Cristina Aced
¿Reputación en la red? ¿Una empresa o institución no tiene bastante con tener buena reputación en su entorno tradicional?
¡Ya no! Sólo tenemos que pensar qué hacemos cuando queremos comprar una cámara de fotos o escoger un hotel para las vacaciones: vamos a la red y buscamos la opinión de otros usuarios. Pues pasa lo mismo cuando alguien quiere contratar los servicios de nuestra empresa: antes de tomar la decisión mirará cuáles son las valoraciones que están en la red. Y, si no estás cuando busque en Google, existes.
¿Hasta qué punto es importante gestionar esta reputación 2.0?
Tanto como lo es gestionar la reputación fuera de línea. No debemos pensar en internet como si fuera un mundo independiente que sustituye el mundo fuera de línea. El 2.0 complementa y enriquece el ámbito no digital, no lo elimina.
Muchas empresas entienden que estar en las redes sociales es importante, pero ¿saben cómo utilizarlas? ¿Hay que estar porque hay que estar o por algún motivo concreto?
Nunca hay que estar porque sea una moda o porque la competencia lo haga. Antes de lanzarse a las redes sociales hay que tener claros los objetivos, para que la presencia de la empresa en internet pueda ser estratégica. Estar por estar no sirve para nada e incluso puede acabar teniendo efectos contrarios a los deseados.
¿Cómo resulta beneficioso para el capital humano de las empresas gestionar esta reputación 2.0?
¡Es una gran oportunidad! Hasta ahora la única opción que teníamos de demostrar todo lo que sabíamos hacer era el curriculum vitae (CV) en formato texto, donde como mucho poníamos una foto. Y teníamos que esperar que nos llamaran para hacer la entrevista personal para poder explicarnos. Ahora los medios sociales nos permiten tener un CV vivo y dar a conocer nuestros trabajos anteriores. Por ejemplo, podemos crearnos un blog con este objetivo y poner nuestra experiencia y formación, y también una muestra de lo que hemos hecho hasta ahora. Imaginemos que somos diseñadores gráficos: ¡podemos tener nuestro dossier en línea! O, si somos periodistas, crearnos nuestro propio medio de comunicación y demostrar lo que somos capaces de hacer.
¿Cambia el usuario con las redes sociales? ¿Una empresa debe tratarlo de forma distinta a como lo hace en un entorno más tradicional?
Lo que cambia no es tanto el usuario como las reglas del juego. Cambia la forma de comunicarse: no es lo mismo escribir una nota de prensa que conversar con los clientes por Facebook o Twitter, del mismo modo que no hablamos igual en una reunión con la alta dirección que cuando tomamos un café con los compañeros de trabajo. La comunicación en las redes sociales es más directa, menos corporativa, más informal, sin confundir eso con la falta de respeto.
¿Es indiferente que hablen mal de ti mientras hablen?
¡Famosa cita de Oscar Wilde! A mí me gusta más esta otra de Sócrates que dice que para adquirir una buena reputación hay que esforzarse a ser lo que se quiere parecer, es decir, que no se trata de construir una reputación sobre una base ficticia sino de ser coherentes con lo que somos, lo que hacemos y lo que queremos llegar a ser.
La coherencia es esencial para transmitir una imagen fuerte y conseguir una reputación coherente a lo largo del tiempo. La reputación vamos construyéndola cada día con lo que hacemos y decimos, y con lo que los demás dicen de nosotros y de nuestras acciones, tanto en la red como fuera de ella. La reputación no es estática, evoluciona con nosotros. Por eso la gestión de la reputación es una estrategia a largo plazo en la que todos los días cuentan.
Contacto de prensa
-
Redacción