7/9/23 · Salud

«Uno de los beneficios inmediatos de la IA es la ayuda para disminuir la carga de trabajo repetitiva de los profesionales de la salud»

Antoni Sisó participa en una jornada sobre el impacto de las inteligencias artificiales generativas en la promoción de la salud, organizada por el eHealth Center de la UOC.

Antoni Sisó participa en una jornada sobre el impacto de las inteligencias artificiales generativas en la promoción de la salud, organizada por el eHealth Center de la UOC.

Antoni Sisó, médico de familia en ejercicio y presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC)

 

Antoni Sisó, médico de familia en ejercicio y presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC), será uno de los participantes del X Congreso Internacional de Salud Digital, que impulsan la Asociación de Salud Digital (ASD) y la Fundación Signo del 11 al 15 de septiembre. La UOC, a través del eHealth Center, alojará el día 12 una de las jornadas. Antoni Sisó será ponente de una de las mesas redondas que acogerá la UOC, que se centrará en el impacto de las inteligencias artificiales generativas en la promoción de la salud. En esta entrevista, Sisó analiza algunos de los efectos que la inteligencia artificial (IA) tiene y seguirá teniendo sobre la atención primaria.

 

Antoni Sisó, médico de familia en ejercicio y presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC), será uno de los participantes del X Congreso Internacional de Salud Digital, que impulsan la Asociación de Salud Digital (ASD) y la Fundación Signo del 11 al 15 de septiembre. La UOC, a través del eHealth Center, alojará el día 12 una de las jornadas. Antoni Sisó será ponente de una de las mesas redondas que acogerá la UOC, que se centrará en el impacto de las inteligencias artificiales generativas en la promoción de la salud. En esta entrevista, Sisó analiza algunos de los efectos que la inteligencia artificial (IA) tiene y seguirá teniendo sobre la atención primaria.

El debate en torno a la inteligencia artificial ha aumentado en los últimos tiempos. ¿Qué impacto tiene la IA en el ámbito médico y específicamente en el de la promoción de la salud? ¿Impera una visión dominada por las preocupaciones o, contrariamente, una visión dominada por los beneficios?

A partes iguales. El impacto de la IA en la promoción de la salud es significativo, y lo será todavía más. Algunos solo ven sus beneficios: detección precoz y mejora diagnóstica, tratamientos personalizados, apoyo en la toma de decisiones y monitorización de pacientes. Por el contrario, otros se centran solamente en las preocupaciones: privacidad y seguridad de los datos, errores diagnósticos y falta de fiabilidad, dependencia tecnológica o desigualdades en el acceso a la tecnología, especialmente en la población más vulnerable. El reto será encontrar el equilibrio. Pero lo encontraremos. Los europeos no nos caracterizamos por crear, desgraciadamente; esto lo hacen los Estados Unidos. Tampoco nos caracterizamos por producir o desarrollar; esto lo hacen los chinos y los indios. Pero sí somos muy buenos en legislación, en buenas prácticas y en reflexión ética. Conseguiremos el equilibrio.

¿Qué aplicaciones de la IA han empezado a implementarse en el terreno de la atención primaria, aunque quizá el usuario no sea consciente de ello?

Varias. Estas aplicaciones incluyen los siguientes aspectos:

Asistencia en diagnóstico. Se han desarrollado sistemas de IA que pueden ayudar en el diagnóstico de enfermedades y trastornos comunes, como diagnóstico de enfermedades de la piel (dermatoscopia), enfermedades oculares y síntomas específicos. Estos sistemas pueden analizar fotografías y proporcionar sugerencias a los médicos para ayudar en el proceso de diagnóstico, como sucede con los escáneres o las ecografías.

Plataformas de triaje virtual. Se han creado asistentes virtuales que pueden hacer preguntas a los pacientes sobre sus síntomas, y que pueden proporcionar una guía inicial sobre la atención médica más apropiada para su situación. Esto puede ayudar a reducir la carga de los servicios de urgencia y proporcionar una atención más eficaz a los pacientes.

Gestión de enfermedades crónicas. Se han desarrollado aplicaciones y sistemas de IA que pueden hacer un seguimiento remoto de los pacientes con enfermedades crónicas, como diabetes o enfermedades cardiovasculares. Estos sistemas pueden monitorizar datos vitales y alertar a los médicos si se detectan cambios que requieran atención médica inmediata.

Recomendaciones de tratamiento. Se han creado sistemas de IA que pueden analizar el perfil de un paciente y sus datos clínicos para proporcionar recomendaciones de tratamiento personalizadas. Esto puede ayudar a los médicos a tomar decisiones terapéuticas más fundamentadas.

Seguimiento de la salud. Se han desarrollado dispositivos portátiles conectados a la IA que pueden hacer un seguimiento de los datos de salud del paciente, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la actividad física. Esta información puede ser compartida con los médicos para una supervisión más estrecha de la salud del paciente. 

En este sentido, tendrán especial importancia y utilidad los dispositivos que permitan un control remoto de la población más frágil, es decir, los usuarios de residencias geriátricas o los pacientes atendidos en los programas de atención domiciliaria (ATDOM).

¿El doctor ChatGPT es ya una realidad? ¿O todavía está lejos de implementarse? En todo caso, ¿qué riesgos conlleva el hecho de implementarlo? Si la relación entre médico y paciente implica un componente más humano y el hecho de conocer a la persona, ¿cómo podremos familiarizarnos con un médico generado por IA?

Los avances en la inteligencia artificial médica han sido impresionantes, y existen proyectos e investigaciones en curso para desarrollar sistemas de salud basados en IA que podrían ayudar a los profesionales médicos en futuras aplicaciones clínicas. Sin embargo, desde mi punto de vista, todavía existen una serie de consideraciones importantes que hay que tener en cuenta:

Precisión y seguridad. La precisión de la IA es crucial en el campo de la salud. Los sistemas de IA deben ser muy fiables y estar validados a través de estudios clínicos extensos antes de implementarlos en situaciones médicas reales. Los posibles errores en el diagnóstico o el tratamiento podrían tener graves consecuencias para los pacientes.

Ética y privacidad. El uso de IA en el campo médico plantea cuestiones éticas sobre quién es el responsable en caso de error, además de la protección de la privacidad de los pacientes y el hecho de garantizar que tenemos su consentimiento para usar sus datos médicos.

Comunicación con los pacientes. Los sistemas de IA no tienen empatía ni comprensión emocional, lo que constituye una parte importante de la relación entre médico y paciente. Cuando se trate con un sistema de IA, será necesario establecer un equilibrio para garantizar que los pacientes reciben información clara y comprensible, y que se atienden sus necesidades emocionales.

Capacitación y supervisión del personal médico. La introducción de IA en la práctica médica puede exigir una formación adecuada del personal médico para utilizar estas herramientas de forma segura y eficaz.

En general, si en el futuro hubiera un componente médico generado por IA implicado en la interacción con los pacientes, sería esencial abordar estas cuestiones para garantizar una atención médica segura y de calidad. Sin embargo, es importante destacar que, incluso con los avances de la tecnología y la IA, es improbable que se reemplace completamente la relación humana entre médico y paciente, puesto que esta relación tiene una dimensión humana, emocional y personal que es difícil de reproducir con inteligencia artificial. Quizá el futuro nos llevará a integrar tecnología médica con la interacción humana para obtener los mejores resultados para los pacientes. 

¿Cómo observa el colectivo médico la incorporación de la IA en este campo?

En muchos casos, se observa de forma alejada, y para aquellos que son conocedores de este hecho puede ser una opinión contrapuesta. Algunos lo valoran como un espacio de oportunidades y optimismo para mejorar la calidad de la atención médica y aumentar la eficiencia en el diagnóstico y el tratamiento: la capacidad de analizar grandes cantidades de datos clínicos puede ayudar a obtener información valiosa. Sin embargo, otros muestran preocupación por la precisión y la fiabilidad. Preocupa el hecho de que la tecnología pueda cometer errores y afectar negativamente a los pacientes si no se supervisan las decisiones. En otros casos, se valora negativamente el impacto en la relación entre médico y paciente, en el sentido de que una incorporación excesiva de la IA podría perjudicar esta relación y desplazar la importancia del aspecto humano en la práctica médica. Es necesario hacer una mención especial a la privacidad y la seguridad de los datos de los pacientes en relación con el uso de la IA en la salud: los médicos queremos asegurarnos de que los datos de los pacientes están protegidos y se utilizan de forma ética.

¿Un exceso de regulación de la IA puede limitar que sigan desarrollándose iniciativas que podrían ser positivas en terrenos como el de la salud?

Desde mi punto de vista, sí. La regulación excesiva puede generar barreras burocráticas y requisitos costosos que dificulten o retrasen la investigación y la innovación en este ámbito. Por lo tanto, el objetivo será encontrar un equilibrio adecuado. Esto habrá que hacerlo con todas las voces y sensibilidades representadas: ciudadanía, decisores políticos y organizaciones científicas y profesionales.

La investigación para descubrir de qué forma la IA puede contribuir a mejorar la vida de los pacientes y el trabajo de los profesionales de la medicina es importante. Actualmente, ¿esta investigación se asume adecuadamente o haría falta un impulso en este ámbito?

Hasta ahora, la investigación en IA se ha centrado en la mejora de procesos diagnósticos, en la medicina personalizada y en la optimización de procesos asistenciales. El entrenamiento de algoritmos de IA se ha hecho gracias a la disponibilidad de datos médicos de grandes bases de datos con acceso a historiales clínicos electrónicos, imágenes médicas, señales biométricas, etc. Sería una buena idea hacer convocatorias públicas de investigación e innovación específicas enfocadas a la mejora de la precisión, la interpretación de resultados, la protección de la privacidad de los pacientes y la incorporación de la IA en la práctica clínica de forma segura y ética.

¿La IA es un recurso que nos permitirá redistribuir, de alguna forma, los presupuestos públicos en salud? Es decir, ¿permitirá ahorrar en algún aspecto y reforzar los recursos de otros ámbitos?

Sin duda. Uno de los beneficios que visualizo de forma inmediata es la ayuda para disminuir la carga de trabajo repetitiva de los profesionales de la salud, lo que les permitirá centrarse en tareas más complejas y de mayor valor añadido. También será beneficioso en otros aspectos administrativos, como la programación de visitas o la gestión de los flujos de pacientes. Sin embargo, creo que la IA no puede reemplazar completamente la atención médica tradicional: la combinación de la tecnología con la interacción humana es esencial para proporcionar una atención completa y compasiva a los pacientes.

Como presidente de la CAMFiC, ¿cómo observa la IA esta organización? ¿Qué necesidades de nuevos conocimientos tienen los profesionales de la salud ante la IA? ¿La IA supone un reto?

La IA nos interpela, porque el médico de familia debe estar cerca de todo lo que ocupa y preocupa a la sociedad. Y tiene que hacerlo para entender mejor a la persona a la que atiende, en un entorno social de cambios cada vez más acelerados. La CAMFiC lo vive como una oportunidad en torno a la que nos hemos organizado: hemos fomentado la creación de un grupo de trabajo específico de profesionales altamente interesados y motivados para avanzar en el campo de la IA. La CAMFiC es la sociedad científica más extensa de Cataluña, con cerca de 4.900 socios y 53 grupos de trabajo. Muchos grupos de trabajo abordan la IA de forma transversal. Además, adicionalmente, hemos impulsado la creación de un grupo de trabajo en salud digital, que tiene la misión de mejorar las fuentes de conocimiento generando contenidos, material de ayuda para los profesionales sanitarios, y guías de consulta rápida que vayan mucho más allá de la IA.

 

UOC R&I

La investigación e innovación (I+i) de la UOC contribuye a solucionar los retos a los que se enfrentan las sociedades globales del siglo XXI mediante el estudio de la interacción de la tecnología y las ciencias humanas y sociales, con un foco específico en la sociedad red, el aprendizaje en línea y la salud digital.

Los más de 500 investigadores e investigadoras y más de 50 grupos de investigación se articulan en torno a los siete estudios de la UOC, un programa de investigación en aprendizaje en línea (e-learning research) y dos centros de investigación: el Internet Interdisciplinary Institute (IN3) y el eHealth Center (eHC).

La universidad impulsa, también, la innovación en el aprendizaje digital a través del eLearning Innovation Center (eLinC), y la transferencia de conocimiento y el emprendimiento de la comunidad UOC con la plataforma Hubbik.

Los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el conocimiento abierto son ejes estratégicos de la docencia, la investigación y la innovación de la UOC. Más información: research.uoc.edu.

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