John Daniel
¿Cuál cree que es el principal reto actual para el e-learning?
Creo que si un país se dota de una buena estructura y un buen marco para garantizar la calidad, tendrían que ser útiles también en todas las formas de educación superior, también el e-learning. Las mismas universidades tienen que tener procesos de calidad propios para aspectos particulares, pero a escala nacional creo que un marco lo tiene que cubrir todo. Así, pues, ¿qué tenemos que hacer? Ser capaces de diseñar procesos especiales de aseguramiento de la calidad en los nuevos y diferentes aspectos de la educación superior.
¿Existe un mapa de criterios global para evaluar la calidad de la educación en línea?
Cada país está desarrollando sus propios criterios y eso está bien porque veinte años atrás los países no pensaban en la calidad. Lo que tienen que hacer es garantizar que los sistemas evolucionan para hacer que el cambio sea una realidad y el principio más básico es hacer un seguimiento del estudiante y comprobar que al final del día se han satisfecho sus necesidades de aprendizaje. Esto es lo que realmente cuenta. Las agencias de calidad tienen que estar preocupadas por eso también.
Usted ha recordado durante su intervención en Barcelona que quizás habría que apostar por la «muerte de la carrera»...
Hay una crisis de trabajo, en España y en todas partes. También en los Estados Unidos. Un 50% de los graduados recientes no han conseguido trabajo. Mucha gente piensa que tenemos que huir de estos procesos de carreras de muchos años y concentrarnos en periodos más cortos de estudio y calificaciones más ligadas al mercado de trabajo. El estudiante podrá volver más tarde a la universidad y hacer algo más. Y esto se puede hacer mediante el e-learning. Hemos llegado al colapso de los largos periodos de estudio que no sirven para el tipo de vida que vivirán nuestros estudiantes.
Pero aquí puede haber un conflicto entre el conocimiento y las necesidades del mercado y las empresas.
También hay un conflicto con los académicos que se han pasado la vida enseñando materias no relacionadas con el mercado de trabajo. Como decía, al final del día será el estudiante quien determinará la tendencia. Al final el estudiante tenderá a buscar la opción que más le servirá para su vida y no será aquella que lo conducirá a formar parte de un gran número de personas que no encuentran trabajo. Vivo en Canadá, allí muchos jóvenes sin carrera han ido a centros universitarios para hacer estudios más cortos, como puede ser diseño web, y entonces han encontrado trabajo. No estoy en contra de los estudios de literatura pero ahora mismo lo más importante para la gente es encontrar un trabajo porque de esto depende su vida. Si no tienes unos ingresos no puedes vivir.
En este nuevo ambiente, ¿cuáles son los riesgos que tiene la educación superior y qué errores podríamos cometer?
El gran error que podríamos cometer es no cambiar. Todas las instituciones tienen que cambiar. El e-learning no es solo un problema de cómo se distribuye el conocimiento, las universidades tienen que ofrecer programas de formación más cortos enfocados a oportunidades laborales y también ayudar a los estudiantes a crear sus propios puestos de trabajo. Ese es el cambio.
En este marco, ¿cuál tiene que ser el rol de las universidades?
Las universidades sirven a la sociedad mediante el conocimiento y se tienen que preguntar al final del día cuál es el conocimiento que nuestra sociedad necesita. En las sociedades civilizadas siempre necesitaremos mucha gente formada. Para mucha gente el primer paso es conseguir una habilidad que puedan utilizar en sus vidas.
¿Y en cuanto al sector privado?
Están jugando una papel creciente en un campo, el de la educación superior, en el que no acostumbraban a involucrarse. Las empresas son sensibles a las tendencias del mercado y su oferta está relacionada con estas. Los gobiernos tienen que asegurar que el sector privado esté regulado de forma apropiada, que no se ofrezcan calificaciones fraudulentas o se hagan anuncios que no son de verdad. No quiero decir que el sector público no lo haga, pero hace falta que todo esté dentro de un marco.
¿Qué valores hace falta que se mantengan ante este momento de cambios constantes?
Para las universidades pasar a hacer e-learning es algo que tiene que suponer repensar todo lo que se hace, las calificaciones que se dan para estar posicionados. En este proceso los estudiantes determinarán lo que es valioso porque tenderán a escoger lo que les es útil para sus vidas. En este sentido, las universidades operarán cada día en un mundo más competitivo.
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