El VII Congreso Internacional de Conflictología descubre la complejidad de las operaciones de paz de la mano de UNITAR
«Al hablar de las Naciones Unidas, nos viene a la mente la imagen de los cascos azules, pero las operaciones de paz son más complejas e implican mucha gente: militares, policía, diplomáticos y sociedad civil». Lo afirmó Sally Fegan-Wyles, la subsecretaria general de las Naciones Unidas y directora del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional y la Investigación (UNITAR), en la inauguración del VII Congreso Internacional de Conflictología y Paz de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que tuvo lugar los días 2 y 3 de octubre.
La profesional del desarrollo explicó el impacto que tiene la formación sobre resolución de conflictos en el mantenimiento de la paz y la seguridad en el mundo.
En el acontecimiento, organizado por el Campus por la Paz y los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya, Sally Fegan-Wyles destacó que las intervenciones de paz que llevan a cabo las Naciones Unidas han cambiado su naturaleza, así como también lo han hecho los conflictos, con la aparición de las armas ligeras y las tácticas de guerrilla. Según la directora de UNITAR, «hemos pasado del acuerdo de paz a un proceso multidimensional, que implica tanto a la sociedad civil del país en conflicto como al cuerpo diplomático y político, y a las tropas militares».
«A pesar de tener un despliegue de 115.000 cascos azules en 16 operaciones de paz en el mundo, no estamos en todos los conflictos», lamentó la representante de la organización internacional, que explicó que, por culpa de las diferencias políticas entre los estados miembros de las Naciones Unidas, las acciones de paz no siempre son posibles.
UNITAR y el máster de Conflictology con la UOC
El rector de la UOC, Josep A. Planell, subrayó la apuesta de la UOC por los estudios de paz y de resolución no violenta de conflictos, que se consolidó con la puesta en marcha del máster de Conflictología en inglés, en alianza con UNITAR, en 2013. En este sentido, Sally Fegan-Wyles señaló que, en un solo año, el número de alumnos del máster conjunto había aumentado más del 100 %. «Eso significa que este programa satisface la demanda del cuerpo diplomático y militar que está en misión de paz», recalcó la directora, que explicó que desde UNITAR, se ofrece el máster como incentivo para mejorar la experiencia profesional de su personal.
Para que la paz sea sostenible hace falta una estrategia integral que incluya la formación sobre resolución de conflictos y nociones básicas de diplomacia. Fegan-Wyles defendió la importancia de formar a los delegados de los estados miembros de las Naciones Unidas, «porque son los que toman las decisiones políticas», pero también insistió en enseñar métodos y técnicas de conflictología a los mandos que gestionan las operaciones de paz y orientan a las tropas, y a los funcionarios locales que aseguran el buen gobierno y un entorno seguro después de cada operación. «Nuestra misión es facilitar el proceso político y el diálogo, puesto que antes de unas elecciones debe calar la democracia», subrayó la directora de UNITAR.
Mesas de debate y talleres
En el Congreso hubo muchas actividades relacionadas con la resolución de conflictos desde diferentes puntos de vista y ámbitos. En la mesa redonda «¿El deporte enseña valores o crea conflictos?», moderada por Guillem Turró, experto en deporte, valores y humanismo, se defendió la universalidad y accesibilidad de la actividad física como herramienta de cohesión social.
Marta Carranza, adjunta a Gerencia del Instituto Barcelona Deportes del Ayuntamiento de Barcelona; Agustí Boixeda, director del Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC); Clàudia Solanes, coordinadora del máster de Deporte para la coexistencia social y la resolución de conflictos de la UOC, y Xavier Pastor, coordinador del máster de Conflictología de la UOC, reconocieron la capacidad de transmisión de valores negativos del deporte, pero también resaltaron los positivos: la competición, la prevención de conductas de riesgo, la inclusión de la discapacidad, el espíritu de superación, la educación de la afición o el fomento de la participación femenina.
En la mesa moderada por el facilitador de grupos José Luis Escorihuela – Ulises se debatió el coste que los conflictos suponen a las empresas. Xavier Coronas, secretario general de la Cámara de Comercio de Barcelona, coincidió con Pablo Navajo, director del departamento de Formación y Medio ambiente de la Cruz Roja Española, en que las relaciones personales son la causa más frecuente de los conflictos económicos de las empresas.
A pesar de que la prevención es la mejor forma de evitar el gran gasto que afrontan las empresas debido a los conflictos, las técnicas de mediación todavía no se han consolidado. Según Rosa Torre, directora del Centro de Mediación en Derecho Privado del Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña, «solo un 1 % de los conflictos en las organizaciones van a mediación».
Los talleres de Recursos cotidianos para la resolución de los conflictos despertaron la curiosidad de muchos de los asistentes al Congreso. El experto en juegos Oriol Ripoll, el músico Natxo Tarrés y la consultora Cristina Ribas mostraron como se solucionan los problemas mediante el juego, la música y la redacción en internet, respectivamente. Alan Bruce, jefe ejecutivo (CEO) de Universal Learning Systems, Tommy McKearney y Oliver Corr profundizaron en la guerra del norte de Irlanda, e Isabel Ruiz, del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona, analizó los conflictos medioambientales.
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