15/3/13

«Una corriente mayoritaria en China es partidaria de la censura»

Daniel Méndez ,

Actualmente en China hay una diversidad de medios de comunicación, aunque esta diversidad está supeditada a los intereses del Partido Comunista. La diversidad, pues, es relativa...
Hay evidentemente una lucha. Algunos académicos hablan de un ambiente mediático de enfrentamiento a la hora de buscar nuevos discursos y formas de decir las cosas. También a nivel legislativo. Algunos periodistas y medios han buscado apoyos dentro del ala del partido que les sea afín. Se buscan un amigo, un padrino que encaje mejor con una idea de periodismo más abierta. También hay mucha frustración, mucha gente se siente frustrada con su trabajo, lo ha acabado dejando y busca alternativas. Se vive relativamente bien dentro del sistema, por decirlo así, porque hay muchos periodistas y gente en China que están de acuerdo con el control de la información, es decir, hay una corriente mayoritaria de personas que consideran que sin la censura el país se rompería en mil trozos, que se provocaría mucha inestabilidad, y creen que la censura es necesaria.
Entonces, ¿hay una visión favorable a la censura?
Efectivamente. En términos generales se puede decir que sí, se tiene que enmarcar en el momento de desarrollo económico, de mejora de las condiciones de vida de la población en general. Hace poco salía una encuesta de una institución norteamericana que decía que el 82% de los chinos estaban de acuerdo con cómo iba el país. Sobre todo porque no hay alternativas tampoco. Hay una lucha más por temas comerciales, para mejorar dentro de los espacios que hay de opinión más que de enfrentamiento total. Se intenta jugar siempre desde dentro del sistema. Y hay mucha gente que considera que es imprescindible, muchos periodistas también.
Esto choca con el derecho humano a la libertad de información, esta idea generalizada choca con ese derecho: ¿dónde queda en China este concepto?
Este mismo derecho de libertad de expresión se recoge en la Constitución de China. Lo que pasa es que una cosa es lo que se dice sobre el papel y otra lo que pasa en realidad. La misma declaración de los derechos humanos forma parte del discurso chino, pero se dice con la boca pequeña y en este caso evidentemente no se da. Pero hay muchos periodistas que piensan que es necesario porque si no sería un caos. Tiene muchos adeptos en China esta teoría, pero también dentro de los medios de comunicación.
¿Y esta opinión favorable a la censura interior también se ve bien en cuanto al bloqueo de información que llegue de fuera?
Creo que este es un tema menor para ellos, pero también, tienen una visión paternalista del Estado y consideran que el Partido sabe lo que les conviene, confían y piensan que este control de la información es bueno para el país a largo plazo.
En internet es importante el bloqueo de información por medio del Great Fire Wall...
En cuanto al bloqueo de información externa, se debe tener en cuenta que es un tema que nos interesa mucho aquí, pero a los chinos les interesa sobre todo lo que se bloquea en su propio idioma. Todo esto evidentemente que afecta a mucha gente, por ejemplo, que esté bloqueado el The New York Times, o que estén bloqueadas páginas como Reporteros Sin Fronteras, Facebook, Twitter o YouTube. Pero digamos que aquí pasan dos cosas: que tienen una alternativa china prácticamente siempre, o sea no hay un vacío de redes sociales porque no haya Twitter o Facebook, porque tienen la alternativa nacional. De este modo el usuario no se da cuenta de la ausencia porque todos sus amigos están también en la otra red social china y entonces lo que les importa más es lo que pasa en su país. Es mucho más importante el bloqueo de webs y controles que se ejerce dentro de China que no lo que pase desde fuera.
Sin embargo, en las redes sociales chinas se hace también censura de mensajes críticos con equipos que rastrean y borran contenido no deseado por el régimen... ¿El gobierno chino teme a internet?
Sí, está claro. De hecho hay muchos políticos locales que han salido diciendo que antes lo tenían todo más fácil sin internet y ahora todo se les ha vuelto a complicar. Lo que hay por parte del gobierno chino es este control y esta especie de canalización. De hecho ahora intenta que internet se convierta en otro medio de difusión de la visión de la realidad y de su visión de China. Es decir, internet es un instrumento importante para la modernización del país, se promueve la red con infraestructuras de una forma descarada, pero al mismo tiempo se quiere que esto se emplee para el bien del Partido-Estado. En este momento esta es la doble dinámica, por un lado de mayor poder para los usuarios en general y después también de mayor control y bloqueo, que se atribuye a empresas privadas que tienen redes y blogs y que están encargadas de controlar la información. Existe todo tipo de bloqueos, por palabras individuales, de posts, cuentas de personas. Existe esta doble dinámica, por un lado la gente tiene más capacidad de opinión y de influir en la opinión pública, y por el otro el gobierno lo quiere aprovechar para su propio control. Han llegado un poco lentos, pero se han puesto las pilas de una forma muy rápida.
El hecho de que las redes sociales puedan servir a la gente para organizar protestas públicas debe de ser otro motivo de preocupación...
Esta es probablemente la mayor preocupación del Partido. De hecho han salido varios estudios en que se analiza qué mensajes se bloquean en las redes sociales y cuáles no. De hecho se permite la crítica en las redes pero en el momento que la crítica implica una manifestación, el paso del mundo virtual al mundo físico, aquí es cuando se bloquea de una manera más radical y clara. Uno de los términos que están siempre bloqueados, de manera sistemática, en la red social Weibo, es la palabra huelga. Todos los términos que implican una manifestación en la calle son los que están más controlados. Evidentemente hay temor y por eso se están tomando todas las medidas que se están tomando al respecto.
¿Cómo aprovechan la oposición y la disidencia las redes?
No sé si se puede hablar de oposición y disidencia en China dentro de estos canales. Todo lo que sea oposición directa al gobierno pasa a ser bloqueado y censurado de forma directa, aquí hay determinados márgenes. En las redes sociales es cierto que hay muchos disidentes declarados que sí que están teniendo espacios, pero se intenta marginar a esa gente y echarlos incluso del discurso alternativo de las redes sociales. Lo que hacen muchos de estos, como Ai Wei Wei, es que casi siempre acaban en Twitter utilizando sistemas y programas para acceder. De esta forma se corta el contacto con la realidad china, porque el usuario chino medio no tiene Twitter. Hay un tipo de exilio tecnológico con esa gente cuando hacen oposición directa. Lo que hay en China es oposición leal, fiel, dentro de unos márgenes reconocidos por el Partido Comunista, que es el partido en el gobierno y esto no se discute. Hay márgenes, apoyos, negociaciones en aspectos concretos, como por ejemplo defender que se acabe la política del hijo único, defender que se acabe el sistema de registros, que se tomen más medidas contra la corrupción, que se controle el gasto público, que los políticos chinos empiecen a publicar sus sueldos, pero no desde la oposición frontal, aquí es cuando cortan directamente, pero hay un pragmatismo que busca favorecer otras tendencias.
Un pragmatismo que va bien para el statu quo...
Creo que lo que hay es una visión más inteligente de cómo se hace el control en China de lo que pensamos. Una de las cosas que pasa es que hay una diversificación de los niveles de control en función del usuario. Nosotros tenemos esta visión de que los chinos están muy controlados, pero ellos en general no tienen tanto esta visión, no se sienten reprimidos y controlados como nosotros imaginamos. Esto es más evidente en estos nuevos márgenes de libertad que han salido, con la proliferación de medios comerciales, de semanarios económicos o la red Weibo. Mucha de esta gente que puede tener una opinión crítica la canalizan en Weibo. Al permitir nuevos espacios de libertad, pero al mismo tiempo controlando la línea básica y principal de información, se está permitiendo un sistema por capas que puede combinar el más sofisticado y el más brutal de los sistemas de control y propaganda en China y podría ser que esto fuera sostenible a largo plazo. El fin del Partido Comunista hace tiempo que se anuncia y todavía no se ha producido. La flexibilidad del Partido para adaptarse a los nuevos tiempos está siendo bastante significativa aunque desde aquí no se vea tan clara. Fenómenos como la red Weibo se están sabiendo adaptar muy bien a esta realidad.

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