Los expertos apuntan a la responsabilidad social para consolidar el abandono de la actividad delictiva
Varios expertos, del Estado español y de ámbito internacional, han compartido sus experiencias y estudios sobre el desistimiento del delito en la IV Jornada de Criminología, que se ha centrado en este enfoque alternativo en la política criminal actual. Un modelo alternativo con el gran reto de promover el abandono de la actividad delictiva en un momento, como el actual, en que en el Estado español se endurece la política penitenciaria.
El papel de la sociedad para crear vínculos de responsabilidad y afectivos con las personas que han delinquido es fundamental para que dejen atrás su trayectoria delictiva. Así lo han puesto en común los expertos que han participado en la IV Jornada de Criminología Dejar de delinquir: una política criminal orientada hacia el desistimiento, organizada por la UOC y el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE) del Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña.
«La clave en el desistimiento son las relaciones sociales, que son muy influyentes porque se caracterizan por la solidaridad y por el sentimiento de formar parte de algo», ha afirmado Fergus McNeill, profesor de Criminología de la Universidad de Glasgow. Para McNeill, dejar atrás una trayectoria delictiva también se basa en la capacidad de la sociedad de dar una segunda oportunidad al individuo. Según McNeill, el desistimiento es aplicable a cualquier tipo de delito, incluso el sexual o los de carácter político, a pesar de que el proceso debería personalizarse en cada caso. «No existe una solución única y por eso es un modelo de una gran complejidad», ha asegurado McNeill.
El caso de los agresores sexuales
En esta línea, la investigadora del Grupo de Estudios Avanzados sobre Violencia de la Universidad de Barcelona Thuy Nguyen ha defendido que una intervención basada en el desistimiento también es aplicable a los agresores sexuales, a pesar de que debe hacerse un seguimiento esmerado de cada caso. Nguyen ha puesto como ejemplo los llamados círculos de apoyo y responsabilidad (Circles of Support and Accountability), un modelo que ha conseguido la inserción de numerosos delincuentes sexuales en países como Canadá y el Reino Unido. Un sistema penal y penitenciario represivo no ayuda, según Nguyen, a la reinserción de este tipo de delincuentes, ya que «estas personas pierden los vínculos con la sociedad, como el trabajo, la familia y los amigos, y esto hace que aumente el nivel de reincidencia».
Más implicación desde todos los sectores
Es una tesis también defendida por Josep Cid, profesor titular de Criminología de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien, en su intervención, ha asegurado que «el establecimiento de vínculos adultos favorece el desistimiento de la persona, así como la relación con personas convencionales, pero el proceso de desestigmatización no es sencillo y pide un gran esfuerzo de la persona». Cid ha puesto énfasis en la necesidad de que todos los actores implicados, como trabajadores sociales, legisladores y el sistema penitenciario, hagan una apuesta firme por el desistimiento, puesto que, según su parecer, «desde un marco teórico hemos trabajado mucho, pero hay que aplicar todo esto a la práctica».
En la Jornada se celebrarán esta tarde tres sesiones en las que se abordará el desistimiento desde vertientes tan diferentes como los criminales que sufren trastorno límite de personalidad o los asesinos en serie, y en las que intervendrán varios expertos, como Miryam Al-Fawal, Bernat-N. Tiffon y Ed Hilterman.
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