8/7/14 · Institucional

«Las series de animación japonesa son tan educativas como las de cualquier país»

Son Goku, Mark Lenders, Arale o el Duende Tortuga son personajes animados japoneses que dibujan parte de nuestra niñez. Desde que estas series irrumpieron en nuestro país, «existe la idea de que están llenas de violencia y de sexo, pero esto es una generalización; las hay bastante violentas, pero van dirigidas al público adulto». Así lo afirman los profesores Dani Madrid Morales y Guillermo Martínez, que impartirán el curso de verano Japan Pop: la cultura japonesa de masas. Manga, anime y más de la UOC. Según estos expertos, «las series de animación japonesa son tan educativas como las de cualquier país».

Martínez y Madrid consideran que series como Bola de Dragón fueron un fenómeno revolucionario «porque cuando llegaron a Cataluña significaron una ruptura absoluta. Ofrecían unas historias y un estilo visual que no tenían nada que ver con los dibujos animados a los que estaban acostumbrados los jóvenes».

Combates eternos para dar tiempo a los dibujantes

Los combates de Bola de Dragón podían durar capítulos y capítulos. Según los expertos, esto pasaba porque «muchas veces los dibujantes no llegaban a tiempo a dibujar al ritmo que requería la serie». Era habitual en series adaptadas de los cómicos japoneses o manga, en los que la acción pasaba más deprisa en la pantalla que en el papel, aclaran. «Entre Bola de Dragón y Bola de Dragón Z hay 84 episodios para ganar tiempo», explican.

El cómico japonés se abre camino

Desde hace más de una década, tanto el cómico como la animación japoneses se han abierto mercado en las industrias culturales del país. Para los expertos, es una realidad: «el cómico japonés ha pasado de ocupar espacios marginales a ocupar estanterías y más estanterías de las librerías. Hoy en España se publican más de 500 nuevos títulos de manga, algunos de ellos –como el popular Naruto– venden cerca de 40.000 ejemplares de cada volumen».

La cultura popular japonesa es un fenómeno global

«A partir de la entrada del manga y el anime han ido llegando otros elementos propios del j-wave: la música (j-pop), las series de televisión (j-drama), el cine de terror (j-horror), además de la comida, la moda o la lengua», asegura Martínez. Este profesor considera que es un fenómeno global que merece ser analizado en base a tres objetivos: entender, analizar e interpretar la cultura popular japonesa en todo el mundo.

Variada oferta formativa para el verano

El curso, que se impartirá del 1 al 30 de julio, es uno de los 96 que se ofrecen en la Universidad Virtual de Verano de la UOC. Son cursos breves de 25 horas y de 14 ámbitos temáticos diferentes: alimentación, artes y humanidades, capacitación digital, web 2.0 y redes sociales, ciencias, comunicación, desarrollo personal, docentes en red, derecho y política, emprendimiento y empresa, lenguas, psicología y educación, salud, turismo y viajes, y responsabilidad social y sostenibilidad.

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