15/12/07

"Las universidades con estudiantes a distancia son más innovadoras"

Rob Abel

Rob Abel

Hace poco que la UOC ha entrado a formar parte de IMS Global Learning Consortium, asociación de ámbito internacional y sin ánimo de lucro cuyo objetivo es mejorar los niveles de aprendizaje en todo el mundo mediante el uso de la tecnología y orientar en la conformación y el desarrollo de las industrias dedicadas a la tecnología del aprendizaje y la enseñanza. Rob Abel, consejero delegado de IMS, ha estado en Barcelona para asistir a la ceremonia inaugural de la University Campus Conference y aportar su experiencia al proyecto Campus, una iniciativa pionera que hará posible que las universidades catalanas construyan sus campus virtuales mediante el uso del software libre.
Hace poco que la UOC ha entrado a formar parte de IMS Global Learning Consortium, asociación de ámbito internacional y sin ánimo de lucro cuyo objetivo es mejorar los niveles de aprendizaje en todo el mundo mediante el uso de la tecnología y orientar en la conformación y el desarrollo de las industrias dedicadas a la tecnología del aprendizaje y la enseñanza. Rob Abel, consejero delegado de IMS, ha estado en Barcelona para asistir a la ceremonia inaugural de la University Campus Conference y aportar su experiencia al proyecto Campus, una iniciativa pionera que hará posible que las universidades catalanas construyan sus campus virtuales mediante el uso del software libre.
Usted es el consejero delegado de IMS, consorcio cuyo objetivo es mejorar los niveles de aprendizaje en todo el mundo mediante el uso de la tecnología. ¿Podría explicarnos con más detalle dicho objetivo y qué iniciativas han pensado para alcanzarlo?
El objetivo de IMS es dotar de una mayor eficacia la implementación de estas nuevas tecnologías. En un ámbito de nuevo cuño como es el de la tecnología de usuario para el aprendizaje surgen continuamente nuevos productos, categorías e ideas. La innovación es constante y la cuestión que se plantea es cómo integrar estas futuras innovaciones con otros productos y servicios ya existentes. IMS contribuye a ello mediante la creación de estándares que posibilitan la incorporación de las nuevas tecnologías a las más antiguas.
¿Podría darnos un ejemplo?
En los últimos diez años se ha dado un enorme auge de lo que algunos llaman sistemas de gestión del aprendizaje, que son sistemas informáticos mediante los cuales puede accederse fácilmente a material de aprendizaje en línea y a entornos interactivos entre los estudiantes, sus profesores y todo el cuerpo docente. Uno de los ámbitos en los que IMS incide más con su labor son los diversos estándares que hacen posible que aquellos sistemas se integren con sistemas de administrador, y también con contenidos digitales, que pueden emplearse en aquellos sistemas de gestión de cursos.
¿Cómo puede la tecnología mejorar el aprendizaje?
El objetivo primero que se persigue con el uso de la tecnología para el aprendizaje es facilitar el acceso a la enseñanza a personas que no pueden desplazarse físicamente al campus o que, aun pudiendo hacerlo, quizás no les resulta práctico. Tal vez sea más cómodo para ellos no tener que ir a un lugar físico tan a menudo.
¿Se refiere a estudiantes a tiempo parcial y personas discapacitadas, a gente quizás que vive lejos del campus?
Sí, a todos ellos. Probablemente sea la primera de las categorías que ha mencionado la que más necesita de la tecnología, es decir, aquellos a los que por lo general se les denomina estudiantes no tradicionales o personas que aprenden durante toda su vida. Hoy en día se tiende a considerar la enseñanza como algo muy importante. ¡El saber cambia con tanta rapidez!
Así pues, los profesionales nunca deben dejar de aprender.
Efectivamente, y como consecuencia de ello son muchos los que se encuentran en la situación de tener que asistir a la universidad mientras trabajan o tienen una familia, o ambas cosas. Por lo tanto, la facilidad de acceso es de una gran importancia, pero es sólo una de las metas que perseguimos.
¿Cuáles son las demás?
El segundo ámbito es el de la calidad. En el entorno del aula, el profesor tiene que seguir un único sistema de enseñanza a pesar de que haya necesidades y niveles de experiencia previa muy distintos entre los alumnos. Cabe esperar que con la tecnología pueda personalizarse el aprendizaje y adaptarlo a las necesidades y características de cada uno. En tercer lugar tenemos la asequibilidad, que de alguna forma está relacionada con el primer ámbito, el del acceso, ya que cuanto más asequible sea la experiencia educativa mayor será el número de estudiantes al que pueda llegarse. En este caso esperamos que la tecnología pueda aliviar algunas de las tareas más rutinarias de la enseñanza "como la corrección de las tareas para casa", con lo cual el profesor puede dedicarse más a orientar al estudiante a lo largo de su aprendizaje. Son, pues, los tres aspectos que hemos visto: el acceso, la calidad y la asequibilidad.
El proyecto Campus apuesta por los sistemas libres de gestión de cursos que acaba de mencionar. ¿Considera que es una decisión correcta?
Debo decir que, oficialmente, IMS es agnóstico con respecto al modelo empresarial, lo cual significa que nuestro objetivo es asegurar el máximo rendimiento de la inversión hecha en todos los productos y servicios, tanto si son de código abierto como si se comercializan. Por lo tanto, nuestra labor con respecto a los estándares contribuye a que eso ocurra.
¿De qué forma?
Si se desarrolla una plataforma comercial de propiedad para la gestión del aprendizaje que siga los mismos estándares que, por ejemplo, Moodle, entonces habremos creado eficacia en el mercado y, de este modo, habrá otros que podrán desarrollar tecnologías innovadoras compatibles con ambas plataformas y no con una u otra.
Entiendo.
Dicho esto, el código abierto y las tecnologías libres desempeñan por lo general un papel destacado en las organizaciones dedicadas a la creación de estándares, ya que nos gusta disponer de modelos de referencia libres que se conviertan en estándares, y el código abierto ayuda a crear dichos modelos. Un modelo de referencia es un conjunto de programas a los que puede acceder todo el mundo para entender cómo funcionan. En consecuencia, cuando Moodle implementa uno de nuestros estándares podemos dirigirnos a muchos otros miembros de la comunidad y decirles: ¿Aquí tenéis un ejemplo de cómo hacerlo?. Por el contrario, no podemos hacer lo mismo con un software de propiedad...
...porque el código no está disponible.
Exacto. Hay una gran coincidencia entre las iniciativas de código abierto e IMS. De hecho, Moodle es miembro de IMS. Si utilizas la tecnología para impulsar la enseñanza debes tener una idea de lo que significa la buena enseñanza y de qué resultará más eficaz para el estudiante y el profesor. Tener una plataforma que puedas personalizar te amplía el abanico de posibilidades para crear programas que puedan implementar aquella idea. Por ello, el código abierto es especialmente potente para aquellas instituciones que parten de la idea de hacer cosas nuevas en el campo de la enseñanza. Vemos que las universidades que cuentan con estudiantes a distancia son las más innovadoras. Algunas de las instituciones más reverenciadas y reconocidas por su actividad investigadora son las que menos motivos tienen para adoptar los nuevos modelos. Están muy a gusto con su actual método: se sienten cómodas porque son veneradas, porque su actividad investigadora es reconocida, porque el ambiente en el campus es tan agradable...
Hablemos ahora de otras tecnologías distintas de los sistemas de gestión de cursos. ¿Cree usted que los libros de texto tienen los días contados?
Precisamente en IMS hemos concebido algunos proyectos cuya finalidad es sustituir los libros por materiales en formato digital. Los libros no desaparecerán de la noche al día, pero tenemos motivos para buscar alternativas.
¿Por ejemplo?
El coste. En los Estados Unidos, el coste de los libros de texto es un tema muy candente. Los estudiantes pagan mucho dinero por estos libros en soporte físico. Las editoriales son grandes empresas que invierten mucho en nuevos lanzamientos y son conscientes de que tienen que afrontar este problema. En el Congreso ya se ha tratado el asunto y no pasará mucho tiempo antes de que las editoriales se vean presionadas para controlar el coste de los libros. Lo mejor que pueden hacer es ofrecer una alternativa digital que les permita rebajar el precio al estudiante sin perder el margen de beneficio. En estos momentos están bastante motivadas para dar algún paso en este sentido.
¿Y qué pasará con los estudiantes?
Ése es el gran reto. En realidad, puede decirse que a los estudiantes no les interesa el libro en formato digital; prefieren el de siempre. Con todo, la oportunidad está ahí, y eso es justamente lo que estudiamos en IMS con objeto de crear un nuevo tipo de libro, un libro digital más interactivo en el que se pueda colaborar con los compañeros de estudios para intercambiar información e ideas sobre el material. No es que vaya a pasar de la noche al día, pero ya nos hemos puesto a fabricar prototipos.
¿Cuándo los veremos en funcionamiento?
Si hablamos de producción a gran escala, de aquí a cinco o diez años, pero si hablamos de prototipos, ahora mismo. Ya estamos trabajando con la Universidad del Estado de Ohio en un curso de prueba en el cual se dispone de una colección de materiales en línea que sustituyen al libro de texto. Yo diría, sin embargo, que estas tecnologías no reemplazarán del todo los libros, sino la necesidad de comprar un libro entero. Es un ámbito en el que será interesante colaborar con la UOC. En general, las universidades que se dedican al aprendizaje a distancia han creado sus propios materiales, materiales que en cierto modo son complementarios y que, en formato impreso, acompañan al conjunto de materiales en línea. Así pues, dichas instituciones ejercen un control absoluto sobre este tema y, de algún modo, funcionan como editoriales. Por lo tanto, se trata de unos colaboradores muy importantes para nosotros.
Precisamente le iba a preguntar sobre esta colaboración. La UOC ha entrado a formar parte de IMS: ¿cómo va a beneficiar eso a la UOC y de qué forma puede esta universidad ayudar a IMS?
Es una buena pregunta. Ahora estamos empezando a definir todo este asunto, pero creo que se nos presentan muchas oportunidades. En el ámbito de contenidos digitales hemos puesto en marcha una iniciativa llamada Common Cartridge que cada vez consigue mayor aceptación por parte de las empresas dedicadas a la producción de plataformas y las editoriales de libros de texto. Si la UOC adapta este estándar a sus productos conseguirá un grado de portabilidad de contenidos mucho mayor entre distintos sistemas. Concretamente, parece que una parte del trabajo que lleva a cabo la UOC en los ámbitos de personalización y accesibilidad está en muy buena sintonía con el trabajo que desarrolla IMS. La UOC ya ha utilizado algunas de las especificaciones elaboradas por IMS, y en estos momentos son capaces de interactuar plenamente con otras cien organizaciones que se dedican a lo mismo: los miembros y suscriptores de IMS. Además, con la participación de la UOC, IMS puede beneficiarse del conocimiento y la experiencia en innovación acumulados por esta universidad. Estamos muy contentos de que la UOC haya entrado a formar parte de IMS.
Y una pregunta para acabar: ¿va a cambiar la tecnología radicalmente nuestro modo de aprender o simplemente aumentará la eficacia de los procesos relacionados con la enseñanza?
Históricamente se ha podido observar que la adaptación de las tecnologías no es más fácil cuando éstas modifican lo que hace la gente sino cuando modifican su manera de hacerlo; es decir, cuando hacen su vida más eficaz, más productiva, más fácil. Creo que en los próximos cinco años vamos a ser testigos de más aplicaciones de la tecnología en la mejora de la productividad. Uno de los adelantos que ya podemos observar es la disminución de precios que ha experimentado el coste de la producción multimedia. Con el tiempo, el uso de esta clase de tecnologías provocará cambios en los métodos de enseñanza, lo cual puede considerarse revolucionario. Si me lo permite, añadiré algo sobre el tema de la enseñanza.
Adelante.
A veces se considera la enseñanza como algo que apenas cambia, es decir, que hoy en día aún se nos enseña igual que hace cien o doscientos años, incluso siglos, en algunos casos. Pero sí han cambiado cosas. Por ejemplo, escoger entre la enorme cantidad de información que hay es una verdadera técnica de aprendizaje que la gente necesita hoy en día y que históricamente no ha hecho falta. Eso es muy importante. Otro ejemplo es que el alud de información existente ha hecho que el propio conocimiento sea ahora más relativo; cuesta más determinar qué es cierto y qué no lo es, algo que, por sí solo, ya plantea un gran desafío a la enseñanza. Y, en tercer lugar, vamos hacia una sociedad mucho más global: ¿realmente estamos enseñando a las personas a ser ciudadanos globales? Creo que estas tres cuestiones son aspectos nuevos de la enseñanza con unas características muy especiales.
¿Cómo podemos gestionarlas?
¡Vaya usted a saber! De todas formas, creo que deberíamos empezar definiendo qué es una enseñanza de calidad; después ya empezaremos a utilizar la tecnología. A lo largo de la historia se han intercambiado los tres puntos que hemos tratado "el acceso, la calidad y la asequibilidad", y eso es algo que habría que cambiar. Si lo que de verdad queremos es que la mayoría de la población pueda familiarizarse con estos temas, lo que debemos hacer es aportar nuevos planteamientos, y es aquí donde la tecnología entra en juego para conseguir que este proceso de aprendizaje sea más eficaz.

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