13/11/18 · Institucional

«Veinte años después de su asesinato, Ernest Lluch es todavía un referente político, social y moral»

Foto: RBA

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Joan Esculies , historiador, escritor, periodista y profesor colaborador

 

Escritor e historiador, Joan Esculies Serrat ha publicado ensayos, artículos académicos y biografías centradas en el catalanismo político del siglo XX, y es uno de los mayores especialistas en la figura del presidente Josep Tarradellas. Además de ser profesor colaborador y tutor, ejerce como columnista de los diarios El País y Ara, y como analista político en Radio Nacional de España y en Televisió de Catalunya. Entre sus obras recientes, destaca 1917. El año en que España pudo cambiar (2018), escrita junto con David Martínez Fiol, también profesor de la UOC. Ahora publica una nueva biografía con RBA sobre la figura de Ernest Lluch.

 

 

Escritor e historiador, Joan Esculies Serrat ha publicado ensayos, artículos académicos y biografías centradas en el catalanismo político del siglo XX, y es uno de los mayores especialistas en la figura del presidente Josep Tarradellas. Además de ser profesor colaborador y tutor, ejerce como columnista de los diarios El País y Ara, y como analista político en Radio Nacional de España y en Televisió de Catalunya. Entre sus obras recientes, destaca 1917. El año en que España pudo cambiar (2018), escrita junto con David Martínez Fiol, también profesor de la UOC. Ahora publica una nueva biografía con RBA sobre la figura de Ernest Lluch.

 

Has ganado el premio Gaziel de biografías y memorias por tu obra Ernest Lluch. Vida d’un intelectual agitador. ¿Qué razones te llevaron a centrarte en su trayectoria?

Ernest Lluch es una figura a quien mucha gente tiene todavía hoy, casi veinte años después de su asesinato, como referente no solo político sino también social o moral. En un momento en el que tenemos la sensación de que todo pasa y que navegamos sin norte, me pareció necesario buscar en su trayectoria una experiencia, unas claves, una voz que pudieran ayudarnos a saber si no dónde vamos, como mínimo, de dónde y de qué venimos. Con su trayectoria se descubren episodios que se han olvidado y que hay que redescubrir para avanzar. La ayuda de su fundación también ha sido capital para cumplir la tarea.

¿Qué es lo que más destacarías de su vida?

Lluch se merecía una biografía al margen de su trágica muerte. Su paso por la Universidad de Barcelona como estudioso de la historia de la economía, como profesor; la tarea docente en Valencia, donde dejó discípulos y una impronta imborrable; su papel como diputado del socialismo catalán en el momento de la Transición; su cargo como ministro de Sanidad y Consumo en el primer gobierno socialista de González; el de rector en la Menéndez y Pelayo; su vertiente de tertuliano, articulista... Lluch es una figura total.

Si tuvieras que definir a Ernest Lluch con cinco adjetivos...

Intelectual, agitador, ciudadano (en el sentido más completo), chismoso, vital.

¿Qué te ha sorprendido más después de documentarte?

Si Ernest hubiera vivido en el siglo XIX, hoy la gente explicaría anécdotas como las de Santiago Rusiñol. Me he encontrado con muchas personas que repiten episodios que se han hecho propios a pesar de no haberlos vivido: muchos han asumido historias centradas en Lluch que han oído pero que han interiorizado. Es un personaje muy popular y cercano, y todavía ahora se nota que, por encima de discrepancias, era una persona querida.

¿Recuerdas el día de su muerte?

Sí, entonces trabajaba en el semanario El Temps, en la redacción de Barcelona. El director y los compañeros se quedaron muy impresionados. La vinculación de la revista con Valencia también ayudaba. Se preparó un especial muy sentido. Son momentos que no se olvidan.

¿Encuentras que sus ideas políticas podrían aportar alguna ayuda en el actual momento que vive Cataluña?

El contexto político que vivió Ernest (nacido en 1937) acaba en 2000. Cataluña, España y el mundo han cambiado mucho desde entonces. No podemos ir a buscar en el pasado respuestas para el futuro, más allá de extraer lecciones, pero sobre todo lo que podemos aprender de Lluch es su capacidad para debatir con el ánimo de dejarse convencer por las ideas del otro. Reflexionaba y, si encontraba que lo que le expresaban tenía más sentido o resultaba una mejora respecto de lo que pensaba hasta entonces, estaba dispuesto a cambiar. Esto pasa poco y tendría que pasar más.

¿Sobre qué tema irá el tu próximo libro?

Escribo a ratos la biografía de Josep Tarradellas.

Como profesor colaborador del máster de Humanidades, ¿qué es lo que más valoras de este trabajo?

El contacto con el alumnado, el feedback constante con sus ideas, que hace que aprenda cosas nuevas cada día. Siempre les digo que quien más aprende de la lectura y la corrección de sus ensayos soy yo. Para mí ejercer de profesor es una fiesta.

También eres tutor del grado de Historia. ¿Qué consejos das a los estudiantes?

De entrada, que midan bien el tiempo de que disponen para dedicar a las materias. Como el estudiante, en general, no se puede dedicar a tiempo completo, es importante que aprenda a calcular cuántas horas puede destinar a leer. Es mejor que el grado se alargue pero que el estudio se haya disfrutado y podido ampliar, que querer pasar de curso sin haber consolidado los conocimientos. Por norma, acostumbran a ser disciplinados y a hacer caso de las recomendaciones.

 

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