Christopher T. Marsden
Empecemos aclarando conceptos: ¿qué es la neutralidad en la red?
La neutralidad en la red es un principio que dice que no puede discriminarse entre dos paquetes de contenido que son iguales. Lo que quiere decir que dos páginas web o dos sitios web deben tener el mismo trato en la red.
¿Por qué es importante defender este principio?
La razón por la que ha sido un principio importante es porque sin este principio los proveedores de servicios de internet podrían discriminar. Además, como tienen la capacidad de dar más o menos velocidad al servicio, sin la neutralidad podrían actuar parando el tránsito de algún contenido. Si paras algo en la red haces de censor, por lo tanto, actúas, por ejemplo, como hace un estado cuando prohíbe un artículo en un periódico.
Por tanto, ¿garantizar la neutralidad en la red es garantizar que no habrá censura?
Pues sí.
¿Cuándo se empezó a hablar de la neutralidad en la red?
La neutralidad en la red es una idea que siempre ha estado subyacente en internet. Hay una neutralidad accidental en la red porque de momento la tecnología no ha permitido la discriminación entre contenidos. Ahora hay que hablar sobre la regulación porque la tecnología va mejorando y a los proveedores de internet les interesa discriminar.Hasta ahora la regulación básicamente hace referencia a las telecomunicaciones, pero no se aplica a internet. Por lo tanto, tenemos que trasladar la regulación a la red para mantener las cosas como hasta ahora.
Algunos países sí que han elaborado regulaciones más específicas. ¿Ha contribuido eso a garantizar la neutralidad en la red?
Los Estados Unidos han anunciado que tendrán una norma, pero todavía no han hecho nada al respecto. Chile tiene una nueva ley, pero tampoco la aplica. Holanda acaba de aprobar una ley que tampoco ha llevado a cabo. Es decir, no se han preocupado de hacer que las normas funcionen. Finlandia está en la misma situación. Es decir, hemos conseguido logros en la legislación, pero todavía no tenemos ningún efecto práctico.
Por lo tanto, elaborar la ley no es lo único que tienen que hacer los gobiernos.
Exacto. Hacer una ley es como diseñar el plano arquitectónico de un edificio pero sin llegar a construirlo. Es verdad que técnicamente es complicado hacerlo, pero también es verdad que hay muchos intereses económicos. Las compañías de televisión, las industrias cinematográficas o las discográficas y los proveedores de internet no están interesados en regularlo. Nadie que tenga dinero quiere que se imponga la neutralidad en la red. Si los políticos solo se rigieran por criterios económicos tampoco querrían hacerlo.
¿Y cómo ve la directiva de la Comisión Europea de 2009, que renueva la de 2002?
La Comisión ha hecho un gran anuncio diciendo que apuesta por la neutralidad en la red, pero no ha hecho nada para reforzarla; por lo tanto, están en la misma situación que Chile y Holanda. No han dado ningún detalle.
¿Su propuesta para conseguir la neutralidad en la red es la corregulación? ¿En qué consiste?
Es una forma mixta de regulación entre el gobierno y la industria. Propongo una autorregulación por parte de la industria y una legislación del gobierno. Lo ideal sería solamente la propia regulación del sector pero con una ley que permitiera la intervención del gobierno si esa regulación no funciona. Por lo tanto, podríamos decir que es como una autorregulación pero con una amenaza. El gobierno diría a la industria: «si no actúas bien, intervendremos». Propongo esta fórmula porque no parece que haya intereses en la industria para hacerlo con garantías. Por lo tanto, hay que tener una ley en la reserva para hacer que el sector se comporte honestamente.
¿Puede explicarnos cómo aplica la historia de los tres monos sabios a los proveedores de internet?
Es una historia india sobre tres monos que quieren mantenerse al margen de los problemas de su entorno. Uno de los monos no ve nada que sea malo, otro no oye y el otro no dice ni una palabra.Tal como están ahora las cosas, los proveedores de internet ignoran el contenido que circula por la red. Tienen que ser ciegos, sordos y mudos respecto al tránsito que hay en la red. Este comportamiento ha sido positivo hasta ahora porque ha permitido que todo vaya circulando. Es una solución sencilla.
En el futuro, ¿tendremos que pagar por los servicios en internet?
Creo que en algunos casos sí que sería bueno. Por ejemplo, quien quiera Disney Channel en internet tendría que pagarlo. Pero creo que también deberá ser posible el contenido libre. Me parece bien que el contenido premium cueste más, por eso no soy partidario de la neutralidad absoluta. Pero el gobierno tiene que asegurar que gran parte del contenido sea gratuito y tiene que controlar que los proveedores de internet no empiecen a cobrar por todo.
Pensando en el futuro, ¿qué riesgo se corre si no se avanza en la aplicación de las legislaciones?
Si apruebas una ley y no la haces cumplir, no tiene sentido haberla hecho. El riesgo es que los proveedores de internet no den toda la información a los usuarios sobre el servicio. No te informan de la velocidad que tienes, ni de los flujos de información que hay, ni de si intentan parar la velocidad. En otros ámbitos tienes la información al alcance fácilmente. Si vas al supermercado y miras la etiqueta del producto, puedes ver todos los ingredientes. No todo el mundo mira la etiqueta, pero la información tiene que estar ahí.
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