12/7/16 · Estudios de Artes y Humanidades

¿Qué tipos de amigos se hacen en verano?

Ahora que llegan las vacaciones, jóvenes y adultos están más abiertos a conocer gente nueva. El estrés y la rutina dejan paso al sol, la playa, a viajes por placer y otras actividades ociosas. Todo ello invita a dejarse sorprender por los demás: «En verano una mayor exposición a la vida social propicia el aumento de nuevas relaciones», recuerda el sociólogo de la UOC Francesc Núñez. Muchas personas vuelven de las vacaciones hablando de sus nuevas «amistades»; pero, ¿realmente lo son? ¿Qué es la amistad? «Entre todos esos conocidos es posible que alguno lo acabe siendo, pero la amistad no surge de repente como puede pasar con el amor», apunta el experto.
Foto: Flickr / <a href="https://www.flickr.com/photos/119670994@N05/15044714106/" target="_blank">Marta Diarra</a> (CC)

Foto: Flickr / Marta Diarra (CC)

Para Núñez «la amistad no es un sentimiento, es una virtud, es el resultado del esfuerzo para construir este tipo de relación con una persona, para trabar dos vidas que estaban separadas». Este ejercicio vital se tiene que cultivar y nutrir, siempre tratando de no enturbiar la relación. Básicamente, explica, tiene que reunir dos aspectos fundamentales: en primer lugar, una fuerte consonancia en los juicios respecto al mundo (lo que se piensa, el comportamiento moral, las simpatías y antipatías, etc.) y, en segundo lugar, una benevolencia y un afecto-amor recíprocos (querer lo mejor para el otro sin buscar el beneficio propio)».

Una ley fundamental, remarca el sociólogo, es que los amigos tienen que ser iguales: «Tienen que estar a tu altura en todos los sentidos. Difícilmente puedes ser amigo de alguien que consideras peor que tú (más mezquino, más miserable, más interesado, menos inteligente, menos capaz, etc.) o ser amigo o buen amigo de alguien que creas que está muy por encima de ti (en valor, en inteligencia, en capacidades, etc.)». Como consecuencia de esta ley, «solo las buenas personas (de buenos sentimientos, moralmente buenas, no extremadamente interesadas o incapaces de cualquier tipo de generosidad o empatía) pueden tener amigos». Entre la gente con falta de nobleza o bondad no hay amistad, añade, «se acaban traicionando».


Tipo de «falsas amistades» de verano

La exaltación de las hormonas, las necesidades surgidas en viajes, los conocidos en fiestas, y otras cuestiones, hacen pensar en diferentes tipos de amistades en verano. Sin embargo, como apunta Núñez, no se puede hablar de amistades sino de relaciones de verano, que pueden desembocar en el tiempo en «amistades de verdad». El experto clasifica algunas de estas relaciones o «falsas amistades» de verano en:

  • Amigos forzosos o de conveniencia. En los viajes se pueden compartir conversaciones en un mismo trayecto de bus o de tren por aburrimiento o por proximidad física. Por otro lado, por ejemplo, en los campings o en los hoteles se pueden vivir relaciones muy cordiales y agradables con gente para resolver situaciones prácticas como el cuidado de los hijos u otras necesidades cotidianas.
     
  • Amigos de fiesta. En las noches de verano las fiestas aumentan y por lo tanto hay más posibilidades de conectar con gente. Posiblemente algunas personas nos las reencontraremos de nuevo en otras salidas veraniegas.
     
  • Los amigos reincidentes o «amigos de otros años». Personas que reencontramos de otros veranos y por quienes sentimos algún tipo de atracción y simpatía.
     
  • «Follamigos» de verano. Son personas que conocemos y con las cuales podemos intimar e intimar mucho, pero básicamente nuestro interés reside en mantener relaciones erótico-sexuales.
     
  • Los amigos de los amigos. Por medio de nuestros amigos tenemos la oportunidad de descubrir a otras personas. Por el hecho de ser amigos de nuestros amigos tienen más números de convertirse en «amigos de verdad».


Consejos para mantener una buena amistad

Todas estas relaciones veraniegas si se cultivan poco a poco pueden convertirse en «amistades de verdad». Ahora bien, después de conseguir ese estatus, es importante mantenerlo. El sociólogo da cinco claves para conseguirlo:

  1. No traicionar la amistad, es decir, no pedir al amigo que haga nada deshonesto por ti.
     
  2. Controlar las sacudidas emocionales fuertes. La amistad va más allá de las emociones y los sentimientos, es una virtud.
     
  3. Dar más importancia a los aspectos en qué somos iguales y a los acuerdos conseguidos que no a aquello en lo que somos diferentes o no hay acuerdo.
     
  4. Hacer cosas juntos. Conversar, por ejemplo. Encontrarse. No importa el tiempo que pase entremedias porque a la amistad no le importa mucho el tiempo.
     
  5. Preocuparte por él sin pensar en un interés o provecho propio. Tratarse abierta y directamente. A la amistad no le gustan los «subterfugios», las «segundas intenciones», el «pensaba que tú pensabas que yo pensaba».
     

 

Expertos UOC

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