Oltra, del Movimiento por la Paz, destacó la importancia de la constancia y el empeño de la sociedad civil para cambiar escenarios legislativos: «No hay que desfallecer nunca, porque aunque sean necesarios varios años, al fin la sociedad civil obliga a los gobiernos a legislar», y citó los tratados de Olso y Ottawa contra las bombas de racimo y las minas antipersona como ejemplos de victoria de la sociedad civil. Y, si se trata de movilizar por la paz y contra la guerra, ¿qué mejor que hacerlo entre los indecisos y no entre los convencidos? Esa es la principal tesis que defendió Jordi Armadans, de la Fundación por la Paz: «El virus militarista está muy extendido y tenemos que poner en crisis algunos de los valores tradicionales desde las instituciones», aseveró. También habló sobre la perseverancia en la militancia Martí Olivella, director de NoVA y actual promotor de un servicio civil catalán por la paz. Olivella tuvo palabras contra la actual gestión de las ayudas a las ONG y reclamó un cambio de modelo para agilizar los procesos, algo en lo que estuvieron de acuerdo todos los ponentes.

Un web para el encuentro de conflictólogos y una revista para conjugar teoría y práctica

Además, se presentaron en sociedad varios proyectos gestados en la UOC. El consultor de esta universidad Roberto Luna trazó las bases fundacionales de la Asociación Internacional de Conflictólogos, una nueva entidad con carácter global que pretende, aprovechando las herramientas 2.0, sumar conocimientos y desarrollar acciones en las que se creen sinergias entre conflictólogos y estudiantes de la materia a lo largo y ancho de todo el planeta. También se debatió el modelo futuro de Conflictology, revista especializada que en septiembre editó su primer número. Miembros del comité editor señalaron que en la publicación habrá espacio para docentes, pero también para los mejores trabajos de los estudiantes del máster: «Se intentará dar voz a los trabajos con una vertiente más práctica y que haya una relación estrecha entre el máster y la revista», explicó el profesor Ian Macduff, de la Universidad de Dirección y Administración de Empresas de Singapur y editor de la revista. Anunciaron, además, que se intentará convertir su carácter semestral en bimestral o trimestral.

Mesas para la paz y la mediación

El congreso también sirvió para que dos grupos de trabajo sobre policía, mediación y cultura de paz se reunieran para debatir y exponer públicamente sus conclusiones, una experiencia que Vinyamata describió como «muy fructífera, con más participación, más agentes implicados y conclusiones más definidas que en ediciones anteriores», entre estas, que la policía debe ser cada vez más mediadora, pues el concepto de la fuerza está caducado y es ineficaz. Respecto a la carta de la paz, se habló de la importancia de una buena narrativa histórica para acercar identidades y no alejarlas.

La imagen como arma de paz

Uno de los momentos de más animado debate tuvo lugar tras la proyección de algunos fragmentos de La vida bajo las bombas, documental rodado durante la guerra del Líbano de 2006. Su director, Flavio Signore, y el director de Comunicación de la UOC, Eric Hauck, reflexionaron sobre el papel del reportero en los conflictos armados. Signore, que se autodenomina «reportero de paz en tiempo de guerra», defendió la idea del reportero militante, que no sólo graba lo que ve, sino que lo denuncia, y que colabora activamente en la concienciación social contra la guerra. Ambos reclamaron al espectador que esté alerta y vigilante ante la trivialización de la violencia. El televidente tiene que advertir que «le están vendiendo la victoria del Barça un minuto después de ofrecerle imágenes de guerra».

La oferta formativa en conflictología se estrena en inglés

Estos dos días también han servido para presentar los másteres de conflictología ofrecidos por la UOC. Cabe destacar algunas novedades, como el lanzamiento del máster de Conflictología en inglés, para el cual se cuenta con el trabajo de docentes de varios países. La mitad de ellos asistieron a las sesiones y valoraron el carácter vanguardista de la oferta en línea que ha diseñado la UOC y la importancia de que, por su condición multidisciplinaria, se cuente con especialistas de distintas áreas y culturas. Nicole Jenne, coordinadora del programa, destacó el buen ritmo de matriculaciones para la versión inglesa del máster y la variedad de procedencias de los alumnos. Por su parte, Marta Burguet, coordinadora académica de los cursos en español y catalán, quiso destacar la orientación no sólo teórica, sino también práctica, de las materias: «La finalidad es proponer proyectos de aplicación real y adquirir habilidades de intervención en crisis personales o sociales, pues el conflicto se da en todos los entornos», destacó.